jueves, 15 de mayo de 2025

Esperpento

O lo que es lo mismo: grotesco, absurdo. Eso es lo que ha ocurrido hoy en Turquía. El bufón Zelenski en su papel de bufón, la coalición de la cocaína (a quien en la entrega anterior llamé "la pandilla de la nada") acudiendo presurosa para "asesorar" al bufón, el espectáculo de relaciones públicas para los descerebrados occidentales... Y los rusos esperando la reunión desde las 10 de la mañana.

Solo a las 7 de la tarde hora española (8 en el país 404, antes conocido como Ucrania) se anunció oficialmente la salida de la delegación del país 404 hacia Turquía. Un día perdido. ¿Por qué? respondeos vosotros mismos.

Lo único interesante es que se ha hecho oficial también que el asesor de seguridad nacional del primer ministro británico, un tal Jonathan Powell, ha viajado hoy a Turquía para "dar consejos de fondo sobre cómo debe comportarse Zelenski en esta reunión aún impredecible en un formato poco claro" y con el consejo especial de "no hacer nada que pueda distanciar a Trump, sino instar al presidente estadounidense a darse cuenta de que Putin es un obstáculo para la paz". 

Gran Bretaña es un miembro de la coalición de la cocaína (junto a Francia, Alemania y Polonia) y es quien está llevando las riendas de todo este esperpento. Pero hay un hecho cierto: es quien mantiene al país 404 bajo control. El papel del ex primer ministro Boris Johnson en el fracaso de Estambul 1 en el año 2022 es bien conocido por todos.

Otro que acaba de llegar es el rusófobo estadounidense Lindsey Graham que ya ha dicho que va a "impulsar las sanciones del Congreso de EEUU destinadas a destruir la economía rusa si Putin no muestra voluntad de negociar de buena fe sobre el futuro de Ucrania".

En el desarrollo del esperpento, las fuerzas rusas han liberado hoy ni más ni menos que 3 localidades más. Es por cosas como estas por lo que la coalición de la cocaína insiste en la tregua de 30 días, para dar oxígeno al país 404.

Mientras tanto, ayer buques de guerra de Estonia y aviones F-16 de Portugal en misión de la OTAN intentaron sin éxito apoderarse de un buque civil de bandera de Gabón en el mar Báltico aplicando las sanciones -ilegales, según el derecho internacional- que el zombi conocido como Unión Europea aprobó también ayer contra la "flota en la sombra" de Rusia. Lo curioso es que el barco estaba en aguas neutrales, por lo que, también según el derecho internacional, es un acto de piratería. Por eso Occidente abomina del derecho internacional y habla del "orden internacional basado en reglas". Su orden y sus reglas. El acto de piratería fracasó por la valentía de los marineros, que aceleraron la velocidad del buque, lo que impidió que un helicóptero estonio lo abordase, y luego apareció un avión de combate ruso que obligó a la fragata a dar la vuelta y a retirarse a los aviones.

 

Todo bajo control, por supuesto. La guerra está cada vez más cerca porque estamos viviendo los estertores del agónico y Occidente va a morir matando(nos).

El Lince

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