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martes, 6 de septiembre de 2022

Ni chicha ni limoná

"Usté no es ná, no es chicha ni limoná, se lo pasa manoseando, caramba zamba, su dignidad". Víctor Jara redivivo. "¿La cosa va pá delante y no piensa recular?". Imposible. La cosa ya reculó desde el primer momento, impidiendo ir pá delante. Víctor Jara se estará revolviendo. Este es el resumen del fracaso del referéndum constitucional en Chile.

Los argentinos tienen fama de ser un país en un diván del psicoanalista. A partir de ahora, este lugar debe ser ocupado por los chilenos. En 2020 casi el 80% estaba a favor de cambiar la constitución pinochetista. En 2022 casi el 62% se queda con la constitución pinochetista.

¿El pueblo se ha dejado engañar por la derecha, como dicen ahora los derrotados? Seguro. El pinochetismo controla los medios de propaganda, mintió y difundió falsificaciones sobre la constitución, el miedo se instaló en todas partes. Cierto. ¿Y? ¿En qué país no ocurre eso? ¿El gobierno y sus apoyos son tan ingenuos como para no tenerlo en cuenta? Seguro. En Chile y en Marte. Así son todos los "progres" del mundo mundial (véase el ejemplar caso de Syriza en Grecia, al que sigue en estulticia el de Podemos en el Estado español; el caso de los Verdes en Alemania no es el mismo).

Aplicando la máxima marxista de lo principal y lo secundario, todo lo anterior para mí es secundario. Lo principal es que un gobierno con grandes expectativas ha sido, está siendo, el de los grandes desengaños. Porque lo que no se ha hecho, en ningún lugar donde gobiernan los "progres", es coger la escoba y barrer, aunque en Bolivia se está haciendo algo en este sentido. No se hizo en Brasil con la primera etapa de Lula, ni en Argentina, y no se está haciendo en Colombia. 

Tampoco en Chile, que ha perdido la ocasión histórica para ello. Por el contrario, lo que se ha hecho ha sido más de lo mismo, como la represión a los mapuches. Ha mantenido en sus puestos a los responsables de la represión de las movilizaciones, los presos por ellas siguen presos, ha militarizado la Araucanía... y lo que vendrá. Eso no le ha dado votos por la derecha, pero se los ha quitado por la izquierda. Sin la menor duda. La "segunda ola progresista", como se ha dicho, vuelve a tropezar en la misma piedra.

Al igual que en otras partes, hay razones objetivas que no ha podido manejar el gobierno como la pandemia o la crisis energética que han venido de fuera, pero hay otras que no ha sabido encarar como el combate de la penetración de los cárteles de la droga mexicanos y colombianos, sobre todo colombianos, que ha generado un importante sentimiento de inseguridad. Pero esto tiene mucho que ver con la alineación internacional del país y su estrechamiento de lazos con el gobierno de Colombia (el anterior de Duque) en su obsesión contra Venezuela. El caso de los migrantes venezolanos y los ataques contra ellos no hay que perderlo de vista, por lo que ha supuesto de racismo y miedo añadido. Y el nuevo gobierno no ha variado un ápice esas alianzas y continúa su obsesión enfermiza contra Venezuela, Cuba y Nicaragua. Es decir, mantiene su vasallaje de EEUU. Eso no le ha dado votos por la derecha, pero se los ha quitado por la izquierda.

Que en las comunas populares haya sido muy mayoritario el rechazo a la constitución propuesta indica una gran decepción con el gobierno y sus apoyos. Es lo que tienen las transformaciones a medias. ¿Traición? No lo creo. Boric y los suyos son un proyecto del capital, como en otras partes, para destruir cualquier proyecto emancipador presente o futuro. Ya antes de estar en el gobierno se posicionaban contra todo lo que se movía fuera del sistema y criminalizando la protesta social. El capital está brindando doblemente, una de ellas porque ha logrado destruir el movimiento emancipador en solo dos años. A buen seguro que Lula ha tomado nota y reforzará aún más su alianza con los sectores derechistas anti-Bolsonaro. 

Sumad a esto la esquizofrénica actitud del gobierno argentino, que pide ser miembro de pleno derecho de los BRICS pero se echa en brazos del FMI pese a que los BRICS tienen un banco propio, el Nuevo Banco de Desarrollo. Si quieres ser socio de algo ¿no sería lógico acudir a alguna de sus instancias, sobre todo cuando de lo que se trata es de créditos en unas condiciones u otras? Porque los créditos que ha ofrecido el NBD no han incluido las condiciones de ajuste estructural que impone el FMI en salud, educación, transporte, vivienda y desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas, como ya ha reconocido el gobierno que hará.

"La segunda ola progresista" latinoamericana ha muerto antes de nacer. Por mucho Lula que valga. Y Gustavo Petro y Francia Márquez estarán buscando cómo añadir ingredientes para su plato "vivir sabroso". A buen seguro que quitan lo picante para que sea un plato "a gusto de todos" (léase "unidad nacional", como dice ahora el gobierno de Boric).

PD.- Mucho rollo propagandístico con la nueva primera ministra británica, de nuevo lo secundario, pero lo principal está en otra parte: el racionamiento de energía obligará a los británicos a no cocinar hasta las 8 de la tarde, los pubs cerrarán a las 9 de la noche y se están planteando que las escuelas infantiles estén abiertas solo 3 días a la semana. A ello hay que sumar que ya hay cierres de dos fundiciones de aluminio y una acería por la elevada factura energética. Porque cuando un medio "popular" y sensacionalista hace esto, es que algo anda mal, muy mal en Gran Bretaña.

Por cierto, la campaña "No pagues" ha alcanzado la cifra de 170.000 personas decididas a no pagar sus recibos de luz y gas el 1 de octubre en Gran Bretaña.

¡Ah!, y un dato desconocido del Estado español pero que indica el hecho de la obsesión autodestructiva europea con los nazis de Ucrania: Azuliber, una empresa puntera en Europa en producción de arcilla atomizada, materia prima que se usa en la producción de azulejos y baldosas cerámicas, acaba de comunicar el cese total de su producción y pone un ERTE para sus 117 trabajadores aduciendo "los altos precios del gas" y la "incertidumbre regulatoria".

El Lince

lunes, 3 de enero de 2022

Barrer el polvo

Los tiempos cambian, nos vamos haciendo viejos. Esto lo cantaba Pablo Milanés cuando era joven y apoyaba la Revolución cubana y hoy, viejo, es un contrarrevolucionario. Pero encierra una gran verdad: el tiempo cambia y nos vamos haciendo viejos. Tal vez es porque nos hacemos viejos por lo que intentamos justificar nuestros miedos de una u otra forma. Por ejemplo, y a raíz de las dos cosas que he escrito de Chile, que el problema que tiene Boric es que el Ejército es pinochetista. Exacto, es un problema. Pero no es irresoluble.

La cuestión está en si eso se convierte en un corsé, físico y mental, o se aprovecha el momento, con una sociedad muy movilizada y con un respaldo muy importante, para coger la escoba y barrer. Nadie se ha atrevido a hacerlo. Ni siquiera el tan esperado Lula, la (otra vez) gran esperanza de los progres latinoamericanos -y más allá- por lo que dice que va a hacer ahora y por los errores que dice haber cometido antes y que ahora no haría. Uno de ellos, no tocar al Ejército, fascista y uno de los apoyos de Bolsonaro. ¿Lo va a hacer ahora? Lo dudo. Dicen que el Ejército se ha cansado de Bolsonaro, por lo que es probable que sea "neutral" ahora -o sea, como la primera vez de Lula a cambio de dejarlo todo como estaba-, pero si no se limpia de los elementos fascistas la espada de Damocles que ve mucha gente seguirá ahí. 

Los pocos que se han atrevido a coger la escoba y barrer, también en el Ejército, han sido quienes decidieron ir a por todas en su momento, Fidel y los suyos en Cuba y los sandinistas en Nicaragua. Y ahí está la historia, de cómo unos pocos, decididos, dieron la vuelta a la misma historia y a todos los miedos. Chávez, cuando encabezó el golpe en 1992, era la cabeza de una minoría. Pero fue el respaldo popular lo que le llevó a la presidencia en 1998. E hizo lo que había que hacer: purgar al Ejército. Ya había movimientos democráticos en su seno, como el suyo, el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, pero Chávez cogió la escoba y barrió el polvo. Eso está permitiendo a Venezuela resistir las presiones de dentro y, sobre todo, de fuera. Evo Morales intentó algo parecido al principio de su mandato, dando entrada en el Ejército a quechuas y aymaras, aunque se quedó en los niveles bajos de la oficialidad y no se atrevió a barrer en los altos mandos, lo que terminó pasándole factura con el golpe de 2019. En otros países, como Sudáfrica, el Congreso Nacional Africano logró que una parte importante de su brazo armado, La Lanza de la Nación, se incorporase al Ejército. En Nepal la guerrilla permitió el engaño de la ONU y sus militantes, que hubiesen debido incorporarse al Ejército, terminaron de guardabosques. Y en El Salvador, a cambio de no tocar al Ejército, se logró la incorporación de la guerrilla a la Policía. Es decir, ejemplos hay casi para todo.

Las situaciones son distintas, es evidente. Entre otras cosas, porque ya no hay (casi) guerrillas. Hoy se ha interiorizado tanto el discurso burgués de la "violencia" que todo lo que huela a violento es rápidamente desechado, criticado, destrozado. Esto me recuerda el viejo adagio de que la paz tiene dos vertientes: la negativa, ausencia de conflicto, y la positiva, resolución de las causas que generan el conflicto. La primera vertiente es la burguesa, la segunda debería ser la nuestra. Pero no, ya no lo es. Nos quedamos, y nos contentamos, con la primera y nos horrorizamos cuando alguien quema un contenedor de basuras pero no cuando a ese alguien se le arrancan los ojos (especialidad de Francia y de Chile, sobre todo) porque busca acabar con las causas que generan los conflictos.

En un contexto internacional como el que hay ahora, cualquier golpe de Estado es bastante improbable. El caso de Bolivia es excepcional y en todo momento estuvo arropado por un factor civil. Y antes de Bolivia, los golpes de Honduras, de Paraguay y del propio Brasil fueron, también, civiles aunque los militares estuviesen detrás.

Uno de los errores de Evo Morales fue desmovilizar a su gente, cuando no enfrentarse a ella como en el caso del Tipnis. Es lo que tienen los progres cuando están en los gobiernos, que rápidamente desmovilizan. Chávez lo vio claro y siempre tuvo muy presente la necesidad de estar con la gente y que la gente estuviese en la calle. También lo tiene claro el gobierno cubano. Y parece que ahora también el boliviano.

En Chile hay una situación excepcional: con la redacción de una nueva Constitución y con la gente en la calle, la oportunidad de barrer si no a todo el pinochetismo a grandes aspectos del mismo es única. Es ahora o nunca. Solo hay que atreverse a coger la escoba y barrer. Ya sé que es más fácil escribirlo desde una cómoda silla que ponerlo en práctica, pero la coyuntura es favorable. Podría echar mano de Lenin y su agudización de las contradicciones; podría echar mano de mucha otra gente e, incluso, del mismo Allende y de su error con ese mismo Ejército. La cuestión está en si se quiere hacer o no, no en que no se pueda a priori. A priori nada se puede, siempre hay quien dice que no están dadas las condiciones, que la coyuntura no es favorable, que...

Pero ahora la coyuntura sí es favorable porque el mundo ha cambiado, y mucho. Cuando la gusanera cubana pide apoyo a Europa, una de las recomendaciones que recibe es negociar con el Ejército. Cuando los escuálidos venezolanos piden apoyo a EEUU y a Europa se habla de negociar con el Ejército. Nunca se da esta consigna para cualquier otro país, por eso en Chile se debería dar la vuelta al argumento: apoyo para limpiar al Ejército de pinochetistas. Sé que no se va a producir, pero lo primero es barrer hasta donde se pueda y, en cualquier caso, dejar bien claro que se ha intentado. Escenificarlo a nivel internacional es necesario, entre otras cosas para dejar con el culo al aire a esperpentos como la OEA o a las sacrosantas "democracias" occidentales.

Mirad las reacciones de Occidente con otros golpes de Estado actuales, en 2021: Myanmar, Chad, Malí, Sudán, Guinea. Un país asiático y cuatro africanos. De algunos no tendréis ni idea porque son golpes pro-occidentales, de otros sí porque son anti-occidentales. Pero Chile no está en esos continentes y, hoy por hoy, no es factible un golpe clásico en América Latina. Por eso no se dan, se buscan otras vías como las de Honduras, Paraguay o Brasil. Incluso la de Bolivia. O la que se ha pretendido recientemente en Perú. Pero ¿cuál podría ser la excusa para un golpe en Chile con el nivel de apoyo a Boric y de movilización social que hay? ¿cuál sería el discurso occidental tras el caso fallido del apoyo a Guaidó y todo lo que han dicho sobre la institucionalidad y la democracia? Agudizar las contradicciones, eso sería lo interesante. Dentro y fuera de Chile.

Es algo que no veo. No lo veo porque ya, desde antes, los "hippies, progres y buena onda", como dicen los mapuches de la Coordinadora Arauco-Malleco, han ido posicionándose, especialmente "contra la violencia", contra todo lo que se movía en contra del sistema. Así, no han vacilado en firmar y votar a favor de la Ley Anti-protesta que criminaliza la lucha social. Eso fue en enero de 2020. Buscad por ahí de qué va esta ley y veréis. Y, por cierto, el Partido Comunista se abstuvo. O sea, votaron a favor o se abstuvieron casi todos los de Boric, incluyéndole a él mismo, que también votó a favor. ¿Miedo al pinochetismo? No me hagáis reír. El pinochetismo está metido en muchos cuerpos y en muchas mentes pretendidamente antipinochetistas de puertas afuera.

Mao lo dijo gráficamente hace mucho tiempo echando mano de un viejo proverbio chino: "Todo lo que es reaccionario es idéntico, si no se golpea es imposible hacerlo caer. Es como cuando se barre, por donde no se pasa la escoba, el polvo no se va por sí solo". De eso sabemos mucho en el Estado español, donde también el Ejército es post (o neo) franquista. Y en Francia, donde el Ejército se atreve a lanzar proclamas golpistas sin que nadie, ni siquiera la OTAN -esos demócratas de toda la vida preocupados por el "autoritarismo" ruso y chino-, intervenga para salvar la cara. Pero de ahí al golpe hay un trecho. En Chile no hay que desenmascarar nada, el pinochetismo se sabe. Por eso hay que estirar para ver hasta dónde hay que golpear. Porque se puede, y se debe, golpear.

Mucho me temo que no va a ser este el caso de Boric. Ni en esto ni en otras cosas.

Si durante la campaña no mencionó para nada su política exterior, lo que ya está haciendo es más de lo mismo. Por ejemplo, su decisión de continuar como miembro de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú) que es la contraposición derechista a la ALBA (Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía). No en vano no se ha privado de calificar a los tres primeros como "dictaduras". Boric dice que ya ha hablado con López Obrador (hubiese sido muy fuerte que dijese que el primero con quien ha hablado ha sido el colombiano Duque) para "revitalizarla". Mal movimiento, sin duda.

Y otro peor: hasta ahora no se manifestado ni a favor ni en contra, pero la omisión es significativa en sí, sobre las organizaciones y estructuras de los mapuches aunque sí intenta que algunos dirigentes mapuches formen parte de sus estructuras gubernamentales. En lo que en Chile se llama "direccionar" hacia las instituciones. Por ejemplo: ¿va a disolver o mantener la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena que si por algo se ha caracterizado ha sido por su enfoque colonialista al respecto? Tras el manifiesto de la Coordinadora Arauco-Malleco, algo tendría que haber salido si no de él, al menos de sus apoyos. Pero ni palabra todavía. Tal vez sea temprano, pero sí hay otras cosas de las que ha hablado ya y esta no es una de ellas, salvo generalidades. Sin embargo hay algo preocupante, muy preocupante: Boric ha dicho que está dispuesto a dialogar con los mapuches "si están por la paz". Implícitamente está dando la razón al pinochetismo cuando lleva años acusando a los mapuches de "violentos" por resistirse, por ejemplo quemando maquinaria, a las explotaciones de sus tierras. Por eso decía el otro día que el tema mapuche va a ser el termómetro que medirá la temperatura del "cambio" en Chile. 

Es muy pronto aún, no hace ni un mes de las elecciones y aún no ha tomado la presidencia, pero los movimientos suyos y de su gente no son alentadores por ahora. Nada me gustaría más que equivocarme.

El Lince

jueves, 30 de diciembre de 2021

Los juguetes

En este tiempo de balances, de si el año ha sido tal o cual, hay que hacer un balance de los progres, de esos que, siguiendo a Zizek, decidieron que había que "jugar dentro del sistema" y que lo que hicieron fue eso, jugar. Y crearon unos juguetes -también es tiempo de ellos ahora- (Syriza en Grecia, Podemos en España, Los Verdes en Alemania) en los que volcar sus fantasías al amparo de unas movilizaciones en las que la gente mostraba su hartazgo con el sistema.

Aparentemente fueron unos juguetes "rompedores" pero lo que se rompió fueron los mismos juguetes. Querían jugar a la ruptura (la casta) y han sido ellos quienes se han roto. Y se han roto porque han sido incapaces de jugar de otra forma que la que aparecía en las instrucciones, pese a que la gente decía que no se siguieran las instrucciones (el caso de Syriza al negar el resultado del referéndum popular que rechazó la sumisión a la UE es paradigmático). Es sabido que las instrucciones las da el fabricante de los juguetes y, en este caso, el fabricante es el sistema que les decía cómo y de qué forma tenían que jugar. Se habló de "indignados", pero los indignados fueron muy fáciles de parasitar dentro de las instituciones burguesas. Y ahí están los juguetes, rotos, aunque muchos de quienes jugaron con ellos están acomodados.

En el Estado español la penúltima derrota de los progres ha sido el no derogar la mal llamada reforma laboral que en 2012 dio todo el poder a los empresarios, redujo hasta la casi nada a los sindicatos y dejó un país con el mayor índice de contratación temporal y de precariedad laboral de todo el zombi europeo. Ha habido un amago de derogación, sí, pero solo se ha tocado el 10% de lo anterior, o sea, casi nada. Pero lo venden como un logro.

En Alemania los progres van de ecologistas, Los Verdes, pero ya están cumpliendo con lo que se predecía: no llevan ni un mes en el gobierno y ya son, claramente, el bastión atlantista por excelencia. No solo son rusófobos, sino ahora chinófobos también. Además de ignorantes. Su flamante ministra de Exteriores ha dicho que no va a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en China "por el genocidio de Xinjiang y la violación de los derechos humanos en Hong Kong" y en el contexto de si Rusia invade o no Ucrania y eso dice también que por ello "es imposible predecir cuándo Rusia volverá al G7". Es de suponer, un suponer, que cuando se es ministra se sepa algo de qué va la cosa y no es el caso de esta chica floreada porque resulta que Rusia en 2019 dio por terminada totalmente su participación en el G7 (de donde fue excluida en 2014 tras la anexión de Crimea). Pero es una muestra de cómo Occidente se niega a aceptar la realidad y sigue mirando al pasado, un pasado en el que era hegemónico y ahora ya no lo es. Es como cuando en la OEA se oye decir que Cuba es bienvenida si hace esto o lo otro cuando Cuba ha dicho, por activa y por pasiva, que la OEA es un inmenso montón de mierda y que nunca estará ahí. Esta gente no aprende.

Cuento todo esto porque en Chile ya se está viendo algo similar a los juguetes en los movimientos del nuevo presidente Gabriel Boric. Aún faltan tres meses para que comience a ejercer, pero ya se han levantado algunas alarmas con alguno de sus primeros movimientos y cómo algunos de los partidos que no forman parte de la coalición Apruebo Dignidad, por la que se presentó, ahora están corriendo a integrarse para pillar cacho. Uno de ellos es el Partido Socialista, el de la ínclita Michelle Bachelet, que se está convirtiendo en una especie de mentora de Boric.

No es una cosa solo suya, sino de si la gente, la calle, es capaz o no de adormecerse al vaivén de las poltronas y prescinde de las instrucciones de los juguetes. La gente en Chile está en la calle, al igual que lo estuvo en Brasil en su momento, o en España, pero en estos dos países desapareció cuando muchas de las organizaciones fueron cooptadas por y desde el gobierno. 

Ese es el reto popular hoy en Chile y ya hay alguien que ha dicho que sigue en pie de lucha a pesar del nuevo gobierno: los mapuches. La Coordinadora Arauco-Malleco, una si no la principal de las organizaciones mapuches, ya ha dicho que no está con "el progresismo servil" que representa Boric y habla de "izquierda hippie, progre y buena onda" para referirse a los apoyos con que cuenta el nuevo presidente. ¿Por qué este manifiesto tan temprano y sin dar tiempo a ver qué hace Boric? Pues por los movimientos que ya se están haciendo con algunos mapuches para cooptarlos y "direccionar" el movimiento hacia la institucionalidad.

Dije, y mantengo, que hay que dar un tiempo a la nueva situación en Chile aunque voy a seguir con el símil y a decir que Boric es, tal vez, el juguete que lanza el sistema chileno, con sus instrucciones, para que los cambios, si los hay, sean cosméticos. Al igual que el juguete Podemos comenzó a romperse cuando el referéndum catalán de 2017, cuando Podemos se definió con el Estado en contra del independentismo catalán y la posibilidad, que la había, de romper con el régimen neofranquista del 78, el tema mapuche será el termómetro que medirá la temperatura del "cambio" en Chile y si hay ruptura o no con el post (o neo) pinochetismo. La temprana postura de la Coordinadora Arauco-Malleco es un importante toque de atención que hay que seguir muy de cerca.

El Lince

lunes, 14 de junio de 2021

El brillo del parloteo

Los modernitos y las modernitas no están de enhorabuena: eso de la transversalidad, de que ya no nay derechas ni de izquierdas, ni siquiera arriba y abajo, es como ellos, simples pompas de jabón muy efímeras. El brillo de un momento.

En México las diferentes expresiones de las derechas se han sumado para erosionar al partido de López Obrador y un poquito sí lo han logrado, un poquito solo. Lo interesante: una significativa bajada en la paticipación electoral y un descenso generalizado de todos los partidos aunque el Movimiento de Renovación Nacional de López Obrador duplica a sus rivales.

En Chile las diferentes expresiones de las derechas se han sumado para impedir el triunfo de una izquierda un pelín más izquierda que en otros sitios y se han hecho, por ejemplo, con el gobierno de la región de Santiago de Chile en manos de la Concertación de siempre, esa que pactó con el pinochetismo y cuyos exponentes son gentes como Lagos o Bachelet. Lo interesante, que la participación apenas ha sido del 20%. ¿Recordáis eso de que en Venezuela la baja participación invalidaba las elecciones? ¡Ah, qué tiempos aquellos!

En Perú las diferentes expresiones de las derechas se han sumado para arropar a Fujimori e impedir la rebelión de los de abajo, de los de siempre. Si en alguna parte asistimos a una expresión de rebeldía popular (circunscrita al voto, eso sí) antioligárquica es aquí. Y si se quiere ver cómo actúa la oligarquía es aquí donde hay que mirar con detenimiento. Ya habrá tiempo de hablar de Castillo y de lo que representa, así como de lo que ha prometido y lo que va  a hacer (y sus renuncias ya son más que preocupantes). Pero la reacción popular es algo a tener muy presente y muy en cuenta.

Sin embargo no es aquí donde me voy a detener sino en la reunión este fin de semana de las viejas glorias coloniales y a quienes es conoce como G-7. El viejo consenso de los "amos del mundo" en los inicios de la globalización neoliberal, esos que incluyeron a Rusia (G-8) porque se las prometían muy felices con Yeltsin tras la desaparición de la URSS (aunque luego la expulsaron por Crimea) y que brindaban por las agresiones a países que alguna vez se habían definido como "no alineados" (Yugoslavia, Libia, Afganistán, Irak, Somalia, Siria...) vuelve a aparecer con un nuevo discurso: el mundo libre y democrático frente al autoritarismo: ¿Nuevo? Bueno, a fin de cuentas hay que pulir el pensamiento único otra vez.

Este grupo de países, que cuando desapareció la URSS representaba el 80% del PIB mundial hoy apenas llega al 40%, pero quiere seguir actuando como si no pasara nada, como si su "fortaleza económica" fuese la base del "peso político". Cualquier medio de propaganda burgués un poco decente (y no es fácil encontrar decencia entre ese mundo) lo tiene claro. Como lo tiene claro el FMI, pero mentir se les da muy bien no vaya a ser que la gente se ponga a pensar y eso no es conveniente.

 
 Ya no tienen ni una cosa ni otra, ni fortaleza económica ni peso político, pero tienen la imagen. Y eso es lo que han querido vender porque en unas sociedades como en las que vivimos lo único interesnte es el brillo del parloteo. Mirad los programas de vuestras televisiones respectivas y lo veréis gráficamente.

Pero esta vez la reunión se había convocado explícitamente para reafirmar el pacto euroatlántico, erosionado por Trump, y fijar el nuevo rumbo del conflicto contra China. Duro hueso de roer, sin duda. Lo curioso, que a su vez es lo interesante, es una comunicación beligerante contra China (prácticas comerciales desleales, derechos humanos, Hong Kong y toda esa retahíla de recursos de los demócratas habituales) con una ausencia de proyectos concretos por mucho que se haya hablado de contrarrestar la Nueva Ruta de la Seda.

Primero, llegan tarde. China les lleva mucha ventaja en eso. Segundo, porque no tienen dinero. Hablan de un proyecto de más de 40 billones de dólares que a ver de dónde lo van a sacar. Tengo la vieja costumbre de leer toda esta sarta de estupideces: "los países del G7 y otros socios se coordinarán para movilizar capital del sector privado en cuatro áreas de interés -clima, salud, tecnología digital e igualdad de género-, con inversiones provenientes de las respectivas instituciones financieras para el desarrollo".

Os lo voy a traducir: no tienen dinero y lo reconocen, por eso, y como para el G-7 el Estado es irrelevante, prometen dar un impulso sólido a la "colaboración público-privada" en la que lo público solo es la coartada porque solo habrá aspectos privados. Algún cerebro mínimamente instalado en los cuadros medios se ha dado cuenta de todo ello, de que alguien podía ponerse a algo tan simple como hacer cuentas y vería que no hay dinero. Por lo tanto, de inmediato, se apostilla: "a la espera de que el proyecto catalice los esfuerzos convenientes, nos comprometemos a impulsar cientos de millones de dólares en inversiones en infraestructura durante los próximos años". Buena rebaja, de billones a cientos de millones. Parece mucho, pero es muy poco. No es más que el brillo del parloteo.

La Nueva Ruta de la Seda que viene impulsando China desde hace años cuenta con financiación garantizada por el Estado chino, es decir, por un gobierno que no está condicionado por las grandes empresas sino que las guía. Eso hace que sea constante y decisiva. Justo lo contrario de lo que proponen los viejos colonialistas. 

Aquí añado un tercer elemento: el G-7, más allá de la foto, es un grupo de países con distintos porcentajes económicos, cada uno con diferentes relaciones económicas con China (y formalmente Italia forma parte de la Nueva Ruta de la Seda aunque Draghi ya ha dicho que va a congelar esa participación) y con una importante red empresarial con grandes vínculos con China. Muchas empresas, tanto europeas como estadounidenses, llevan tiempo "diversificando" sus inversiones, sus centros de producción, tanto en EEUU como en Europa y en China, como para que ahora se vean desplazadas por guerras comerciales o aduaneras. Y en un mundo capitalista como el que vivimos, donde la importancia de los Estados ha desaparecido en Occidente mientras que se ha vuelto dominante el poder de las multinacionales, eso es determinante. 

Sobre todo, porque China dio el golpe de gracia a los viejos colonialistas aprobando justo antes (el jueves) de su reunión (que comenzó el viernes) una ley crucial: prohibir a las empresas que implementen sanciones extranjeras. Eso le da al Estado chino poder para lanzar contramedidas inmediatas, así como confiscar y congelar los activos de una empresa sancionada e impedir comerciar y cooperar con la entidad extranjera sancionada. Este es el anuncio de la aprobación de la ley. Fijaos en la fecha y en la hora.

Ese hatajo de drogadictos que son los viejos colonialistas, adictos a las sanciones, tienen su antídoto ahora. China ha respondido al ojo por ojo: si los viejos drogadictos buscan castigar a entidades o países de terceros por tratos directos y/o indirectos con una China sancionada, ellos harán lo msimo.

"Empresas occidentales conmocionadas", es uno de los titulares de los medios de propaganda ante esa ley.

El G-7 está tan muerto como sus patrocinadores, es una actitud de "retaguardia dañina", en palabras de un diplomático italiano, "con una obsesión por defender un orden mundial que se desmorona y con propuestas más afines al psicoanálisis para combatir la ansiedad que para la política internacional".

 El Financial Times, la referencia capitalista, no puede ocultar su desasosiego: "los pocos que se toman la molestia de leer el comunicado es poco probable que encuentren un mapa de ruta claro". Lo que ha quedado no es otra cosa que el brillo del parloteo.

Porque ¿alguna vez habéis visto alguna autocrítica de estos viejos drogadictos? ¿algún arrepentimiento? ¿alguna responsabilidad? Los malos son China y Rusia, por supuesto, y sus "actividades malignas" junto a la de los sospechosos habituales (Irán, Corea del Norte, Venezuela, Siria...) pero ni una miserable palabra sobre por qué las "grandes democracias occidentales" están fallando a sus pueblos con políticas que no solo generan enormes disparidades socioeconómicas. Décadas de políticas neoliberales que han destruido la sanidad pública (privatizada), los servicios sociales (privatizados) y demás serán culpa de China, de Rusia y de los sospechosos habituales, digo yo. Y el costo humano y social en las "grandes democracias occidentales", también. Eso por hablar de ellos y no del resto de países a quienes tratan como esclavos.

Por eso el retrato más acertado que se puede hacer del G-7 es este.

 

Es espléndido: mirad el pastel con el mapa chino, mirad lo que está haciendo cada país. EEUU imprimiendo dólares en papel higiénico; Italia levanta las manos como oponiéndose o, al menos, diciendo algo así como "vamos a ver eso"; Japón está vertiendo en las copas algo verde (agua radiactiva de Fukushima); Francia como si estuviese en otra parte; Alemania mira con interés pero sin decidir; Gran Bretaña y Canadá siempre atentas a lo que diga el patrón; Australia (invitada a la reunión), siempre sumisa, cogiendo el dinero de mierda; India (también invitada) con goteo por coronavirus. 

Pero aún creen que pueden gobernar el mundo.

El Lince

miércoles, 23 de octubre de 2019

Una pregunta básica

Llevo unos días sin tiempo para nada, mientras las llamas iluminan no se sabe qué pero sí que están quemando el viejo mundo neoliberal por todas partes: Haití, Líbano, Ecuador, Chile, Argelia... incluso Catalunya, aunque tal vez me haya ido un poco al extremo.

El FMI y el BM están agonizando pero quieren morir matando, y lo hacen a través de sus cipayos ecuatorianos o chilenos, por mencionar solo dos.

Bolivia demuestra que se pueden andar otros caminos, Venezuela sigue resistiendo, mal que bien, y este domingo en Argentina y Uruguay veremos hasta dónde se llega.

Pero al hilo de todo ello solo hay que hacerse una pregunta básica: ¿qué es peor, consentir la destrucción a gran escala de lo público, fomentar la desigualdad social en aras de la propiedad privada y aplastar la soberanía nacional (y me estoy refiriendo expresamente a Chile) o destruir o saquear unas cuantas tiendas u ocupar unas cuantas carreteras e invadir estaciones de tren o de metro?

Quien se haga esta pregunta ya está dentro de un nuevo concepto de matemáticas dentro de la lucha de clases: en el Estado canalla  (más conocido como España) aumentan significativamente los millonarios, en Chile las ganancias de los grandes empresarios superan en 10 veces las de la población si hay que hacer caso de los datos gubernamentales. Alguien (David Harvey) dijo que esto era "acumulación por desposesión", es decir, yo tengo mucho porque te he quitado mucho. En el caso de Chile, las privatizaciones del agua, electricidad, gas, salud, medicina, transporte, educación, salinas, cobre, glaciares...

Quien no sepa aplicar el nuevo concepto de matemáticas dentro de la lucha de clases verá reproducido en su carne el viejo refrán de "la letra, con sangre entra". Ahí está la policía, el ejército para abrir cabezas con la finalidad de que entre este concepto. Eso vale para todo tipo de situaciones. Y si aún quedan recalcitrantes, criminalización, estados de excepción y toques de queda. Democracia en estado puro.

También hay una vía intermedia, más democrática aún: cooptar a los de siempre, a los timoratos. Eso ocurrió en Ecuador, está ocurriendo en Catalunya y está a punto de ocurrir en Chile.

Y siempre nos quedará la Academia de los Nobel (nunca entenderé a quienes van de progres y presentan candidaturas) para dar una pátina de legitimidad al capitalismo moribundo dandos sus premios de economía a quienes estudian la pobreza. Y todo el mundo contento porque "el sistema funciona".

Así que menos mal que las llamas iluminan, aunque aún no se sepa qué. Tal vez en América Latina se comience a ver, con ellas, un nuevo camino.

P.D.- Por cierto, me lo acaban de mandar; muy recomendable.


 Y también esto

Y si no sabéis lo que es la dignidad, aquí tenéis un ejemplo, un maravilloso ejemplo



El Lince

lunes, 25 de septiembre de 2017

Tres recordatorios imprescindibles

Inmersos en la vorágine de Siria, de Corea del Norte y de Catalunya no ha habido tiempo para recordar tres cuestiones.

1- Mi entrañable y adorada amiga Danielle, francesa, me ha vuelto a enviar material. En esta ocasión, un maravilloso documento sobre cómo fue el entierro de Pablo Neruda, de cuya muerte se cumplen ahora 44 años. En plena dictadura pinochetista, cuando comenzaban las desapariciones y ya se sabía de asesinatos, los de Allende y Víctor Jara entre ellos, gente decidida, firme y sin miedo acompañó el cuerpo de su, de nuestro, poeta con valentía y con firmeza. Pablo Neruda era un militante del Partido Comunista de Chile. Era el poeta del pueblo.


2.- Ayotzinapa. Se cumplen tres años de la desaparición de los 43 estudiantes de magisterio. Los padres, las madres siguen reclamando su aparición con vida pero el poder, con el discurso de la ley, no solo hace oídos sordos sino que reprime a estos padres y madres. Sus movimientos son seguidos, sus manifestaciones cercadas y no dudan ni en arrojarlos gases lacrimógenos ni en golpearlos.




3.- Fátima Ahmed Ibrahim, para mí una de las feministas árabes más importantes -si no la más- de todo el siglo XX, murió el mes pasado. Era sudanesa y comenzó muy joven, con apenas 16 años, a luchar por los derechos de las mujeres, Su método era casi "chino": escribía frases por la igualdad en hojas de su cuaderno que luego arrancaba y pegaba en las paredes de su escuela. Y eso cuando casi ni tenía dinero para comprar otros cuadernos y lápices. Con 20 años crea, casi en solitario, la Unión de Mujeres de Sudán. Era el año 1952 y dos años más tarde ingresa en el Partido Comunista. Con el apoyo del Partido, pone en marcha un periódico dirigido a las mujeres, "La Pionera-La voz de la mujer", que fue fundamental para el desarrollo de la conciencia feminista (siempre vinculada a la lucha de clases) en Sudán. En 1964 fue detenida -su marido asesinado- y estuvo encarcelada tres años, hasta que campañas de apoyo internacional hicieron que el gobierno la pusiese en libertad.


Su lucha fue fundamental para el logro del voto para la mujer y, en consecuencia, fue la primera mujer elegida diputada en el parlamento de Sudán y, con ello, de todo el continente africano. De nuevo detenida y de nuevo liberada, aunque puesta en arresto domiciliario, por su lucha contra los islamistas. Una situación, detenciones y libertades a medias, que se mantuvo hasta el año 1985.


De nuevo libre y de nuevo detenida en 1990, pero pudo huir y se refugió en Gran Bretaña, donde estuvo hasta el año 2005, regresando de nuevo a Sudán y volviendo a ser elegida diputada por el Partido Comunista. Su incansable actividad militante y su vehemencia oratoria hicieron que fuese conocida como "la Pasionaria sudanesa".

Fátima escribió muchos artículos políticos y teóricos sobre el feminismo, combinando la lucha de la mujer con la identidad y las tradiciones. Siempre se mantuvo fiel a su ideología y nunca priorizó el feminismo sobre la lucha de clases. Para ella una cosa tenía que ir inevitablemente de la mano de la otra. Fátima decía que el feminismo no tenía que abandonar valores y tradiciones, que la mujer sudanesa no tenía que convertirse en una copia de la mujer occidental, y que tenía que centrar su lucha en la educación y en la justicia social.

Una muestra de su pensamiento: "La emancipación de la mujer sudanesa es la emancipación del analfabetismo, del atraso, de la enfermedad, del desempleo, de la pobreza, de la discriminación en el hogar y en la sociedad. La igualdad no significa que la mujer sudanesa se convierta en otra copia del hombre. Significa que las mujeres son plenamente iguales entre sí en la toma de decisiones en todos los niveles. Los hombres, como varones, no son responsables de la discriminación contra las mujeres. La mayoría de ellos son también explotados y discriminados". Esto lo dijo en 1964.

Y para amantes de lo simple: dado que siempre mantuvo que el feminismo no tenía que abandonar valores y tradiciones de Sudán, siempre usó el velo. Entre otras cosas, por eso y como una muestra de rechazo a los valores occidentales, de ayer y de hoy (ayer colonial, hoy colonialista por mucho que se adornen con palabras bonitas).

Otro dato. Dado que ahora todo el mundo va de guay, el primer ministro de Sudán (o sea, el Rajoy de turno, o poned el nombre que queráis) tuvo la brillante idea de acudir a su funeral. Fue expulsado del lugar por los asistentes junto al ministro de Asuntos Exteriores y al gobernador de Jartum, que también se habían apuntado al carro. Los vídeos que se han publicado son esclarecedores de ese rechazo. Son los herederos directos de quienes persiguieron encarcelaron y torturaron a Fátima durante décadas, así que los asistentes al sepelio hicieron muy bien en expulsarles. Aquí, en el Estado español, no hubiesen faltado los meapilas que hubiesen aceptado a personajes como ellos por aquello de pelillos a la mar y tonterías semejantes. Es como si se dejase participar a los canallas del PP en el funeral de un republicano que acabase de ser recuperado de las cunetas, donde un número superior a los 200.000 llevan más de 70 años sin que ningún poder público haya tenido la decencia de recuperar sus restos.

Una última cuestión: no he visto ni una referencia a Fátima Ahmed Ibrahim entre las feministas. Supongo que por absoluto desconocimiento. Así que están a tiempo de rectificar y recuperar a una mujer irrepetible (y africana, para más señas).


El Lince

domingo, 8 de noviembre de 2015

De "progresistas" y de comunistas

Que no soy un fan de los llamados "progresistas" es obvio. Los considero una extensión más del sistema capitalista. Modificar algo, sobre todo en cuestiones sociales, sin mover un ápice de lo fundamental. El gatopardismo de Lampedusa de cambiar algo para que todo siga igual. Hoy en día no hay diferencia alguna entre los "progresistas" y los conservadores. Ambos se sitúan en las diferentes esferas de poder que se entrelazan en todos los niveles, económicos, políticos y culturales. Ambos defienden el capitalismo con fervor, aspiran a llegar a gobernar el Estado sabiendo, como saben, que es una combinación semifusionada de grandes empresas, compañías financieras, bancos y militares a los que hay que sumarles a ellos, los políticos, y sin perder de vista a los llamados medios de comunicación y que yo considero medios de propaganda de todo lo anterior.

Si bien es cierto que entre los "progresistas" y los conservadores hay alguna diferencia menor en algunas cuestiones sociales, como los derechos de los homosexuales o de las mujeres, por ejemplo, no lo hay en lo fundamental: la visión económica del mundo, que prioriza el sistema de inversiones, beneficios (los suyos) y el desarrollo (el suyo) y que ven a los ciudadanos como un estorbo si no asumen su visión por las buenas. Si no lo hacen así, caerá sobre ellos todo tipo de represión, desde la clásica (Ejército, Policía, jueces, etc.) hasta la moderna (multas económicas).

Para los que leéis estas reflexiones desde el Estado español (España, para los de otras latitudes), echad un vistazo a lo que han hecho o están haciendo las famosas candidaturas ciudadanas que gobiernan ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Mirad, por ejemplo, hasta dónde han llegado con sus propuestas de remunicipalizar servicios privatizados. Ved si se han atrevido siquiera a agudizar las contradicciones, aún a riesgo de ser descabalgados del supuesto poder que ahora tienen. Todo lo que han hecho han sido gestos menores, agradables para la vista y que sirven para justificar su pedrigrí "progresista".

Así que cuando uno se entera de que hay al menos un gobierno que sí propugna lo que dice, ese día se convierte en grande. Este es el caso de un municìpio de Chile llamado Recoleta.

En sentido estricto es una comuna, la división administrativa más básica de Chile. O sea, lo que en el Estado español llamamos municipio. Recoleta está situado al norte de la capital de Chile, Santiago, y tiene unos 150.000 habitantes. Está gobernado por el Partido Comunista de Chile (sacó 3 concejales), con el apoyo del Partido Socialista (1 concejal) y me da que también por el Partido por la Democracia (1 concejal) y la Democracia Cristiana (1 concejal) , porque estos cuatro partidos forman parte de la coalición Nueva Mayoría que gobierna el país. El otro partido que está representado en el municipio es uno pinochetista, la Unión Demócrata Independiente, que sacó 3 concejales.

El alcalde se llama Daniel Jadue y es nieto de inmigrantes palestinos que llegaron a Chile en la primera mitad del siglo XX. Y lo que ha hecho pone a todo el mundo frente al espejo: a los "progresistas" por su pacatería y su buen rollito con el capital, a los conservadores porque no han sido capaces de parar una iniciativa demoledora para los intereses de sus valedores.

Recoleta ha abierto la primera Farmacia Popular de la historia de Chile. Fue el 15 de octubre.



Con medios muy modestos, con medicamentos muy modestos, llegando sólo a un centenar de vecinos.

Un centenar de vecinos de los 150.000 habitantes de la comuna. Poco, muy poco, Pero el revuelo que ha causado, el debate que está generando es de tal calibre que una decisión de este tipo ha supuesto un jaque político al propio Estado chileno. Bachelet se va a tener que posicionar. Ya no puede esconderse y algunos de sus ministros y altos cargos han tenido que salir a defender la iniciativa de la comuna de Recoleta. Lo han hecho hace dos días argumentando que es "un servicio a los ciudadanos y una de las mejores ideas de los últimos tiempos". Si es así, que lo es, la pregunta es ¿por qué no se les ha ocurrido a ellos y no la han puesto en práctica? Pues porque de hacerlo se tendrían que enfrentar a las farmacéuticas, y eso no está en sus genes de "progresistas". Los "progresistas" nunca se enfrentan al poder, transigen, pactan, se doblegan ante el poder y a lo sumo aceptan unas migajas que les ofrece ese poder en aras de la "paz social".

El municipio de Recoleta compra y entrega medicamentos a bajo costo, asumiendo algunos gastos y eliminando a los intermediarios, es decir, a las farmacias privadas. Por lo tanto, el ahorro para los usuarios es de entre el 30% y el 50% del precio de los medicamentos, dependiendo de cuáles sean. Incluso en algunos de ellos el ahorro es mayor, de casi el 95%.

Los beneficiarios de la farmacia popular son quienes forman parte de la cooperativa de salud de Recoleta y poco a poco se está extendiendo el beneficio a todo el resto de la comunidad.


Cuando comenzó el 15 de octubre, la Farmacia Popular atendía a 100 vecinos. Ahora son ya 1.500 a quienes atiende.

El municipio de Recoleta ha puesto patas arriba a Chile. 130 municipios de todo el país, incluidos algunos gobernados por "progresistas", quieren saber cuáles son los pasos que ha dado, sobre todo los legales -esta gente siempre actúa "dentro de la ley", no vaya a ser que les acusen de radicales o algo así-, para poner en funcionamiento la Farmacia Popular. 

La derecha clásica está que trina, presentando mociones y acusando al alcalde de todo. La campaña de los medios de propaganda (antes llamados de comunicación) nos se ha hecho esperar: machacan una y otra vez con la militancia comunista del alcalde, insisten en que es una iniciativa inconstitucional, en que "va a tener un efecto inmediato en el mercado" y que "va a afectar, sobre todo, a los pequeños negocios independientes". 

La propiedad privada ante todo, el mercado ante todo. Bien lo saben los "progresistas", tan dóciles y apoquinados ante "el mercado" y tan respetuosos con "las reglas del juego". Que las farmacéuticas estafan es lo de menos. Que el derecho a la salud es irrelevante frente al respeto a la propiedad privada y a los mercados es una realidad para ellos. 

La Farmacia Popular de Recoleta se llama "Ricardo Silva Soto". 

Ricardo Silva Soto era un "terrorista", un militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, estudiante de Química y Farmacia en la Universidad de Chile, que fue asesinado junto a otros 13 compañeros en junio de 1987. Es lo que en Chile se conoce como la matanza de Corpus Christi. El FPMR se distinguió por su labor de oposición armada a Pinochet, llegando a realizar un atentado contra él que resultó fallido.



La comuna de Recoleta ha dado dos ejemplos a los "progresistas" de lo que hay que hacer: poner en funcionamiento la Farmacia Popular y reivindicar a un luchador contra la dictadura.
El Lince

viernes, 17 de julio de 2015

Delincuentes

No, no me estoy refiriendo a los banqueros, políticos al uso -ejercientes o aspirantes- y gentes de bien vivir y mejor parecer. Todos ellos son gente de orden, que no protestan y cuando lo hacen es para denunciar a las dictaduras comunistas (o sea, Venezuela) y similares. Es bien sabido que las manifestaciones de esta gente de bien termina con golpes de Estado (Chile) y muertos (Venezuela). También es sabido que cuando se detiene a alguien de esta gente de bien pasan de forma automática a ser considerados "presos políticos" y se organizan viajes de pro-hombres, dignos y demócratas donde les haya, como el ex presidente Felipe González (España), un socialdemócrata de postín, hacedor del terrorismo de Estado, de la destrucción social e industrial española en los años 1980-1990, o diputados y senadores brasileños (que rinden homenaje a torturadores) o chilenos (que mantienen casi intactos códigos y leyes pinochetistas).

Pues bien, esto que os cuento va de una gente de bien nueva, los llamados progres. Ya se sabe, gente de orden pese a la parafernalia y a que no lleven chaquetas ni corbatas.

En este caso, hablo del gobierno de Michelle Bachelet en Chile. Acaba de hacerse público un informe del Ministerio del Interior en la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados en el que se dice, sin el menor sonrojo, que "el 30% de las personas que participan en marchas, especialmente en Santiago [la capital], son delincuentes". ¿Ladrones, chorizos, gente que utiliza las manifestaciones para robar carteras a quienes participan en ellas? No, ni mucho menos. Los progres son todo un hallazgo: el Ministerio del Interior del gobierno de Bachelet considera delincuente a "toda persona que atenta contra la propiedad pública o privada, lanza bombas molotov y ataca a Carabineros (policía)".

¿Donde se sitúa, preferentemente, todo este porcentaje de "delincuentes"? Pues para el Ministerio del Interior del gobierno de Bachelet en la Confederación de Estudiantes de Chile, que realizó su última, por ahora, movilización el pasado 28 de mayo.


Chile está gobernado por una coalición llamada Nueva Mayoría en la que están el Partido Socialista, la Democracia Cristiana, el Radical Socialdemócrata, el Partido por la Democracia, Izquierda Ciudadana, el Movimiento Amplio Social y el Partido Comunista. No he visto ni una crítica del Partido Comunista a esta consideración del Ministerio del Interior. Los otros "progres" aplauden hasta con las orejas este nuevo y brillante descubrimiento democrático y, por supuesto, nada represivo.

Bachelet lleva el mismo camino que Dilma Rousseff, el mismo camino de Syriza, el mismo camino que todos los progres. Y Zizek sigue sonriendo (y sus panegiristas, escondidos). La derechización de los progres se da en todas partes, Syriza no es más que el penúltimo ejemplo. Bajo la cobertura de "programas sociales", esta gente arrasa con cualquier atisbo de emancipación. Están muy contentos son sus programas asistencialistas, pero ni tocan ni cuestionan el sistema capitalista.

Bachelet denomina a ésto "realismo sin renuncias", un eslogan que a buen seguro alguien copiará por Europa. Bachelet saca pecho cuando habla de sus programas asistenciales como la Pensión Básica Solidaria o el Aporte Provisional Solidario dirigidos a un porcentaje de la población, ni más ni menos que el 60%, considerada pobre. Y para que esto siga así hay que ser como las ovejas, balar de vez en cuando, pero siempre siguiendo al pastor. Por eso hay que combatir a los "delincuentes", porque se atreven a balar, y a actuar, por su cuenta, haciendo caso omiso del pastor. Por cierto, si un 30% de quienes asisten a las manifestaciones en Chile son "delincuentes", es un buen porcentaje y por eso les inquieta y se preparan para reprimir un movimiento creciente.

El Lince