sábado, 31 de julio de 2021

El juego de las diferencias

Dicen por ahí que el deporte es un juego. Y como ahora están los Juegos Olímpicos y es fin de semana, cuando la gente sale a pasear, saca la bici y esas cosas, es apropiado hablar de ello. Del juego de las diferencias.

Érase una vez un país en el que la gente se enorgullecía de tres cosas: enseñanza, sanidad... y deporte. Ese país es agredido desde hace más de 60 años, cada vez más y cada vez tiene más dificultades, pero hay algo en lo que no falla: el compromiso. En ese país el deporte no está pensado como negocio, sino como una forma de ayuda a mantener la salud de la población, además de como juego.

En ese país, desde el primer momento en el que una panda de desarrapados derrocó al aliado de EEUU, se estimuló la práctica masiva del deporte y la educación física, al tiempo que se hizo gratuito el acceso a todo tipo de espectáculo deportivo. Ello se incardinaba como una de las misiones principales del trabajo comunitario, el propiciar el protagonismo de la comunidad y, así, encontrar en ella sus propios agentes de transformación, potenciar sus auténticos valores para contribuir a su enriquecimiento y rechazar las actitudes pasivas y consumistas. Esto no quiere decir que se lograse al cien por cien, pero desde luego se dio un gran impulso porque así fuera.

En medio de la profesionalización, la comercialización, el robo de talentos y todo eso a que estamos acostumbrados en Occidente, ese país fue luchando contra viento y marea incluso en los momentos más difíciles, cuando no llegaban los instrumentos deportivos necesarios y desaparecían los países con quienes tenía convenios deportivos. Hubo algunos deportistas que desertaron (el brillo del oro), otros que salieron en virtud de convenios con clubes de otros países y otros que se mantuvieron.

Ayer hubo un enfrentamiento entre el desertor y el que se mantuvo. Fue en los Juegos Olímpicos y en boxeo. El primero había abandonado ese país en 2016 y en 2020 el gobierno español, "el más progresista de la historia" (sic) le condedió la nacionalidad exprés, o sea, por la vía rápida y sin cumplir todos los requisitos legales -a través de un real decreto- porque era considerado una "baza segura" para medalla olímpica. Como dice la Federación Española de Boxeo sin ningún rubor, los trámites se hicieron "porque pensamos que sería una buena baza". Y ahí comenzó todo.

El desertor hizo lo que tenía que hacer: ganarse la confianza de quien le pagaba, y bien. Pero nunca ha abandonado el resquemor, ni el odio porque una de las razones para abandonar ese país era que estaba "harto" de que la federación de boxeo de ese país no apostase por él. Porque resulta que el que se mantenía en ese país competía en su misma categoría y le superaba siempre y le cerraba el paso. Y el destino ha querido que el desertor y el que se mantenía, ese mismo que le "cerraba el paso", se enfrentasen en los Juegos Olímpicos.

Y el desertor, ahora nacionalizado español por la vía rápida (dudo que lo lean, pero si alguien lo hace y llega a España en situación irregular ya sabe lo que tiene que hacer para conseguir la nacionalidad exprés) hizo lo que tenía que hacer: arremeter contra el que se mantenía. El desertor dijo al saber qué rival le deparaba el destino que "la pelea tiene connotaciones políticas".

El desertor, desertó de Cuba. El que se mantiene, se mantiene en Cuba. El desertor dijo antes del combate que "el pueblo cubano tiene que seguir luchando y tomar su libertad" y que si ganaba gritaría "Patria o vida". Y como hacen todos los desertores, dijo la bravuconada de "van a rodar cabezas".

El que se mantiene no contestó al desertor. Los medios de propaganda de la burguesía española dejaron entrever que era un síntoma de debilidad, no en vano se creen sus propias tonterías. Tanto que, cuando el desertor perdió, echaron la culpa a los árbitros y dijeron, como el desertor, que había sido una decisión política.

El nombre del desertor, hoy español, no importa. El nombre del que se mantiene en Cuba se ha hecho un poco más grande: Julio César La Cruz. Porque nada más terminar el combate calló al desertor (y a quienes le han estado jaleando) de esta manera: 

Como es fin de semana, si queréis entreteneros, buscad las diferencias en este juego (o deporte). Igual las encontráis.

El Lince

martes, 27 de julio de 2021

El agua aún corre profunda

Todo comenzó en noviembre de 2020, cuando el gobierno chino detuvo la oferta pública de adquisición de acciones del Grupo Ant, propiedad del multimillonario Jack Ma. Esta empresa es "el brazo financiero" de Alibaba, el buque insignia de Ma. Todo el capitalismo, sobre todo el no chino, salió en defensa de Ma porque "los burócratas de nivel medio" se habían atrevido a ir contra el "hombre más rico de China". Y es que eso no se hace, como es sabido. Los capitalistas, en este caso chinos y no chinos, vieron cómo se fortalecía el papel del Estado "restringuiendo a la bestia del capital" (sic) en aras del desarrollo socialista y del bien público. 

Fue una "represión que evidencia el poder centralizado de los comunistas", se dijo en EEUU y en la moribunda Europa aunque lo que había era una acción que se incardina dentro de la "economía de mercado socialista" de China en la que los servicios bancarios y financieros operan bajo el control estatal para el interés público. Es decir: se atajó la especulación, las burbujas financieras y todo lo que es responsable de las crisis financieras cíclicas en el capitalismo. No es que se fuese a producir algo así en China, pero de haberlo dejado se podría haber producido. Y el gobierno chino decidió actuar para que algo así no se produjese nunca.

Quíerase o no, ahora que todavía se está viviendo en la estela del centenario del Partido Comunista de China, se puede recurrir a Marx para argumentar que el control del capital es crucial para el proyecto de desarrollo socialista y que si se deja al capital a su albedrío pronto se podrá de manifiesto que sus intereses de clase superan su lealtad nacional. Mirad a vuestros países respectivos y opinad.

Aunque no se puede negar que en los últimos 40 años de China, sobre todo los primeros 30 años de esos 40, el capitalismo fue crucial para impulsar el desarrollo de la China de hoy. Pero a un gran costo al que ahora parece que se le están poniendo cotos. Reconocer esto es puro materialismo histórico.

Como somos unos paletos egocéntricos que solo nos miramos el ombligo, occidental, por supuesto, no sabemos que en China hay una gran escuela de escritores de ciencia-ficción. Uno de ellos es Liu Cixin que en una de sus novelas imagina un capitalismo total que monopoliza todos los recursos del planeta, incluidos el aire, el agua y la tierra. Como la gente quiere vivir, paga por el uso de todo ello. No sé yo si esto es ciencia-ficción o es una novela premonitoria sobre lo que se avecina. Pero esto es lo que se cortó de raíz con la acción contra Ma. Porque si en China hay "capitalistas patriotas" como dicen algunos de ellos que son, es temendamente difícil que estos individuos traicionen a su clase porque no hay clase que traicione sus intereses y ganancias. Para el capitalismo no hay patria, solo bolsillo. Donde haya gente buscará ganancia y hará todo lo necesario para ello.

El capital, en cualquier país Occidental, ejerce una gran influencia sobre la escena política del Estado y en la moribunda Europa es evidente que los gobiernos tienen poca autoridad frente a él. Incluso colapsan cuando el capital decide que el gobierno de turno ya no sirve bien a sus intereses. Dentro de poco podemos ver algo parecido en Alemania.

Aparte de todo esto, el capitalismo deforma la mente de las personas. En China también. Su crecimiento es incuestionable, hasta convertirse en la primera potencia económica de hoy día, por mucho que todavía se diga por ahí que es EEUU y que China no lo será hasta el 2028, pero siendo ello incuestionable China también ha perdido muchas cosas en términos de filosofía y valores. El consumismo ocupa, como en nuestras sociedades, un lugar central. La mentalidad frívola, ansiosa y desinteresada, también. Los sueños burgueses son casi los mismos que en Occidente. Pero, a diferencia de en otras partes, en China hay mucha resistencia. Tanta, que obliga al gobierno a dar un golpe de timón.

Y es por eso por lo que el capitalismo, en China, tiene muchas dificultades para expandirse sin restricciones. El Estado lo vio a tiempo con el caso Ma. Y actuó. Pero no se ha quedado ahí. Ahora ha arremetido contra el muy lucrativo sector de la educación privada.

Esta semana China ha aumentado los fondos y los medios a su sector público de enseñanza y ha fortalecido su control sobre el sector de la educación privada. 

En China la educación está muy por encima de la media de cualquier país (algún día os lo explicaré) y las academias privadas, los cursos de apoyo y preparación a los exámenes y la educación competitiva llevan mucho tiempo haciendo su agosto. Hasta ahora. Los nuevos ricos, obsesionados con el éxito de su prole, no tienen reparos en gastar lo que sea para que se hagan un huequito entre la élite. Esto ha permitido que haya gigantes de la educación similares a Ma y algunos de ellos son quienes tienen como referencia el modelo educativo de EEUU. 

Pero llegó el comandante y mandó parar, parafraseando a Carlos Puebla hablando de Fidel Castro. El gobierno chino acaba de aprobar una ley que restringe bastante los privilegios de que gozaba la enseñanza privada. Hasta tal punto, que las ondas de esta ola de choque se han sentido en... EEUU. Una pequeñísima reseña que vi el otro día decía que las pérdidas que iba a causar la nueva legislación para la enseñanza privada superaría los 1.300 millones de euros solo en las empresas punteras con relación con EEUU.

El gobierno chino no solo está recuperando textos escolares de contenido propio, alejándose del "modelo occidental", sino que está acotando también este campo tan importante de penetración del capitalismo en las nuevas generaciones. Prácticas que hasta ahora eran si no alentadas sí toleradas se tienen que tentar la ropa. Y ¿sabéis qué día se ha aprobado la nueva ley? El 26 de julio, otra fecha emblemática en otro país: Cuba.

El Lince

jueves, 22 de julio de 2021

La nación Arcoiris

No, no tiene nada que ver con el rollo LGTBI, tan de moda. Para nada. Lamento decir que antes de todo ello hubo alguien que habló de "la nación Arcoiris" como un concepto aglutinador de todos los habitantes de un país en concreto: Sudáfrica. Ese alguien fue Nelson Mandela cuando, tras ser liberado de la cárcel en la que se pasó casi 30 años acusado de todo, siendo los calificativos más usados el de comunista -que lo era, siendo miembro del Partido Comunista de Sudáfrica-, y el de terrorista -porque fundó una organización armada, "La Lanza de la Nación", para luchar contra el apartheid- llegó a la presidencia.

Mandela fue liberado solo después de que los blancos y sus protectores, léase EEUU y Occidente, se hubiesen asegurado que se mantendría gran parte de sus privilegios y, sobre todo, una política económica neoliberal aunque aceptando la introducción de algunos aspectos que mitigasen esa política como medidas para una reforma de la propiedad de la tierra, el combate a la pobreza y la expansión de los servicios de salud, por poner unos ejemplos. Mandela era un hombre ya muy mayor cuando fue presidente durante cinco años y no pudo hacer mucho porque el país había sido destrozado por completo. 

Cuando era un poco más joven que ahora tuve la oportunidad de hacer una entrevista a Mandela siendo ya presidente y en el marco de un viaje oficial a España. Su sencillez era espectacular, y su paciencia con un tipo como yo muy de elogiar. Me sentía bastante cohibido ante un hombre motivo de orgullo e inspiración para todos los explotados por el capitalismo pero, al mismo tiempo, un hombre que era utilizado sin rubor por la burguesía -como se había hecho antes con Gandhi- para su política de "pelillos a la mar", de "reconciliación nacional", de "diálogo", de casi una convivencia feliz entre ricos y pobres y todos contentos, y así. Y le pregunté sobre ello, así como sobre la contradicción entre lo que había defendido durante tanto tiempo (nacionalización de las minas, de los bancos, de las industrias monopolísticas) y lo que estaba haciendo el Congreso Nacional Africano en el gobierno. Me vino a decir que no habían tenido más remedio que aceptar las condiciones del FMI, además de EEUU y los países occidentales. Interprétese como se quiera esas palabras.

En cualquier caso, eso es historia mía, si se quiere. Lo cierto es que en Sudáfrica al hilo de esta política se creó una importante clase capitalista negra que incluyó a importantes cuadros del CNA y dirigentes sindicales como Cyril Ramaphosa, el actual presidente del país. Por el contrario, la inmensa mayoría de la población negra las sigue pasando canutas y eso ha supuesto que en varias ocasiones haya habido explosiones sociales y huelgas masivas que muchas veces han terminado como ahora: con una importante represión y muertos.

Tal vez me consideréis un fantasioso pero no dudo en afirmar que se ha entrado en una nueva era en Sudáfrica. Primero, porque la explosión social se produce cuando la tasa oficial de paro en el país es del 32%, y de ahí los ataques masivos a centros comerciales en todo el país. Segundo, porque la represión ha sido de una parte del CNA contra otra parte del CNA. Es decir, de los partidarios de Ramaphosa contra los partidarios de Jacob Zuma, el presidente antecesor y que tuvo que dimitir hace tres años.

Zuma fue destituido de la presidencia en 2018 acusado de corrupción. Ramaphosa lanzó una campaña de anticorrupción para justificar la destitución. Pero...

Lo que hay detrás es no solo una lucha ideológica sino una lucha política y, también, una lucha étnica. Zuma es zulú, Ramaphosa es bantú. Esto, que en la época de la lucha contra el apartheid no tenía importancia, ahora la adquiere. Porque los primeros son partidarios del restablecimiento de la independencia económica del país y la eliminación de todos los controles externos, es decir, romper con el FMI, mientras que los segundos defienden el status quo. Además, con la destitución de Zuma se inició un proceso para destituir a todos sus partidarios de los más altos cargos del CNA que terminó con la disolución de la organización de los veteranos de "La Lanza de la Nación". Es decir, que el gobierno se cargó la asociación que cobijaba a los luchadores de primera línea contra el apartheid y en la que Zuma tuvo un importante papel. Este fue uno de los desencadenantes de las protestas, por cierto.

El gobierno sudafricano ha hablado de "intento de rebelión" y que por ello se envió al ejército para reprimir las protestas, especialmente en dos provincias de mayoría zulú. No lo parece, pero sí un importante movimiento de rechazo a las políticas entregistas del gobierno. Porque a pesar de la transferencia de poder político que simbolizó la presidencia de Mandela, la propiedad de los medios de producción quedó en las manos en que estaban y a las que se añadió un pequeño y selecto grupo de nuevos dirigentes que no ha hecho más que aumentar su riqueza en detrimento del pueblo.

Tal y como yo lo veo, es un enfrentamiento entre dos ramas del CNA que se revisten de enfrentamiento étnico. La nación Arcoiris de la que hablaba Mandela ya está perdiendo el brillo de los colores y, desde luego, la situación es muy tensa por lo que intentaré volver sobre ello.

El Lince

lunes, 19 de julio de 2021

Policrítica en la hora de los chacales

Explicación del título: hablando de los complejos problemas cubanos, una amiga francesa mezcló los términos crítica y política, inventando la palabra “policritique”. Al escucharla pensé (también en francés) que entre poli y tique se situaba la sílaba cri, es decir grito. Grito político, crítica política en la que el grito está ahí como un pulmón que respira; así he entendido siempre, así la seguiré sintiendo y diciendo. Hoy hay que gritar una política crítica, hay que criticar gritando cada vez que se lo cree justo: sólo así podremos acabar un día con los chacales y las hienas. 

De qué sirve escribir la buena prosa,
De qué vale que exponga razones y argumentos
Si los chacales velan, la manada se tira contra el verbo,
Lo mutilan, le sacan lo que quieren, dejan de lado el resto,
Vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos,
Los chacales son sabios en los télex,
Son las tijeras de la infamia y del malentendido,
Manada universal, blancos, negros, albinos,
Lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman,
De qué sirve escribir midiendo cada frase,
De qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen la
Conducta
Si al otro día los periódicos, los consejeros, las agencias,
Los policías disfrazados,
Los asesores del gorila, los abogados de los trusts
Se encargarán de la versión más adecuada para consumo de
inocentes o de crápulas,
fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se
instala,
y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta
tierra nuestra
que abre su diario y busca su verdad y se encuentra
con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando
baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien
cree
y hay quien olvida el resto, tantos años de amor y de combate,
porque así es, compadre, los chacales lo saben: la memoria es
falible
y como en los contratos, como en los testamentos, el diario de
hoy con sus noticias invalida
todo lo precedente, hunde el pasado en la basura de un presente
traficado y mentido.

Entonces no, mejor ser lo que se es,
Decir eso que quema la lengua y el estómago, siempre habrá
Quien entienda
Este lenguaje que del fondo viene
Como del fondo brotan el semen, la leche, las espigas.
Y el que espera otra cosa, la defensa o la fina explicación,
La reincidencia o el escape, nada más fácil que comprar el diario
Made in USA
Y leer los comentarios a este texto, las versiones de Reuter o
De la UPI
Donde los chacales sabihondos le darán la versión satisfactoria,
Donde editorialistas mexicanos o brasileños o argentinos
Traducirán para él, con tanta generosidad,
Las instrucciones del chacal con sede en Washington,
Las pondrán en correcto castellano, mezcladas con saliva
nacional
Con mierda autóctona, fácil de tragar.
No me excuso de nada, y sobre todo
No excuso este lenguaje,
Es la hora del Chacal, de los chacales y de sus obedientes:
Los mando a todos a la reputa madre que los parió,
Y digo lo que vivo y lo que siento y lo que sufro y lo que
Espero.

Diariamente, en mi mesa, los recortes de prensa: París,
Londres,
Nueva York, Buenos Aires, México City, Río. Diariamente
(en poco tiempo, apenas dos semanas) la máquina montada,
la operación cumplida, los liberales encantados, los
revolucionarios confundidos,
la violación con letra impresa, los comentarios compungidos,
alianza de chacales y de puros, la manada feliz, todo va bien.
Me cuesta emplear esta primera persona del singular, y más me
Cuesta
Decir: esto es así, o esto es mentira. Todo escritor, Narciso, se
Masturba
Defendiendo su nombre, el Occidente
Lo ha llenado de orgullo solitario. ¿Quién soy yo
Frente a los pueblos que luchan por la sal y la vida,
Con qué derecho he de llenar más páginas con negociaciones y
Opiniones personales?
Si hablo de mí es que acaso, compañero,
Allí donde te encuentran estas líneas,
Me ayudarás, te ayudaré a matar a los chacales,
Veremos más preciso el horizonte, más verde el mar y más
Seguro el hombre.
Les hablo a todos mis hermanos, pero miro hacia Cuba,
No sé de otra manera mejor para abarcar la América Latina.
Comprendo a Cuba como sólo se comprende al ser amado,
los gestos, las distancias y tantas diferencias,
las cóleras, los gritos: por encima está el sol, la libertad.

Y todo empieza por lo opuesto, por un poeta encarcelado,
Por la necesidad de comprender por qué, de preguntar y de
Esperar,
Qué sabemos aquí de lo qué pasa, tantos que somos Cuba,
Tantos que diariamente resistimos el aluvión y el vómito
De las buenas conciencias,
De los desencantados, de los que ven cambiar ese modelo
Que imaginaron por su cuenta y en sus casas, para dormir
Tranquilos
Sin hacer nada, sin mirar de cerca, la luna de miel barata con su isla
Paraíso
Lo bastante lejana para ser de verdad paraíso
Y que de golpe encuentran en su cielito lindo les cae en la
Cabeza.
Tienes razón Fidel: sólo en la brega hay derecho al
Descontento,
Sólo de adentro ha de salir la crítica, la búsqueda de fórmulas
Mejores,
Sí, pero de adentro es tan afuera a veces,
Y si hoy me aparto para siempre del liberal a la violeta, de los
que firman los virtuosos textos
por-que-Cu-ba-no-es-eso-que-e-xi-gen-sus-es-que-mas-de-bu-fe-te,
no me creo excepción, soy como ellos, qué habré hecho por
Cuba más allá del amor,
Qué habré dado por Cuba más allá de un deseo, una esperanza.
Pero me aparto ahora de su mundo ideal, de sus esquemas,
Precisamente ahora cuando
Se me pone en la puerta de lo que amo, se me prohíbe
Defenderlo,
Es ahora que ejerzo mi derecho a elegir, a estar una vez más y
Más que nunca
Con tu Revolución, mi Cuba, a mi manera. Y mi manera torpe,
A manotazos,
Es ésta, es repetir lo que me gusta o no me gusta,
Aceptando el reproche de hablar desde tan lejos
Y a la vez insistiendo (cuántas veces lo habré hecho para el
Viento)
En que soy lo que soy, y no soy nada, y esa nada es mi tierra
Americana,
Y como pueda y donde este signo siendo tierra, y por sus
Hombres
Escribo cada letra de mis libros y vivo cada día de mi vida. 

Comentario de los chacales (vía México, reproducida con alborozo en Río de Janeiro y Buenos Aires): “El ahora francés Julio Cortázar… etc.”. De nuevo el patrioterismo de escarapela, cómodo y rendidor, de nuevo la baba de los resentidos, de tantos que se quedan en sus pozos sin hacer nada, sin ser oídos más que en sus casas a la hora del bife; como si en algo dejara yo de ser latinoamericano, como si un cambio a nivel de pasaporte (y ni siquiera lo es, pero no vamos a poner a explicar, al chacal se lo patea y se acabó) mi corazón fuera a cambiar, mi conducta fuera a cambiar, mi camino fuera a cambiar. Demasiado asco para seguir con esto; mi patria es otra cosa, nacionalista infeliz; me sueno los mocos con tu bandera de pacotilla, ahí donde estés. La revolución también es otra cosa; a su término, muy lejos, tal vez infinitamente lejos, hay una magnífica quema de banderas, una fogata de trapos manchados por todas las mentiras y la sangre de la historia de los chacales y los resentidos y los mediocres y los burócratas y los gorilas y los lacayos.

Y así es, compañeros, si me oyen en La Habana, en cualquier
parte,
hay cosas que no trago,
hay cosas que no puedo tragar en una marcha hacia la luz,
nadie llega a la luz si saca a relucir los podridos fantasmas del pasado,
si los perjuicios, los tabúes del macho y de la hembra
siguen en sus maletas,
y si un vocabulario de casuistas cuando no de energúmenos
arma la burocracia del idioma y los cerebros, condiciona a los
pueblos
que Marx y que Lenin soñaron libres por dentro y por fuera,
en carne y en conciencia y en amor,
en alegría y trabajo.
Por eso, compañeros, sé que puedo decirles
Lo que creo y no creo, lo que acepto y no acepto,
Está mi policrítica, mi herramienta de luz,
Y en Cuba sé de ese combate contra tanto enemigo,
Sé de esa isla de hombres enteros que nunca olvidarán la risa y
La ternura,
Que las defenderán enamoradamente,
Que cantan y que beben entre turnos de brega, que hacen
Guardia fumando,
Que son los que buscó Martí, lo que firmaron con su sangre
Tantos muertos
A la hora de caer frente a chacales de dentro y a chacales de
Fuera.
No seré yo quien proclame al divino botón el coraje de Cuba y
Su combate;

Siempre hay alguna hiena maquinada de juez, poeta o crítico,
Lista a cantar las loas de lo que odia en el fondo de sus tripas,
Pronta a asfixiar la voz de los que quieren el verdadero diálogo,
El contacto
Por lo alto y por lo bajo: contacto con ese hombre que manda
En el peligro porque el pueblo
Cuenta con él y sabe
Que está ahí porque es justo, porque en él se define
La razón de la lucha, del duro derrotero,
Porque jugó su vida con Camilo y el Che y tantos que pueblan
De huesos y memorias la tierra de la palma;
Y también en contacto Con el otro, el sencillo camarada que necesita la palabra y el rumbo
Para impulsar mejor la máquina, para cortar mejor la caña.

Nadie espere de mí el elogio fácil,
Pero hoy es más que nunca tiempo de decisión y de aguas
Claras:
Diálogo pido, encuentro en las borrascas, policríticas diaria,
No acepto la repetición de humillaciones torpes,
No acepto risas de los fariseos convencidos de que todo anda
Bien después de cada ejemplo,
No acepto la intimidación ni la vergüenza. Y es por eso que
Acepto
La crítica de veras, la que viene de aquel que aguanta en el
timón,
de aquellos que pelean por una causa justa, allá o aquí, en lo
alto o en lo bajo,
y reconozco la torpeza de pretender saberlo todo desde un mero
escritorio
y busco humildemente la verdad en los hechos de ayer y de
mañana,
y te busco la cara, Cuba la muy querida, y soy el que fue a ti
como se va a beber el agua, con la sed que será racimo o canto.
Revolución hecha de hombres,
Llena estarás de errores y desvíos, llena estarás de lágrimas y
Ausencias,
Pero a mí, a los que tantos en horizontes somos pedazos de
América Latina,
Tú nos comprenderás al término del día,
Volveremos a vernos, a estar juntos, carajo,
Contra hienas y cerdos y chacales de cualquier meridiano,
Contra tibios y flojos y escribas y lacayos
En París, en La Habana o Buenos Aires,
Contra lo peor que duerme en lo mejor, contra el peligro
De quedarse atascado en plena ruta, de no cortar los nudos
Machetazo limpio,
Así yo sé que un día volveremos a vernos,
Buenos días, Fidel, buenos días, Haydée, buenos días mi Casa,
Mi sitio en los amigos y en las calles, mi buchito, mi amor,
Mi caimancito herido y más vivo que nunca,
Yo soy esta palabra mano a mano como otros son tus ojos o tus
Músculos,
Todos juntos iremos a la zafra futura,
Al azúcar de un tiempo sin imperios ni esclavos.

Hablémonos, eso es de hombres: al comienzo
fue el diálogo. Déjame defenderte
cuando asome el chacal de turno, déjame estar ahí. Y si no lo
quieres,
oye, compadre, olvida tanta crisis barata. Empecemos de nuevo,
di lo tuyo, aquí estoy, aquí te espero; toma, fuma conmigo,
largo es el día, el humo ahuyenta los mosquitos. Sabes,
nunca estuve tan cerca
como ahora, de lejos, contra viento y marea. El día nace.

Julio Cortázar

viernes, 16 de julio de 2021

La abeja hace su labor

La abeja cubana está haciendo su labor. Ya no se contenta con mirar el frasco de miel, sino que está volviendo a hacerla. Bien. Los discursos y las actitudes van ahora de la mano. Como tiene que ser. 

Veo a la gente algo angustiada por cómo los medios de propaganda de la burguesía están tratando el tema. No aprendemos. Hay una palabra mágica en México que deberíamos llevar tatuada en lugar visible: "ningunear". El día que seamos capaces de ningunear a los medios de propaganda de la burguesía habremos dado un gran paso hacia nuestra propia emancipación. Mientras tanto, no. 

Las protestas de hace unos días han tenido (utilizo el pasado porque si se mantiene el control revolucionario y el pueblo en la calle en su defensa tardarán en reproducirse) un fácil caldo de cultivo para la agresión aunque en ellas haya participado gente agotada y desorientada por los apagones, las dificultades económicas y el coronavirus. Y es innegable que se ha intentado terminar con el modelo político y social cubano.

Cuba ya ha vivido años más difíciles que estos dos últimos, sobre todo esos terribles 1992-1993 del Período Especial en el que la economía se derrumbó a niveles inimaginables e insoportables que solo la militancia revolucionaria fue capaz de afrontar, sostener y doblegar. Los llamados países socialistas se habían desvanecido en el humo, ningún país estaba interesado en el comercio con Cuba y los más ilustrados izquierdistas solo le daban seis meses "al régimen". Pues han pasado 30 años. Cuba salió adelante. No se doblegó. 

En esos años también hubo protestas por la alimentación. ¿Alguien recuerda que Fidel Castro salió a las calles a enfrentar el enfado de la gente, por una parte, y a explicar el por qué de la situación y de la actitud del gobierno? Fidel siempre, siempre, mostró su preocupación por el pueblo. Y la situación se controló.

Del Período Especial se salió diez años después, como quien dice. Fueron años de total aislamiento en los que Cuba fue un ejemplo de resistencia y de coraje. Su ejemplo, porque fue un ejemplo, sirvió para el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela en 1998. Fue, también, el faro para la llamada "ola progresista" que se extendió por América Latina en los años siguientes (Brasil, Bolivia, Ecuador, Argentina) y solo los tradicionales vasallos de EEUU (Chile, Perú, Colombia) se mantuvieron al margen.

Pero la contrapartida fue que el bloqueo de EEUU se internacionalizó aún más, aunque esa "ola progresista" permitió limitar algunos de sus efectos. Cuba intercambió conocimientos por combustible y médicos y maestros por alimentos y materias primas. Y tuvo que abrir la isla al turismo, con su doble circulación del dinero y las inevitables desigualdades que ello conlleva. 

Pese a ello, lo que en otros lugares hubiese llevado a un duro conflicto de clases, sí, de clases, en Cuba no se produjo porque el gobierno gestionó de la mejor manera posible la redistribución social de los recursos que tenía a su disposición. Sin ocultar ni el descontento ni los agravios porque las contradicciones nunca se pueden negar ni ocultar. Pero sí se gestionan desde la visión política y social que inspira un modelo de sociedad. Comparad dos gobiernos y dos situaciones: Cuba y Colombia. Sacad vuestras propias conclusiones.

La "ola progresista" desapareció como desaparecen las olas. El bloqueo se impuso también a Venezuela (ahora con las sanciones) y Cuba volvió a tener una situación difícil. China ayuda, Rusia también. Pero China y Rusia están muy lejos geográficamente. Y el COVID arruinó a la principal entrada de divisas, el turismo.

El único recurso que le queda hoy a Cuba es la vacuna, las vacunas anti-COVID. Una de ellas, Abdala, es tan o más eficaz que la Sputnik y la Pfizer. Pero EEUU hará todo lo posible porque no se pueda comercializar. Abdala está mostrando una eficacia asombrosa, del 92'28% frente a la enfermedad sintomática y está en la fase III de su ensayo clínico. Está a muy pocos meses de su fabricación en masa. Por eso son muy sospechosas las protestas y dónde se han producido, en el centro de la pandemia en Cuba.

Si se fabrica un medicamento eficaz y luego no puede venderse ¿la gente se preguntará qué repercusiones tiene eso? No. Si a Cuba se le imponen condiciones más duras que a cualquier otro país para acceder a un préstamo o para conseguir jeringuillas, por ejemplo, ¿la gente se preguntará qué repercusiones tiene eso? No. Verán los efectos, pero no las causas. Y las causas están en el bloqueo impuesto por EEUU, que asfixia a la economía y golpea directamente a la población.

Los datos de cómo Cuba ha enfrentado la pandemia son claros y dicen que la ha manejado mucho mejor que cualquier país latinoamericano e, incluso, occidental. Pero las dificultades y la inseguridad por la pandemia han provocado las protestas y el malestar ante una crisis con muchas incógnitas. Y aquí han entrado los de siempre, desde donde siempre.

Como digo, la reacción ha sido la correcta. La abeja se había conformado mirando el tarro de miel, no trabajaba. Ahora lo hace. Es buena la movilización de abajo y de arriba, que se manejen las contradicciones como se hizo en el Período Especial y que, a la postre, sirvió de galvanizador para toda América Latina. Todos tenemos una pequeña deuda con Cuba y debemos actuar para que lo vuelva a hacer. Incluso mejor. Se lo debemos.

El Lince

lunes, 12 de julio de 2021

Ahogarse en miel

Lenin, en su "El Estado y la revolución", ya nos dio una lección impagable: advertía que la clase dominante, y sus representantes mediáticos, académicos y políticos, practican el arte de distorsionar a los revolucionarios y a las grandes ideas revolucionarias -"sometidas a persecuciones y acogida su doctrina con la rabia más salvaje"- y después de la muerte de quienes eran combatidos "se les convierte en iconos inofensivos (...) rodeando sus nombres de cierta aureola de gloria para consolar y engañar a las clases oprimidas". 

El ejemplo del Ché es evidente. Y dentro de los movimientos de liberación de podrían poder decenas de ejemplos, siendo hoy el más notable el de los kurdos, o las kurdas, por ejemplo, con todo su rollete de autogestión cuando son simples peones geopolíticos de EEUU sin que esto permee, curiosamente, ni un ápice de su aureola "revolucionaria". O del BLM.

El capital ha invertido dinero, tiempo y esfuerzo en esta campaña. Han sido años de trabajo, de financiación de organizaciones, de asunción de un discurso clásico de la izquierda que ha sido vaciado de todo contenido (solidaridad, compromiso, compañerismo, igualdad...) que ha vaciado a la misma izquierda de sus pretensiones y aspiraciones hasta hacerse otro apéndice más de la burguesía. 

Nosotros mismos asumimos alegremente todo esto. Somos como la abeja que se ahoga en miel.

Algo de eso es lo que pasa en Cuba. Desde hace tiempo ya no se acompaña eso de que toda difusión de conciencia tiene que ir acompañada de la acción. Ha tenido que producirse un estallido, en un momento muy concreto, para que se reaccione. Como se tiene muy cercano el ejemplo de China, es un buen espejo en el que mirarse. Allí la militancia del PCCh fue la primera en dar la cara contra el coronavirus, fue la primera en ayudar en el entorno social y en ayudar y completar las medidas impulsadas por el gobierno. 

La concienciación ha sido siempre el primer paso para apoyar cualquier tema: o profundizando en él contribuyendo a su análisis y estudio, o trabajando activamente sacrificando tiempo en apoyo de la causa. Cuando eso desaparece, aparece el peligro. En Venezuela lo vieron y lo hicieron (tarde, pero lo hicieron).

En Cuba ha habido excesiva laxitud, confiando en el indudable éxito de las vacunas que muy pronto tendrán el ciclo completo de investigación y difusión. Pero el bloqueo (que sigue con Biden) y las consecuencias del coronavirus dejaban un fácil caldo de cultivo para la agresión. Y se ha utilizado. Ha habido gente que se ha dejado seducir hastiada de apagones y de dificultades económicas, gente agotada y desorientada por lo que está ocurriendo. Las manifestaciones son las más numerosas desde los años 90, cuando Cuba vivía (casi es un decir) asociada al colapso soviético. Entonces los militantes comunistas fueron la vanguardia en casi todo. Y el "período especial", duro, muy duro, se pudo superar. Ahora la militancia no ha actuado como vanguardia, ha estado adormecida y ha sido sorprendida. La reacción es buena, pero tiene que ser sostenida en el tiempo y, sobre todo, fortalecida hasta que las vacunas estén operativas. 

Porque aquí voy a introducir una variante que me parece interesante: el hecho de que la vacuna Abdala esté a punto de ser operativa (con una eficiencia tan alta o más que la rusa Sputnik o la estadounidense Pfizer) puede convertir a la isla en un puntal entre los países que están siendo postergados en el reparto y distribución de vacunas (o sea, todos los no occidentales). Eso se traduce, también, en dinero con el que Cuba puede paliar su difícil situación. Y eso es lo que había que impedir

Puede que sea casual o puede que no (y yo soy muy mal pensado), pero las manifestaciones se han producido en sitios donde más casos de COVID-19 ha habido. Se han producido en sitios que se corresponden con el estallido de la pandemia en Cuba. Díaz Canel ha hecho bien yendo allí y abordándolo in situ con la gente.

No tiene que haber un estancamiento entre el discurso y las actitudes. Cuba es fuerte y tiene en su mano una herramienta vital, algo que conlleva más fuerza para enfrentar el desafío. Pero para ello ya no basta con la resistencia, ni con contentarse con las votaciones de la ONU contra el bloqueo. Eso es contentarse con mirar el bote de miel, porque la abeja que no hace su labor y se contenta con mirarlo también se puede caer en él y ahogarse. 

El Lince

miércoles, 7 de julio de 2021

Una hipótesis para explicar el colapso

Hablando de Einstein y del tiempo, aquí tenemos una nueva muestra: estamos como en Saigón en 1975 cuando los funcionarios y familiares del régimen de Diem se pegaban por montar en helicópteros y aviones antes de la entrada del Vietcong (Vietnam Congsan, Vietnam Rojo) en la capital de Vietnam del Sur. Estamos en otro Vietnam de EEUU, solo que esta vez en Afganistán.  

 

La derrota de EEUU y sus vasallos de la OTAN es evidente e incontestable, al igual que el colapso del poder estatal y militar del gobierno impuesto por ellos. Y eso, a pesar de los intentos de EEUU de vincular su retirada a la creación de un gobierno de coalición donde intentar mantener algo de poder, directo o indirecto. Desde luego, los talibanes no se sienten obligados a nada más que a respetar la retirada de los occidentales. Es lo único que están cumpliendo porque su avance es rápido, muy rápido.

 Si hace una semana la situación es la que os comenté en este mapa, la de ahora deja bien claro el colapso total del régimen pro-occidental. Los talibanes están capturando distritos y ciudades casi sin disparar un tiro, haciendo cientos de prisioneros y logrando una gran cantidad de armamento, incluidos vehículos blindados y artillería.

Ahora bien, EEUU no se va del todo porque deja no solo unos cientos de soldados sino muchos miles de contratistas y, lo más importante, está negociando casi a la desesperada con los países limítrofes, sobre todo Kirguizistán, para que pueda mantener una parte de las tropas que está retirando en ellos. Tropas, porque sus vasallos árabes del Golfo Pérsico van a acoger tanto aviones como drones. 

Es fácil hacer una comparación entre el colapso de Vietnam del Sur y lo de ahora en Afganistán. Se puede elucubrar si el gobierno pro-occidental va a aguantar lo que el pro-soviético tras la retirada de la URSS (y no hay que olvidar que este gobierno solo fue derrotado cuando desapareció la URSS, tres años después de la retirada de las tropas). Se pueden hacer muchas comparaciones y establecer varias hipótesis. Y de ello es de lo que quiero hablar.

Por ejemplo, que EEUU y sus vasalos de la OTAN dejan atrás un gobierno mucho más débil que el que había tras la retirada soviética.

Pero, lo más importante, es que el triunfo de los talibanes es una amenaza potencial para sus vecinos, que no son pocos: Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, China y Pakistán.

Digo amenaza potencial porque los talibanes han cambiado mucho durante estos 20 años: ahora son mucho más pragmáticos en sus relaciones geopolíticas aunque se mantienen inflexibles en la cuestión religiosa. 

Aquí entra un factor importante: Afganistán está en el corazón de Asia Central y es pieza deseada para China, Rusia, Irán y EEUU por diferentes razones.

Para EEUU, y eso era la razón de su permanencia, porque desestabilizaba y dificultaba la consolidación del concepto de Eurasia como eje el siglo XXI (dificultando la Nueva Ruta de la Seda de China, la consolidación de la Unión Euroasiática que preconiza Rusia y no hablemos de Irán). Eso le ha salido mal, muy mal.

Irán.- es más que probable que hayan utilizado armamento iraní en sus ataques a EEUU (como con el derribo del avión en que iba un preboste de la CIA apenas dos semanas después del asesinato de Soleimani en 2020) y que la contrapartida sea que respeten a la comunidad chiíta. Se ha pasado del enfrentamienco casi abierto antes de la invasión de EEUU en 2001 a una colaboración encubierta. Al mismo tiempo, desaparece una importante base, por proximidad, para cualquier ataque a Irán en unos momentos en los que vuelve a calentarse la situación en el país con el anuncio de Irán de que ha vuelto a enriquecer uranio porque no se avanza en las conversaciones para restablecer el acuerdo nuclear.

China.- Aquí hay que apuntar dos cosas: Afganistán tiene frontera con Xinjiang, el nuevo mantra occidental de acusaciones de genocidio contra China, y es ruta casi obligada para la Nueva Ruta de la Seda hacia Irán. De ahí que China haya estado coqueteando con los talibanes desde hace un tiempo, hasta el punto de recibir un par de delegaciones de los talibanes en Beijing. Eso significa que, a diferencia de lo que ocurrió cuando los talibanes estaban en el poder antes de la invasión del 2001 por EEUU y sus vasallos, ahora China sí reconocería al gobierno talibán. La contrapartida es clara: se cierra cualquier hipotético apoyo islámico a Xinjiang (sobre todo si los talibanes combaten contra el llamado Estado Islámico, y alguna vez lo han hecho estos últimos meses) y se cimenta la Nueva Ruta de la Seda. Si se tienen en cuenta las excelentes relaciones entre China y Pakistán, que siempre ha apoyado a los talibanes y que recientemente se ha negado a que las tropas retiradas de EEUU se mantuviesen en su territorio, tenemos el cuadro más claro.

Rusia.- Moscú ha hecho una sorprendente declaración diciendo que no enviará tropas a Afganistán. No se refería directamente al país, sino a los vecinos que están teniendo problemas con los miles de refugiados que ya están llegando ante el avance talibán. Sobre todo, en Tayikistán. Rusia ha hecho un movimiento que los talibanes tienen que tener en cuenta sí o sí: ha dicho que protegerá las fronteras de un país miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. Tayikistán lo es. O sea, que si EEUU tiene la intención de aprovechar el tema para desestablizar a las repúblicas ex-soviéticas de Asia Central, Rusia va a hacerle frente. Y, al igual que China, Rusia viene manteniendo desde hace años contactos directos con los talibanes hasta el punto de que Moscú ha sido la sede de unas cuantas reuniones entre los talibanes y el gobierno afgano en un intento de arreglo pacífico.

Ahora bien, esta hipótesis es solo eso, una hipótesis puesto que los talibanes no son un movimiento monolítico nada más que en la cuestión religiosa. Fuera de eso, hay varias corrientes en su seno y dependerá de cuál de ellas prevalezca una vez que la guerra haya terminado en que se avance en la línea que os apunto de normalización de relaciones con los vecinos. Con independencia de que lleguen total o parcialmente al poder. El controlar más de la mitad del país, por no decir que controlan dos tercios, es ya una garantía suficiente para que no puedan ser ignorados.

Adenda del día 8.- Acaba de llegar a Moscú una delegación talibán. La declaración rusa ha hecho mella muy pronto y los talibanes responden. Es fácil deducir que darán garantías a Rusia (y, de rebote, a China).

Y otro mapa de lo rápido que va el colapso pro-occidental (ahora ya los publica todo el mundo).


 



El Lince

domingo, 4 de julio de 2021

 El regalo

Profesores y estudiantes de lenguas extranjeras de la Universidad de Tsinghua (China) en el centenario del PCCh.