viernes, 15 de enero de 2016

Corriendo por las colinas

El avance de las tropas del gobierno sirio y sus aliados es grande. Los extremistas moderados o moderadamente extremistas están en descomposición desde que los rusos comenzaron a bombardear. Este avance se produce en todas las direcciones, especialmente en lo que llaman Campo Damasco -las zonas cercanas a la capital, ya en su práctica totalidad desalojadas de extremistas moderados o moderadamente extremistas-, Latakia, Homs y Deir Ez-Ezor. La razón es bien sencilla y no es sólo el control de las fronteras norte y sur, sino que en estas zonas es donde se asienta la mayor parte de las centrales eléctricas de Siria. Supongo que, a estas alturas, sabréis que el 80% de la población de Siria vive en la franja costera porque la mitad del país es desierto.

Entrando en en quinto año de la guerra, la situación bélica permite ahora este avance en estos frentes porque recuperar las centrales eléctricas es vital para el asentamiento definitivo del gobierno sirio. Si lo logra, habrá dejado atrás de forma muy notable un tiempo de escasez de electricidad y de apagones que repercute en el día a día de la población y Al-Assad será un poco más intocable en el proceso de negociación.

Junto a esta constatación, que no veréis por ahí en ninguno de los sesudos análisis que hablan de Siria, está un hecho político de relieve: destruir cualquier atisbo de sociedad alternativa a la que propugna el ahora gobernante Frente Nacional Progresista. Para que os situéis, el FNP es una coalición de 11 partidos políticos en el que el predominante es el clásico, el Baaz, pero de la que forman parte desde dos partidos comunistas hasta socialdemócratas estilo europeos y nasseristas.

Esto es lo que ha ocurrido ahora con la recuperación de la ciudad de Salma por el Ejército Árabe Sirio. Al igual que se considera que Raqqa es la "capital" de la organización llamada Estado Islámico, Salma era considerada la "capital" del Frente de la Victoria (la organización que apoya, o la que más apoya, Turquía). En ella se había constituido un "emirato" y se plateaba como la alternativa a la política actual de Damasco.

Salma está en Latakia y representaba el "modelo" en el que se estaban fijando varias de las organizaciones extremistamente moderadas o moderadamente extremistas por su organización social, política y hasta económica. La batalla por recuperar Salma ha durado 96 días, en los que se han ido desalojando con precisión milimétrica pueblos y colinas hasta tener el acceso libre a la ciudad. Toda esta zona de Latakia es muy montañosa y está repleta de extremistas moderados o moderados extremistas de todo tipo, pelaje y condición, desde el Ejército del Islam al Frente de la Victoria y a la llamada "Brigada Costera" del llamado Ejército Sirio Libre y a otros grupos turcomanos. Todos actúan juntos y en el último intento de defender Salma se comprobó una vinculación estrecha entre el llamado ESL y el Frente de la Victoria.

Las comunicaciones intervenidas al Frente de la Victoria afirman que tuvieron que "correr en todas direcciones por las colinas" para evitar caer en un cerco del Ejército Árabe Sirio. Es decir, que ahora andan dispersos y es más fácil el avance.

La recuperación de Salma por el gobierno sirio tiene una clara implicación política y militar. Política porque se produce a pocos días de que se inicien las conversaciones de Ginebra. Militar porque demuestra que la iniciativa está en manos del gobierno sirio. Ahora mismo tiene, por lo tanto, superioridad en estos dos campos y deja muy poco margen de maniobra a los patrocinadores de los extremistas moderados o moderadamente extremistas.


Este mapa marca el avance producido en un mes. La línea más blanca eran las posiciones el 7 de diciembre y la amarilla las de ahora. La línea roja la zona de la ofensiva actual.

La situación no puede ser más favorable puesto que Salma es uno de los vértices del triángulo de otras dos ciudades que ahora están mucho más cerca de ser recuperadas: Idlib y Hama. Además, se acaba de propinar un severo golpe a Turquía puesto que Salma está justo en el centro de lo que llama "las montañas turcomanas". Es decir, que la influencia de Turquía en el conflicto sirio está a punto de desaparecer. Ahora sólo le queda una baza: Idlib. Es de suponer que sus patrocinados se trasladarán aquí y a sus alrededores. Pero ahora están corriendo por las colinas, en estado de shock del que tardarán un tiempo en recuperarse.

El Lince


1 comentario:

  1. ¿Y qué pasa al sur del país donde los mapas muestran estar dominados por los 'rebeldes moderados'? ¿Cuáles son los que Rusia llama rebeldes patriotas que brindan información para bombardear a los islamistas?

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