No, esta vez no va de la Unión Europea (o sí) y tiene que ver más bien con una película de este título que recoge los últimos días de Hitler. Viene al cuento de una encuesta que acaba de hacerse pública en Ucrania y que refleja el sentir de la gente respecto a los dos años transcurridos desde el famoso Maidán.
La pregunta es sobre cómo ha evolucionado la opinión sobre la entrada en la Unión Europea o en la Unión Económica Euro-asiática (Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán y Armenia). El resultado es bastante esclarecedor, como se puede ver. En un año los partidarios de la UE han bajado 7 puntos mientras que quienes apuestan por la UEE bajan el 0'7%. Quienes no quieren ni una cosa ni otra suben hasta el 23'3%. Buen logro para los neonazis, que ven cómo se aleja el sueño europeo igual que se aleja el horizonte.
¿Y qué pasa con la OTAN? Pues las cosas tampoco van nada bien para los neonazis.
A nivel de la vida cotidiana, Ucrania cerró el año 2015 con una inflación del 43% mientras que los precios aumentaron el 44%. Las cifras son oficiales, tanto del servicio de estadísticas como del Banco de Ucrania. El 2014, cuando se inició la historia neonazi, la inflación fue del 24%.
En estos dos años el salario mínimo ha caído hasta los 1.218 grivnas, la moneda ucraniana, (unos 39 euros) al mes. Tened en cuenta lo que he dicho antes sobre la inflación y el aumento de precios. Por lo tanto, la pobreza en la Ucrania neonazi es masiva. Los pocos ucranianos que se atreven a protestar por todo ello dicen, y tienen razón, que Ucrania está hoy por debajo de Bangladesh, Ghana y Zambia en cuanto a salario mínimo puesto que estos países lo tienen establecido en los 44 euros mensuales.
Siempre hay alguien que está peor. Los pensionistas, por ejemplo. La pensión media está en los 949 grivnas (unos 29 euros) mensuales.
Quienes trabajan no pueden tirar cohetes tampoco. El sueldo medio es de 4.012 grivnas (unos 125 euros) mensuales.
Os he dicho que los precios aumentaron el 44% el año pasado, especialmente en lo más esencial como gas, agua y luz. La electricidad ha subido 3'5 veces el precio que tenía antes del Maidán. El gas ha subido su precio 7 veces desde el Maidán. El gas que necesita una casa para todo el invierno equivale a 7.188 grivnas al mes (unos 230 euros) por lo que ni trabajando toda la familia se llega a cubrir el gasto. Luego la solución es muy fácil, abrigarse bien o meterse en la cama para tener algo de calor. El precio del agua ha subido el 55%.
Nada de todo esto preocupa a la junta neonazi de Kiev ni al Fondo Monetario Internacional, que ha firmado un acuerdo con los neonazis rompiendo sus propias reglas, como ya se comentó aquí. Sólo para pagar los intereses de lo que ha ofrecido el FMI Ucrania tendrá que disponer de 1.200 millones de dólares. Los va a sacar de donde todos: de la población. La prioridad es cumplir escrupulosamente las condiciones del FMI.
Es un claro genocidio social. Mientras los fascistas crecen en Europa, sus homólogos ucranianos -actuando con el visto bueno de la UE y de EEUU- están haciendo bien el trabajo.
Por lo tanto, no son extrañas las conclusiones de la encuesta que os pongo y que ha generado un importante revuelo entre los neonazis de Kiev porque quien la hace tiene un prestigio de pro-occidental y pro-europeo: alaba el proceso de integración en Europa y dice identificarse con "la democracia europea". Pues ¡hala!, aquí están los logros de la "Ucrania democrática" que con tanto tesón defiende el moribundo Occidente.
El Lince
Sin prensa libre,con el Partido Comunista prohibido,y sin embargo, a los ucranianos se les están aclarando las ideas. Y es que, no hay nada más esclarecedor que el que te toquen la cartera,que el consumismo lo veas cada vez más lejos,que el "democrático" Occidente te apriete las clavijas a través de su brazo expoliador,el FMI.
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