jueves, 3 de noviembre de 2016

Ya hay un discurso tras tantos mensajes

China lleva más de un año lanzando mensajes tanto a EEUU como a sus vasallos europeos. Especialmente a EEUU. Comenzó en septiembre del año pasado cuando en la conmemoración del 70 aniversario del triunfo sobre el fascismo japonés presentó en sociedad dos de sus más demoledoras armas: el misil "Viento del Este" y el DF-26. El primero, es capaz de hundir portaaviones; el segundo, tiene el alcance suficiente como para destruir las principales bases militares de EEUU en toda Asia, especialmente la de Guam.

Después, en febrero de este año, estableció su propio punto de referencia del precio del oro con lo que China reduce su dependencia del precio del oro en dólares y comenzaba a vincular su moneda, el renmimbi (o yuan) al oro erosionando el poder de la moneda estadounidense. Al mismo tiempo, incrementó sustancialmente las compras de oro.

En mayo, puso en funcionamiento la alternativa a la gran soga con la que Occidente ahoga a pueblos y gobiernos: el SWIFT, el sistema de pagos interbancarios internacional. China ya tiene el suyo, el CIPS, que ha obligado a Occidente a negociar un memorando de entendimiento entre ambos. Del sistema chino ya hay usuarios como Rusia e Irán, y muy probablemente se sumará al mismo a corto plazo Indonesia y algún otro país asiático como Malasia.

En septiembre China organizó la cumbre del G-20 en la que no sólo propinó sonoros desplantes a EEUU sino que se erigió de forma clara como el gran competidor de EEUU a escala global.

Y ahora, justo en la antesala de las elecciones de EEUU, ha vuelto a hacer gala de su poderío, en este caso militar, presentando el que todo el mundo considera que es, hoy por hoy, el mejor y más avanzado avión de combate que existe, el J-20 al que también se le conoce como "Poderoso Dragón". Este avión tiene una bonita historia, puesto que es el desarrollo propio de un avión estadounidense derribado por los serbios en la guerra que la OTAN lanzó contra este país en 1999. Los serbios ofrecieron los restos del avión derribado a los rusos (entonces con Yeltsin en la presidencia), que lo rechazaron, y luego a los chinos, que lo aceptaron. Esa fue la razón por la que EEUU bombardeó la embajada china en Belgrado, una afrenta que los chinos nunca han olvidado. EEUU quería impedir que esos restos del avión llegasen a China, lo que no logró.

Y ahora China da un paso más y tras tantos mensajes lanzados ya tiene su propio discurso: cuidadito con lo que hacéis porque ya no sois invulnerables. Este avión J-20 termina con la superioridad aérea de EEUU y va más allá: mientras que EEUU tiene sus mejores aviones diseñados para el combate aéreo y terrestre, el J-20 chino está diseñado, además, para atacar barcos. Es decir, es el primer avión de guerra multifuncional, con capacidad para atacar en todos los frentes.

Dado que China sólo es vulnerable por mar, puesto que gran parte de los suministros que necesita, especialmente alimenticios, llegan por esta vía, y que EEUU y sus vasallos -en este caso asiáticos, como Corea del Sur, Japón o Australia- están impulsando una especie de cerco marítimo, intentando controlar el estrecho de Malaca o el Mar del Sur de China, el que este avión haya sido presentado indica que la paciencia de China se ha acabado y que a partir de ahora el trato ya no va a ser igual, ni con EEUU ni con sus vasallos, en el ámbito militar.

El avión va a estar operativo plenamente en 2017, es decir, cuando ya haya otro presidente en EEUU. Clinton ha repetido hasta la saciedad que "hay que parar a Rusia y a China", por lo que el discurso chino da la vuelta a este argumento y dice, simple y llanamente, "atrévete". La presentación del J-20 a una semana de las elecciones es algo más que un aviso, es la constatación de que China ya no tiene ningún miedo. Al mismo tiempo, China está ya construyendo su segundo portaaviones, todo con tecnología propia -el que tiene ahora es de tecnología soviética-, y está reforzando su marina.

Y por si fuese poco, China ha presentado en la ONU una petición para aumentar sus tropas en las fuerzas de los Cascos Azules hasta los 8.000 soldados, con lo que se convertiría en el país que más Cascos Azules tiene y, por lo tanto, pasaría a comandarlos en todo el mundo. Esto es algo que quiere evitar como sea Occidente, que se ha puesto muy nervioso con este movimiento chino dado que "históricamente" estos Cascos Azules siempre han estado bajo su control (en el reparto de tareas entre EEUU y sus vasallos, es un general francés quien manda a los Cascos Azules desplegados en todo el mundo).

El discurso chino cada vez está más claro. China habla sin tapujos y actúa como una gran potencia, como una superpotencia. Si ya se atreve de forma clara a responder a EEUU y sus vasallos en lo que hasta ahora era su talón de Aquiles, el militar, también lo hace en el ámbito político. En otro movimiento que tiene mucho que ver el papel cada vez mayor que China está adquiriendo en la ONU, ayer China dio otro paso que refuerza su discurso: las normas las empiezo a marcar yo.

Supongo que sabéis que Corea del Norte sufrió hace unas semanas unas impresionantes inundaciones que arrasaron Hamgyong, una zona fronteriza con China. Aquí se llega en invierno a temperaturas medias de 15 grados bajo cero y el invierno está muy cercano. El gobierno norcoreano dijo que 16.800 casas fueron totalmente destruidas por las inundaciones y que 70.000 personas necesitaban ayuda urgente. Así que pidió ayuda a la famosa "comunidad internacional", esa tan democrática ella. Pero resulta que la famosa "comunidad internacional", tan democrática ella, se ha negado alegando que esa ayuda "puede ser utilizada por el Ejército de Corea del Norte". Y la famosa, y democrática, "comunidad internacional" alegó las sanciones de la ONU contra Corea del Norte para negarse a la petición.

En vista de esta actitud, China ha anunciado que va a actuar por su cuenta y que otorgará ayuda por un valor de 20 millones de renmimbis (2'66 millones de euros) al tiempo que critica con dureza a las agencias humanitarias internacionales por no haber respondido de forma positiva a la petición norcoreana. Sólo la Cruz Roja hizo un llamamiento similar, pero la recaudación ha sido únicamente del 25% de lo que pidió. La famosa, y democrática, "comunidad internacional" argumentó para negarse lo que ya os he comentado sobre el desvío al ejército.

Os tengo que recordar que la ONU, siempre preocupada por el bienestar de la población del planeta, incluyó en las sanciones a Corea del Norte la prohibición de exportar carbón, hierro y otros minerales con lo que deja a una buena parte de los trabajadores norcoreanos sin su principal sustento. La argumentación fue que así se privaba al gobierno norcoreano de "ingresos para sus programas de armas nucleares". Y, mira tú por dónde, resulta que una de las principales zonas productoras de carbón es Hamgyong, con lo que la tragedia se acentúa. Así que China ha dicho que una cosa son las sanciones y otra el impedir la ayuda humanitaria y que por eso ha actuado así.

¿A que adivináis que se está acusando a China de violar las sanciones impuestas por la ONU? Exacto. Pero China ya tiene su propio discurso y está actuando en función del mismo. Occidente sigue sin querer oír, por lo que sólo va a entender a estacazos y cada vez están más cercanos.

El Lince

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