martes, 20 de septiembre de 2016

Interpretando las elecciones en Rusia

Para mí han dejado un sabor agridulce. Ha habido un alta abstención, del 52%, pero no es mucho mayor que la que se produce en otros países. Ha ganado Rusia Unida, como era previsible (54'19%, +4'8); ha bajado el Partido Comunista (13'34%, -5'8) y ha subido un poco el ultranacionalista Partido Liberal Democrático (13'15%, +1'5). Los socialdemócratas de Rusia Justa se hunden (6'22%, -7) y las otras expresiones de la izquierda revolucionaria no consiguen representación, como tampoco los propagandizados "demócratas" por Occidente. He mantenido muchas veces que son irrelevantes, por mucho que salgan no en uno, sino en cien informativos y en mil primeras páginas de los medios de propaganda occidentales.

También ha habido elecciones en 39 gobernaciones, de las 85 de todo el país, y es aquí donde el PC ha podido salvar algo los muebles (en algunos de ellos ha logrado el 20%), pero aunque es evidente que se ha votado diferente según el contorno -al PC a nivel local y a RU o la abstención a nivel federal- se puede decir que los comunistas no han sabido aprovechar el momento.

Insisto en el papel del PC porque quedar en segundo lugar y con una representación fuerte era vital para que Putin diese el golpe de timón en los ámbitos económicos que se está intuyendo desde hace tiempo. Como os dije, los movimientos de Putin para restablecer de forma progresiva el control del Estado sobre la economía son evidentes, pero el ritmo con el que se va a desarrollar tenía mucho que ver con los resultados electorales.

El PC lleva mucho tiempo insistiendo en la idea de que con la guerra económica de Occidente contra Rusia lo que tiene que hacer el país es convertirse en más autosuficiente en industria y en agricultura, así como fortalecer los enlaces comerciales "fraternales" con "los verdaderos amigos de Rusia" -es decir, los países de la antigua URSS- y dejar de marear la perdiz con ofertas económicas a "los socios occidentales", como les denomina el Kremlin. Este discurso es muy popular entre la población, pero a la hora de votar ha apostado por el partido en el gobierno y no por otro como el PC.

Además, este discurso, matizado, ha sido asumido por Rusia Unida en estas elecciones y es algo que se ha oído a muchos de sus candidatos. Desde RU se ha hablado de "autosuficiencia económica" y es un discurso que, también muy matizado, ha sido incorporado por los ultranacionalistas del PLD. Es decir, todo el mundo habla hoy en Rusia de ir desprendiéndose del corsé occidental pero sin abandonar el capitalismo. Este es el talón de Aquiles de Rusia y del propio Putin, que está preso del sector más neoliberal de su partido (los euroatlánticos) y que es fuerte en los ministerios económicos y en el Banco Central, por mencionar sólo un par de ejemplos.

Antes de las elecciones se hablaba de la posibilidad de que el PC subiese y que ello sería aprovechado por Putin para dar el mazazo definitivo a esta "quinta columna" euroatlántica que tiene incrustada en su gobierno. Pero el PC ha bajado bastante. Con los resultados de estas elecciones, los movimientos de Putin en este sentido van a ser mucho más cautos y aunque se van a dar, sin duda, serán mucho más lentos de lo esperado.

Si hay algo dulce en todo ésto es que tanto el PC como el PLD y RJ son profundamente anti-euroatlánticos, por lo que cualquier movimiento contra ellos que haga Putin y su sector euroasiático será apoyado sin la menor duda por estos partidos.

La cuestión es que ahora mismo yo no soy capaz de dilucidar, una vez conseguida la mayoría absoluta por Rusia Unida, cuántos representantes hay de un sector y de otro en la Duma (Parlamento). Es de suponer que sean más los euroasiáticos, pero no puedo siquiera adelantar una cifra de cuántos de los 343 diputados conseguidos por RU (de un total de 450) son de uno u otro sector.

Esta es la gran pelea a la que vamos a asistir ahora y será soterrada salvo que Putin haga algún alarde de autoridad.

El Lince


1 comentario:

  1. Yo creo que para Putin las elecciones son más bien un fracaso. Tal vez asumible, pero fracaso al fin y al cabo. En las primeras entrevistas tras las elecciones, cuando empezaban a saberse los resultados, Putin no me pareció especialmente contento, es más dudó (cosa nada habitual en él) y parece que se pensaba mucho lo que iba a decir. Obviamente no es más que una apreciación personal, pero creo que aún habitando ganado las elecciones y controlando Rusia Unida los resortes del poder, Putin es consciente de que no han sido buenos resultados (aunque luego dijera ante la televisión que sí lo han sido, pero no parecía muy convencido, la verdad). La abstención ha sido altísima y por mucho que se justifique diciendo que en otros países es similar o más alta todavía, lo cierto es que han sido las elecciones parlamentarias rusas con mayor abstención desde la caída de la URSS (bueno, y si contamos la URSS también lo son). En las anteriores elecciones parlamentarias la abstención no llegó al 40%. Incluso en Crimea la abstención ha sido el gran triunfador (más del 50%). Por otro lado el PCFR se ha dejado comer la tostada por el LDPR en muchos lugares, aunque al final haya conseguido ser segundo. También hay que tener en cuenta que Comunistas de Rusia, considerado por muchos como un invento del Kremlin para debilitar a los comunistas, ha tenido relativo éxito y se ha convertido en el principal partido extraparlamentario, esto seguramente ha perjudicado al PCFR y en el futuro lo va hacer más.En fin, veremos como evolucionan las cosas.

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