miércoles, 22 de febrero de 2017

Una ciencia

La manipulación de la llamada "opinión pública" en las llamadas "democracias" es ya una ciencia. Sí, ya lo sé: soy un radical (si os molestáis en echar un vistazo al diccionario, tres de las cuatro acepciones que tiene no son peyorativas sino positivas y todas van a lo mismo, a la raíz de las cosas) y como radical sólo veo y escribo de cosas radicales que no dan votos, que no...

En fin, allá quien se crea las estupideces de las llamadas democracias. Si no habéis arrojado por la borda vuestra capacidad intelectual podréis albergar alguna duda razonable sobre las llamadas democracias y lo que nos venden. Lo que se está viviendo en el mundo ahora mismo, desde EEUU hasta la moribunda Europa, es la prueba más evidente de ello.

Mirad unos cuantos ejemplos.

1.- La rusofobia en EEUU (y en la moribunda Unión Europea) tiene unos orígenes muy concretos: la Administración Obama en su segundo mandato y, para mayor concreción, el choque inicial que hubo con Rusia a propósito de Siria. Recordad: año 2012, intento de derrocar a Assad por todos los medios y el comienzo de los vetos rusos (el primero tuvo lugar en octubre de 2011); año 2013, toda la histeria sobre las armas químicas y el ataque a Siria que frustró Rusia, físico y político con el acuerdo sobre el tema. Esta encuesta se publicó hace dos días, el 20 de febrero. No os voy a abrumar con datos, pero Rusia supera, con mucho, a los países más odiados en EEUU, por encima de Corea del Norte, China, Palestina (que no es país y casi no es nada)... o Cuba, curiosamente y a pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas realizado en 2015 (con Obama de presidente).


No es nada nuevo, la manipulación como ciencia es un virus mortal que se extiende por las llamadas "democracias" sin que haya cura posible (salvo la revolución, pero eso son palabras mayores que causan pánico a quienes ahora se asustan con aquello que consideran radical, léase los wahabíes seculares), pero hay que tenerlo en cuenta ante lo que os contaré dentro de algunos días al hablar de la Conferencia de Seguridad Europea que se celebró en Munich la semana pasada. Ya analicé la anterior, que fue muy sorprendente y ahora también lo ha sido. Esta gente no tiene remedio (y los antes llamados progres, tampoco).

2.- Porque lo poco que los medios de propaganda han hablado de la Conferencia de Seguridad Europea ha sido sólo relativo a que el nuevo vicepresidente de EEUU "ha ratificado el apoyo incondicional de EEUU a la OTAN", así como expresado "un compromiso firme y duradero con la OTAN" (sic). Sí, pero no. Resulta que hay dos cosas a tener en cuenta:
a) Ayer el principal estratega de Trump, un tal Steve Bannon, echó un jarro de agua fría al asunto diciendo al embajador de Alemania en EEUU que Washington considera a la UE como una "construcción defectuosa" (sic) y que EEUU no ha hecho ningún reconocimiento del papel de la UE "para garantizar la seguridad". Así que todo vuelve al punto de partida, con EEUU presionando para que la moribunda UE incremente sus gastos de defensa (recordad que os lo puse) en unos momentos en los que la OTAN se está preparando para la guerra contra su propia gente, o sea, contra nosotros.
b) Pero no todo el mundo que forma parte de la OTAN tiene buena opinión de ella. Hay al menos cuatro países que dan una respuesta sorprendente, también según la encuesta de antes.


Resulta que Grecia, Bulgaria, Eslovenia y Turquía prefieren a Rusia antes que a la OTAN como aliado y/o protector en caso de guerra. Luego alguien está mintiendo aquí y, sobre todo, mintiendo a la famosa "opinión pública". O mejor aún: manipulando a la "opinión pública".

3.- Una "opinión pública" que utiliza los instrumentos del capitalismo -esta página es uno de esos instrumentos- con total acriticismo -cosa que yo, al menos, no hago-. Uno de esos instrumentos es Google. Ya sabemos que Stalin era malo malísimo, un dictador y bla, bla, bla. Sobre la represión del estalinismo hemos oído, visto y leído millones de cosas. Hasta fotos. Una de ellas es ésta.


"El terror rojo de Stalin", se dice. Aparece en cientos de páginas (gracias, Google, por facilitar la búsqueda) con el mismo pie de foto. Incluso alguna de esas páginas, mucho más audaz, dice que la víctima era australiana. Solo un pequeño detalle: no es cierto. Resulta que son soldados serbios en la primera guerra mundial -o sea, mucho antes de que Stalin mandase en la URSS- fusilando a un austriaco. Austriaco, no australiano. Alguien decidió que daba lo mismo, que las dos palabras comienzan igual. Y el bulo corre y corre...

4.- Así que no es de sorprender que en Rusia se estén cansando de historias como las precedentes. Allí tienen su propia historia y sus propias encuestadoras. Supongo que sabréis que este 2017 se cumplen 100 años de la Revolución de Octubre y, con este motivo, hay todo un debate, a favor y en contra, sobre lo que significa y la manera de conmemorarlo si es que hay que hacerlo. El Kremlin aún no se ha pronunciado, pero no lo va a tener fácil. Mirad.


Se pregunta por la opinión de los principales dirigentes de Rusia y la URSS en estos 100 años y la respuesta no puede ser más sorprendente. De arriba a abajo en la tabla, aparece lo siguiente:
- Gorbachov, tan querido por Occidente, es aborrecido en Rusia. El 13% le ve con admiración, simpatía o respeto (a partir de ahora diré que cae bien), mientras que el 46% le ve con miedo, asco o irritación (diré que cae mal). Para el resto o es indiferente o no tiene opinión.
- Yeltsin, tan querido por Occidente, es aborrecido en Rusia. Al 17% le cae bien, al 48% mal.
- Jruschov. Le cae bien al 28%, mal al 17%.
- Andropov. Le cae bien al 37%, mal al 9%.
- Lenin. Le cae bien al 40%, mal al 10%.
- Nicolás II (el zar). Le cae bien al 46%, mal al 4%.
- Stalin. Le cae bien al 46%, mal al 21%.
- Breznev. Cae bien al 47%, mal al 9%.
- Putin: Cae bien al 83%, mal al 8%.

Así que tenemos que todos los dirigentes soviéticos claves tienen un gran nivel de aceptación -especialmente Breznev, Stalin y Lenin- mientras que son sistemáticamente satanizados y vilipendiados por Occidente. Por el contrario, aquellos que han sido apoyados y ensalzados por Occidente son vilipendiados y odiados en la propia Rusia. Y no digamos Putin, un hueso cada vez más duro de roer para Occidente.

Digamos que también en Rusia se manipula la "opinión pública", pero eso no anula la manipulación que se hace en las llamadas "democracias" occidentales. Así que lo dicho, manipular es hoy ya una ciencia.

El Lince

1 comentario:

  1. Lo llamativo es que Nicolás II le caiga bien al 46%. En ese dato sí entra de lleno la manipulación de la opinión pública mediante el ensalzamiento que se ha hecho de su figura. Es más, si no llevasen 25 años demonizando a los dirigentes soviéticos su estimación positiva sería mucho más alta.

    Jeje. A Jruschov le han tomado la medida.

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