martes, 10 de septiembre de 2019

O alguien más cuerdo o más loco

No hay término medio. Trump se ha deshecho del psicópata por excelencia, John Bolton, el Consejero de Seguridad Nacional de EEUU. Habrá que ver a quién nombre ahora, porque...

Hay que achacar a muchos factores esta decisión. Basta un pequeño recordatorio para ello, desde China a Rusia pasando por Irán, Venezuela, Corea del Norte, Siria, Afganistán... Todos sonoros fracasos en la política exterior de EEUU.

Sin embargo, hay que hacer mención a Irán como uno de los factores desencadenantes de esta decisión, si no ha sido el determinante. La campaña de presión máxima contra Irán está recibiendo una respuesta iraní que no esperaba EEUU y no solo en el Golfo Pérsico. El derribo del avión espía, la decisión de ir desligándose progresivamente del acuerdo nuclear -utilizando las palancas que le permite ese mismo acuerdo- en virtud de los incumplimientos de la moribunda Unión Europea, el enfrentamiento directo con Gran Bretaña por el petrolero, el llevar ese petrolero a Siria para dejar todo su cargamento, etc., son cuestiones no pequeñas. Si además se tiene en cuenta que los aliados de Irán están muy activos en Yemen, y no digamos el caso de Hizbulá, el papel de Bolton solo puede considerarse como un fracaso.

Un fracaso al que añadir Venezuela (Bolton, junto a Pompeo, ha sido el principal valedor del títere Guaidó) y Corea del Norte, donde Bolton fue quien se cargó las posibilidades de acuerdo en la reunión de Hanoi al insultar directamente a Kim Jong-un. Por no hablar de Afganistán o de Siria, países donde siempre se ha opuesto a la retirada de tropas que le gustaría a Trump.

Porque el legado de Bolton, y el de Pompeo, que no faltará mucho para que siga su camino, es espectacular, especialmente en lo que respecta a Irán: China se ha convertido en el principal socio comercial de Irán firmando un lucrativo acuerdo por valor de 400.000 millones de dólares que no será en dólares sino en renminbis, yuanes. Esto, dicho así, ya es bastante: desdolarización a gran escala. Pero es que el pilar central de este acuerdo es la inversión del equivalente a 280.000 millones de dólares en los sectores de petróleo, gas y petroquímicos. Luego ¿sanciones, qué sanciones? El resto, o sea, esos 120.000 millones restantes, es para la mejora de la infraestructura del transporte básicamente. En otras palabras: Nueva Ruta de la Seda a tope.

Junto a ello, China esta comprando petróleo iraní a precios más que apetecibles, con descuentos que van desde el 12% hasta el 20%. Se dice que las sanciones estadounidenses al petróleo iraní han hecho que la producción diaria haya bajado de 3'8 millones de barriles diarios a 2'2, de los que exportaría unos 700.000 aproximadamente y que de esa cantidad China estaría comprando unos 220.000. Sea cierto o no, lo que sí es cierto es que Irán vende y China compra, por lo que EEUU no puede vanagloriarse, como lo viene haciendo, de que está impidiendo el comercio de petróleo iraní.Y resulta que ese comercio tiene un principal comprador, que no es un cualquiera: China, que desafía abiertamente a EEUU.

No solo eso, sino que China está mediando con los países árabes hasta ahora más beligerantes con Irán, como es especialmente el caso de los Emiratos Árabes Unidos y, de rebote, con Arabia Saudita, para normalizar las relaciones con Teherán.

Así que bien por el legado de Bolton, no cabe duda. Bueno, una duda sí: si Trump decide nombrar en su puesto a alguien más cuerdo o más loco.

El Lince

1 comentario:

  1. Toda la administración americana, todos sus políticos excepto dos o tres son la mafia, todos mafiosos.

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