viernes, 6 de noviembre de 2015

Otras dos sorpresas

El día 4 de noviembre se celebró en Rusia el Día de la Unidad Popular. Es la nueva fiesta nacional, en fecha muy cercana al 7 de noviembre, la Revolución de Octubre, que ya no es fiesta nacional. El 4 de noviembre fue un día en el que en 1612 las milicias rusas lograron liberar Moscú de los invasores polacos.

Rusia vive hoy una situación más que interesante, entre el cada vez más visible reforzamiento de la etapa soviética, interiorizada por una gran parte de la población y asumida por el gobierno, y los intentos de un nada despreciable sector del gobierno de Putin de rehabilitar todo lo que tuvo que ver con la historia anterior a los soviéticos, como lo relativo a los zares o a la religión ortodoxa.

¿A que no sabéis cuál está siendo el libro más vendido en Rusia en esta semana? "URSS: el libro de la cocina soviética" Salió a la venta en septiembre y está batiendo todos los récords. Tanto que ya se está traduciendo al inglés y sería muy buena idea algo similar en castellano.

No es sorprendente, puesto que ya en el año 2008 otro libro similar rompió todos los moldes: "El gran libro de cocina de las repúblicas soviéticas". Los dos recogen lo esencial de la cocina soviética; el primero es más corto, apenas 200 páginas; el segundo es enorme, recogiendo ni más ni menos que 1.018 recetas.

No tengo el primero pero sí el segundo, regalo de una amiga y con su ayuda -idiomática y culinaria- he podido degustar varios de esos platos. Exquisitos. Este es el libro que tengo yo.


Iba a poneros un par de recetas pero esta amiga me ha hecho llegar otra sorpresa: en Volgogrado, la antigua Stalingrado, se ha restaurado el monumento a los soldados de la 10 División de la NKVD que defendieron heroicamente la ciudad ante el ataque alemán. Su papel fue crucial para evitar la toma de la ciudad por los nazis, en concreto sus unidades móviles -sobre todo los temibles tanques Panzer- en los meses de agosto y septiembre de 1942. Su resistencia y arrojo posibilitó que los nazis se empantanasen y comenzase la reorganización del Ejército Rojo en la ciudad y se fortaleciese una línea defensiva a gran escala.



Y ya que estamos en esta ciudad, otra noticia también: el 7 de octubre murió el último defensor de la legendaria "Casa de Pavlov" que quedaba vivo, el uzbeko Kamoljzon Turgunov. Tenía 93 años.


La "Casa de Pavlov" debe su nombre al sargento Yakov Pavlov que, al frente de un pelotón de 25 soldados y ayudados por algunos vecinos que estaban refugiados en los sótanos de la casa, defendió la posición durante dos meses, del 28 de septiembre al 25 de noviembre de 1942. Cuando llegaron las avanzadillas del Ejército Rojo a la "Casa de Pavlov" sólo quedaban cuatro de los defensores con vida.

Los defensores de la "Casa de Pavlov", que han pasado a la historia de la II Guerra Mundial, eran rusos, kazajos, ucranianos, uzbecos, georgianos, tajikos y tártaros. Eso era la Unión Soviética. Esta es la "Casa de Pavlov" en la actualidad.



El Lince

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