domingo, 6 de agosto de 2017

¿Los malos son malos, simples niños traviesos o...?

China y Rusia han votado en el Consejo de Seguridad de la ONU la ampliación de las sanciones contra Corea del Norte. La redacción inicial de las mismas es de EEUU, aunque China ha hecho algunas aportaciones (básicamente limando algunos aspectos más duros). La traducción, y es lo que está vendiendo (con razón) EEUU, es que ellos tienen razón y que tanto chinos como rusos han tenido que reconocerlo.

En unos momentos en los que EEUU está abonado a las sanciones, como las impuestas a Rusia, Irán y Corea del Norte (dobles en este país, por parte de EEUU y por parte de la ONU) la cesión de los malos malísimos pone en cuestión su maldad. Porque puede que no sean tan malos, sino simples niños traviesos. O porque consideran, erróneamente, que apaciguando a EEUU se puede volver a recuperar algo de racionalidad en la Administración Trump.

Las travesuras son eso, travesuras. Incluso pueden ser simpáticas. Pero aquí están demás. Esto no es un juego y al ceder se ha alentado en exceso el ego de EEUU, contra todo pronóstico. Tanto que ayer, nada más aprobarse la resolución del CSONU, el Consejero de Seguridad Nacional de EEUU dijo que EEUU está dispuesto a la "guerra preventiva" contra Corea del Norte pese a que, unos días antes, el Secretario de Estado dijo que "no buscan el cambio de régimen". En el caos que es hoy la Administración Trump lo menos que tenían que haber hecho China y Rusia era oponerse hasta ver algo de claridad.

Los malos, a quien ahora consideraré simplemente "niños traviesos" mientras no me convenza su argumentación, tienen que justificar muy bien el paso dado porque les ha retratado de forma muy notoria. Siempre he defendido que China y Rusia están impulsando un nuevo orden multilateral que está en las antípodas de lo que históricamente viene propugnando EEUU y Occidente, en general. Hasta ahora era así, aunque en el caso de Corea del Norte ya habían apoyado otras sanciones diseñadas por EEUU.

Pero desde entonces han pasado muchas cosas que hacían que estas nuevas sanciones no fueran tan fáciles de aprobar. Desde hace una semana se venía hablando de ellas...

1.- El embajador ruso en la ONU, Vasili Nebenzia, había sido muy explicito diciendo que después de la aprobación de sanciones por parte de EEUU contra su país "Rusia puede no subirse a bordo, incluso aunque cuente con el consenso de China". Esto fue el jueves.

2.- Esas declaraciones hicieron que rápidamente el embajador chino en la ONU, Liu Jieyi, mantuviese una reunión de urgencia con el ruso para "explicar en profundidad" el contenido de las sanciones. Es de suponer que fue algo más que una "explicación" y que lo que allí se alcanzó fue un compromiso: China ha afirmado que está dispuesta a negociar un Tratado de Inversión Bilateral con Rusia en virtud del cual las empresas chinas y rusas tendrían un estatus legal en cada país y recibirían un estatus de "política preferencial". China, en este contexto, ha ofrecido a Rusia su apoyo y colaboración para los planes en el Ártico, donde Moscú tiene un interés preferencial. Esto fue también el mismo jueves.

3.- El discurso de los dos países tras la aprobación de las sanciones contra Corea del Norte es el mismo: China dice que las sanciones y las conversaciones son importantes y que ahora hay que dar prioridad a éstas puesto que "la resolución tiene dos componentes importantes: dar una necesaria respuesta a las actividades del lanzamiento de misiles y pedir la reanudación de los diálogos a seis bandas haciendo hincapié en un arreglo pacífico del problema nuclear". Rusia dice que Corea del Norte tiene que abandonar su programa nuclear y misilistico y acatar el régimen de no proliferación nuclear, reconociendo que eso sera difícil mientras Pyongyang sienta la amenaza de otros actores y de maniobras militares a gran escala de Corea del Sur y EEUU.

O sea, que Corea del Norte se rinda primero y luego se negocia. Mal asunto. Los malos no lo son tanto, al parecer, o no tienen el menor empacho en echar a los leones a otros para salvaguardar y fortalecer sus propios intereses.

Entre las nuevas sanciones está la prohibición de exportar minerales y mariscos. El mineral es un mineral, por lo tanto puede ser considerado algo estratégico pero ¿el marisco? ¿los cangrejos, pepinos de mar, calamares, camarones? Pues todo eso lo acaba de prohibir la ONU como comercio exterior de Corea del Norte. Otra tontería más que indica qué tipo de mundo vivimos y cuáles son los valores, los de ahora o los de los niños traviesos que parece que los avalan.

La exportación de marisco norcoreano es casi en su totalidad a China. Haberlos, haylos, pero no conozco ningún restaurante chino en el que yo haya pedido marisco (en contra de la creencia, su consumo es bastante popular y no solo cosa de ricachones) y no me hayan dicho que proviene de Corea del Norte. Se calcula que el comercio de marisco es una parte no desdeñable del comercio entre China y Corea del Norte, por lo que China se ha disparado voluntariamente en el pie al aprobar estas sanciones. Porque, además, es la población china de origen coreano quien se beneficia de este comercio puesto que son ellos quienes lo comercializan. Genial, buena vista, chicos. Contentando a EEUU y enemistándose son su propia población ya que se calcula que unos dos millones de personas viven de ello. Claro que siempre habrá quien diga que dos millones entre mil quinientos millones no es nada.

Salvo que, sotto voce, China continúe con sus jueguecitos de sí pero no. Por ejemplo, China tiene una gran inversión en la localidad norcoreana de Rason y en donde el Banco Agrícola de China tiene una sucursal que casi únicamente se dedica a financiar esta actividad de compra-venta de marisco.

En cualquier caso las sanciones, de la ONU o no, son actos anti-humanitarios que amenazan y pisotean el derecho a la existencia y al desarrollo propio de los pueblos, en este caso de Corea del Norte. No van a afectar a la élite -no lo hacen nunca- sino a los ciudadanos simples, corrientes y molientes. China y Rusia han entrado con desparpajo en este juego. Las sanciones son de naturaleza agresiva, provocativa puesto que no hay ni el menor atisbo de cambio por parte de EEUU en lo que respecta a su agresión contra Corea del Norte. Todo lo contrario.

Se está bloqueando el flujo de divisas, con lo que se afectará a la población sí o sí. Por ejemplo, si se ejecuta en sentido estricto lo que se ha aprobado incluso el repelente para mosquitos estaría prohibido. Se está provocando a Corea del Norte, que solo tiene un camino: o rendirse, y eso equivaldría a su destrucción, o continuar hacia adelante y esto es lo que hará.

Las sanciones anteriores aplicadas por la ONU, siete en total, dos de ellas aprobadas el año pasado, no han tenido ningún efecto en el rápido desarrollo del programa nuclear y misilístico norcoreano. A más sanciones, mas misiles. Esa es la ecuación simple de Corea del Norte y, para ella, la cosa es al revés: no se va a alejar ni un milímetro de su política mientras no vea que EEUU deja su política hostil. Y esto no se va dar cuando los malos han demostrado que no lo son tanto y han actuado más como niños traviesos que como malos.

China y Rusia han cometido un error de grueso calibre porque, tal y como se han aprobado estas sanciones, se han plegado a la arrogancia de EEUU pisoteando al que consideran débil (y libre e independiente de influencias).


El Lince

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