Mentir es un hábito
En Occidente, por supuesto. Es su esencia: o su discurso, basado en mentiras manifiestas, o su orden y sus reglas. Nada de valores democráticos (véase Rumanía, por ejemplo, y compárese con Venezuela), ni derechos humanos (véase Gaza), ni derecho internacional, ni zarandajas por el estilo.
Hace un mes, entretenidos como estábamos (porque a Occidente le interesaba, y nosotros siguiendo el juego) con Siria, el psicópata que ejerce de secretario general de la OTAN dijo algo que pasó desapercibido entonces: que hay que gastar menos en pensiones, sanidad y seguridad social y más en armas. Ahora lo ha vuelto a decir y como ya se ha levantado la niebla de Siria, ahora alguien se ha dado cuenta de lo que supone. Ahora, con un mes de retraso. Así somos, siempre a rebufo de la burguesía y sus intereses.
Lo que está diciendo este tipo, y que ahora levanta un poco la burguesía no es otra cosa que ir preparando el terreno para que lo aceptemos. Fácil, somos borregos.
Cuando se eligió (a dedo, esta es la democracia occidental) a este psicópata para secretario general de la OTAN ya se podía saber de qué iba a ir la cosa. Este tipo es un "frugal", un tipo que siempre se ha opuesto a los gastos sociales y un adalid de la austeridad macroeconómica. Formaba parte de la tríada austera (Alemania, Dinamarca y Países Bajos) durante su etapa como primer ministro de los Países Bajos y siempre se opuso, y criticó, el que se permitiesen algunas licencias presupuestarias de los países del Sur de Europa (España, Portugal y Grecia, sobre todo).
Estamos a las puertas de lo que la neolengua capitalista llama "recortes" en lo poco que queda de la "política de bienestar" en Europa. Otros "recortes" a los que sumar los de 2008 y años posteriores. El salchichón va a ver otra vez cómo se le quitan más y más rodajas, volveremos a ver cómo el estercolero mediático lo defiende con la "amenaza rusa" y nosotros seremos un poco más borregos, si es que eso es posible. Estamos a las puertas de ver cómo unas políticas que se aplican desde hace más de 30 años, con el fin de la URSS, se refuerzan. Solo que ahora en nombre de la guerra porque, como ha vuelto a decir este psicópata de cartel "o se aumenta el gasto en defensa o tenemos que comenzar a aprender ruso o ir a Nueva Zelanda".
Como dijo Marcuse, "los medios de comunicación, con sus verdades, medias verdades y mentiras manifiestas conducen a la inercia, a la sumisión y a la renuncia a cambiar". Lo dijo en 1975 y entonces el estercolero mediático decía alguna verdad o medio verdad, mientras que ahora son en su práctica totalidad mentiras manifiestas. Esta gente lo sabe y lo hace. Mentir es su forma de vida, es su hábito. Y nosotros nos creemos estas mentiras. Una y otra vez.
Y se escuda en Trump y en su petición de que los países de la OTAN gasten el 5% de su PIB en armas. Mucho más de lo que gasta EEUU (un 3'38%) e inalcanzable para la práctica totalidad de los otros 31 miembros de la OTAN que, todo hay que decirlo, ya gastan (24 de ellos) un 2% de su PIB para cañones y no para mantequilla. El caso más raro es Polonia, que gasta un 4'7% de su PIB para esto. Alemania está en recesión desde hace tres años, Gran Bretaña a las puertas de la estanflación (inflación elevada, estancamiento económico y desempleo masivo) y Francia en parálisis permanente. Pero estos psicópatas son insaciables. Os lo dije, la cuestión está en si queremos el frigorífico lleno o la guerra. La decisión es nuestra.
Pero aquí, si pensásemos, que no es el caso, nos haríamos una pregunta: ¿a quién hay que comprar esas armas, puesto que Rusia las está quemando sistemáticamente y se ha demostrado que no son nada frente al armamento ruso, y que arden como sus predecesoras nazis ardieron hace 80 años? No es a Europa, es a EEUU. Y más cuando China está apretando con algo imprescindible: las tierras raras, como ha tenido que reconocer la propia OTAN.
Este psicópata, entre mentira y mentira, ha dicho alguna verdad: "el actual sector armamentista en Europa es demasiado pequeño, demasiado fragmentado y demasiado lento". Por lo tanto, no hay nada que hacer ni a corto ni a medio plazo con Rusia. Pero con eso lo que está diciendo es que nos tenemos que apretar el cinturón, más, mucho más, y apretar los dientes durante muchos años. Más madera, es la guerra. Más rodajas del salchichón que desaparecerá hasta no quedar nada. Y luego, a llorar.
Estamos en manos de psicópatas que están dispuestos a quemar todo tocando la lira, como Nerón. ¿Alguien se acuerda ya de aquello que también hizo fortuna, lo del "gran reinicio"? No hay dinero para ello, ni lo había entonces ni muchos menos ahora, con todo el dinero que se está quemando en el país 404, antes conocido como Ucrania. Pero es que, además, se lleva un tiempo hablando de la caída demográfica en Occidente, caída que solo se sostiene un poco por los inmigrantes a quienes ahora se quiere expulsar. Y esa caída demográfica tiene que ver, también, con la reducción del salchichón, con los "recortes" en salarios, en guarderías, en educación, en asistencia sanitaria, en pensiones... Y va este psicópata y reincide en lo mismo: aún hay que quitar más rodajas al salchichón.
Porque junto con esto dijo algo que también pasa desapercibido: el país 404 está en ruinas. En su lenguaje (es un decir): "Ucrania aún no está en una posición fuerte para iniciar las conversaciones de paz, ahora con menos de una semana antes de que el presidente electo Donald Trump entre en la Casa Blanca. Porque en este momento no pueden negociar desde una posición de fuerza. Y tenemos que hacer más para asegurarnos de que, cambiando la trayectoria del conflicto, puedan llegar a esa posición de fuerza". Más madera, es la guerra. A nuestra costa.
El Lince
Con la venia, dedicado al señor Rutte, con todo el cariño:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=u4cSHfKBcwo
Además podremos aprender a leer a Dostoievsky en su idioma original. Los rusos escriben mucho mejor que los de los tulipanes, dónde va a parar.
ResponderEliminarSaludos.