martes, 16 de agosto de 2016

Mover la silla

La torpeza de los nazis ucranianos intentando montar una campaña de sabotajes en Crimea le está viniendo muy bien a Rusia. Está demostrando al mundo que tiene razón y que el apoyo a los nazis ucranianos no sólo no tiene ningún sentido, sino que es suicida. Esto está provocando movimientos muy curiosos en Europa.

Por ejemplo, en Francia el muy "progresista" gobierno del llamado Partido Socialista se ha limitado a pedir a "las dos partes", es decir, al agredido (Rusia) y al agresor (Ucrania) que diriman sus "diferencias" por vías pacíficas. O sea, lo mismo que se viene repitiendo con Palestina e Israel, sin ir más lejos, el discurso de las dos violencias cuando sólo hay una (la del agresor) porque la otra es de respuesta a esa agresión. Por el contrario, tanto desde el Frente de Izquierdas como desde el neofascismo del Frente Nacional se ha pedido al gobierno la condena sin paliativos de Ucrania y que se normalicen relaciones con Rusia.

Lo mismo está ocurriendo en Alemania. Los cristianodemócratas de Ángela Merkel han dicho más o menos lo mismo que los llamados "socialistas" del "progresista" gobierno francés, mientras que todos los demás han criticado a los nazis ucranianos. El izquierdista Die Linke y el neofascista Alternativa para Alemania han coincidido pidiendo el levantamiento de las sanciones contra Rusia y las normalización de relaciones políticas y económicas. Pero lo importante no es eso, sino que el Partido Socialdemócrata, socio del gobierno de Merkel, está comenzando a moverse al margen de la postura oficial del gobierno.

Es un movimiento pequeño, pero significativo y tiene el objetivo claro de mover la silla a Merkel. Si por algo me caracterizo es por intentar ver más allá de lo que los medios de propaganda quieren que veamos, así que me he fijado en un hecho aparentemente trivial pero de un alto significado geopolítico.

Rusia abandonó el llamado "Cuarteto de Normandía" tras desarbolar el intento de sabotaje nazi en Crimea. Ese cuarteto está formado por Alemania, Francia, Ucrania y la propia Rusia. Mientras que los nazis ucranianos han dado ya cuatro versiones sobre el sabotaje, repito, cuatro versiones, y los franceses se han hecho los locos -como he dicho más arriba-, los alemanes han tomado muy buena nota de lo que eso supone.

El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, socialdemócrata, ha ido rápidamente a reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores ruso. Aparentemente es una acción de gobierno, pero en la práctica es mucho más. Es el primer movimiento independiente que hace el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) respecto al gobierno de Merkel. No siendo tan mal pensado se podría entender como la escenificación práctica de que el "Cuarteto de Normandía" está muerto y que Alemania ha empezado a moverse por su cuenta. El que el ministro ruso pusiese de vuelta y media a los nazis ucranianos y que el alemán no defendiese a quienes son sus aliados y protegidos pudiera ser un indicativo de ello.

Pero en unos momentos en los que la imagen de Merkel está de capa caída, mostrando una y otra vez las encuestas que publican los medios de propaganda el descenso en los apoyos con que cuenta su partido tras la crisis de los refugiados, y asediada por la propia patronal alemana que reclama con insistencia el levantamiento de las sanciones contra Rusia este movimiento hay que verle como la primera señal de que el SPD está iniciando su camino para desbancar a Merkel en las próximas elecciones y que las relaciones con Rusia van a jugar un importante papel.

Estas elecciones serán el año que viene, el 2017, y el SPD tiene bastantes posibilidades de recuperar el gobierno federal. Así que vamos a ver cómo a partir de ahora habrá un constante movimiento de viajes a Moscú, de reuniones con "los colegas rusos" intentando marcar territorio. Tanto por parte del partido de Merkel (en menor medida) como de los socialdemócratas (en mayor medida).

Este ministro ya ha criticado abiertamente la "beligerancia" de la OTAN con Rusia, ha deslizado alguna opinión partidaria de "suavizar" las sanciones contra Rusia el próximo mes de enero y se está postulando de forma clara como el rival de Merkel en la presidencia del gobierno. Y los últimos movimientos de Rusia tienen bastante que ver con ello.

No está pasando desapercibido el que Rusia haya instalado en Crimea los sofisticados misiles S-400, con los que hace inoperante todo el despliegue de misiles de la OTAN en Polonia y Rumanía. Además, está haciendo, en la práctica, el Mar Negro un lugar muy peligroso para los buques de la OTAN. Si a ello se añade la normalización de relaciones con Turquía y el reciente acuerdo con Irán para el uso conjunto de una base aérea en Hamadan, todo el franco sur de Rusia queda cubierto de cualquier tipo de agresión de la OTAN. Sin los nazis ucranianos eso no hubiese sido posible con tanta rapidez.

Los nazis ucranianos no han medido en su totalidad su propia paranoia. La baza que han proporcionado a Rusia es de tal calibre que va a tener movimientos tectónicos no sólo en Ucrania, sino en toda Europa.

El Lince

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