viernes, 6 de noviembre de 2020

El aviso, la coincidencia, o lo que sea

Entretenidos como estamos con las elecciones en EEUU hay un dato en apariencia irrelevante pero que desata las alarmas en una guerra, aún no cruenta, pero devastadora entre EEUU y China. Puede que sea un aviso, puede que sea una coincidencia, puede que sea cualquier cosa. Pero ahí está.

Resulta que Apple está en problemas por "escasez de chips de energía" para su último modelo de iPhone. Resulta que esto va a generar serios "desajustes" en la política de la compañía y en las ventas previstas para estas navidades puesto que se estima que "las interrupciones de suministro persistan durante los próximos dos trimestres". 

Bueno, a cualquier empresa le pueden pasar esas cosas de vez en cuando ¿no? ¿Por qué alarmarse entonces?

Aquí entra el apartado de especulaciones, si eso es un aviso de algo que ocurrió no hace mucho o una simple coincidencia. 

Dado que Apple no ha especificado el por qué de esa escasez de suministro ni el origen de los componentes que lo generan puede, tal vez, acaso, quizás sea un primer aviso de China de lo que puede ocurrir si aplica a rajatabla la ley aprobada el 13 de octubre sobre control de exportaciones y autorización al gobierno a "tomar contramedidas" contra cualquier país que "abuse de las medidas de control de exportaciones" y represente una amenaza para la seguridad nacional y los intereses de China. Es decir, se prohíbe la exportación de sustancias estratégicas (especialmente las tierras raras) y tecnología a empresas extranjeras que podrían representar una amenaza para su seguridad nacional.

Como os dije, y para que en EEUU se entienda mejor simplificando el mensaje, es algo así como "sin tierras raras no hay chips". Pues no hay chips. Y eso afecta a una compañía que está en competencia feroz con Huawei por la hegemonía en tecnología 5G y que, como consecuencia de la prohibición a que se enfrenta Huawei, está viendo cómo se la boicotea en China.

Lo que me ha llamado la atención no es el hecho en sí, sino la referencia a que "se espera que las interrupciones persistan durante los próximos dos trimestres". O sea, el tiempo que dio China para ver qué hace el nuevo, o no, presidente de EEUU. Como os dije, si gana Biden China le va a dar unos meses para ver si es capaz de revertir la política de enfrentamiento y si gana Trump no habrá tiempo alguno y que, en cualquier caso, será en la primera sesión de la Asamblea Popular Nacional donde se dará luz verde al cumplimiento completo de esa ley. Y esa reunión será en marzo de 2021. Dos trimestres, efectivamente.

Puede, sin más, que haya sido una simple coincidencia. 

Lo que no es coincidencia es lo que se está viendo del gran líder de la democracia, del faro del mundo libre y todas esas simplezas en unas elecciones que son de chiste y el desarrollo, más.

Lo que se ve es que Trump ha ganado porque no ha perdido. Siga o no, su legado sí va a continuar y por mucho tiempo porque tiene una importante base social. Si es Biden el presidente poco va a cambiar si es que cambia algo. Porque hay algunas consideraciones que se pueden hacer ya, con independencia del resultado final.

La primera, que el Partido Republicano cuenta con un significativo apoyo de la llamada "clase trabajadora". La segunda, que las minorías de todo tipo no han seguido masivamente al Partido Demócrata pese a toda la fanfarria de los medios de propaganda y a las protestas. La tercera, que el manejo desastroso de la pandemia le importa un higo a la gente.

El Lince

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