Mañana hay elecciones en Ucrania. La fascistización de la sociedad es un hecho, con independencia de los resultados que consigan los partidos y formaciones abiertamente nazis. El gobierno de Poroshenko ha establecido el 14 de octubre como Día del Defensor de Ucrania. Esa fecha es en la que se creó en 1942 el Ejército Insurgente de Ucrania que combatió a los soviéticos en alianza con los nazis. Os he puesto aquí cómo se adoctrina a los niños en los valores y simbología nazi. Desde EEUU y sus vasallos de la Unión Europea se dice que no hay nazis en Ucrania, negando la realidad como si no hubiese noche y día. EEUU y sus vasallos de la UE amparan al nazismo, por lo que hay que recuperar la historia de dos maneras: leyendo lo que pasó y cómo actuaron y viendo algunas imágenes.
Este artículo es muy esclarecedor y está sacado de http://slavyangrad.org/2014/10/14/the-march-of-heroes/
“La marcha de los héroes”
Preámbulo: Organizada por las
organizaciones sociales y políticas nacionalistas Asamblea Social-Nacionalista
y “Patriotas de Ucrania”, se ha celebrado esta semana en Odessa la “Marcha de
los Héroes”, una procesión a la luz de las antorchas en la que participaron también
soldados del Batallón Azov, de vuelta de la zona de la llamada “operación
antiterrorista” debido a la rotación de tropas. El Batallón Azov está formado
por activistas de la Asamblea Social-Nacionalista y según los organizadores de
la marcha “inicialmente estaba considerado como un batallón del Sector
Derecho”. Miembros del Sector Derecho, como ultras del equipo de fútbol, y
otros “jóvenes patriotas” también tomaron parte en una marcha que amenazaba con
convertirse en el principal evento ocurrido en la ciudad en las últimas fechas.
También se produjeron sendas marchas de los héroes en Kiev y
Kharkov, aún no está claro con qué consecuencias para los residentes de esas
ciudades. Estas consecuencias se verán más adelante, pero el hecho de que se
hayan celebrado, así como el aniversario de la formación del Ejército
Insurgente Ucraniano , da una oportunidad para recordar algunos de los “actos
heroicos” grabados en la historia de este ejército.
Artículo
original de Voennoe Obozrenie
Traducción de Nahia Sanzo
El 14 de
octubre, para conmemorar el aniversario de la fundación del Ejército Insurgente
Ucraniano (UPA), algunos de sus miembros decidieron hacer un regalo exótico a
su general: cinco cabezas
recientemente cortadas a polacos. El general se mostró ciertamente conmovido
tanto con el regalo en sí como por la creatividad de sus subordinados. Este
entusiasmo asombró incluso a los alemanes. El Comisionado General del distrito
de Volhinya, Obergruppenführer Schenne, rogó al obispo Polikarp Sikorsky que
refrenara a su congregación: “los bandidos nacionalistas atacan a polacos
desarmados e indefensos. Según los cálculos más recientes, al menos 15.000
polacos han sido masacrados. El asentamiento de Yanova Dolina ha dejado de
existir”.
En los registros de la División “Galychyna”
de las SS puede leerse: “20 de marzo de 1940. Nos han notificado de cierto
insurgente ucraniano, inicialmente en Volhinya, pero que se rumorea que está
ahora en Galicia, que hace alarde de que, armado solo con cuerdas, ha
estrangulado él solo a 300 polacos. Es considerado un héroe”.
Polonia ha publicado docenas de tomos
en los que se describen hechos similares de este genocidio. Ninguno de ellos ha
sido refutado por los banderistas. Hay historias similares sobre la Armia
Krajowa (el Ejército Local, fuerzas de resistencia polaca) que podrían llenar
libros enteros. Se han planteado serias dudas sobre estas últimas alegaciones
que los nacionalistas ucranianos siempre han utilizado para exculpar los
crímenes del UPA-OUN.
Hay que
reconocer al bando polaco que se haya molestado en recoger con mucho cuidado
los datos de todo acto de compasión demostrado por los hombres y mujeres
ucranianos. Para citar solo un ejemplo: en el pueblo de Virka región de
Kostopolsky), la señora Francisca Dziekanska llevaba en brazos a su hija de
cinco años, Jadzia, cuando fue mortalmente herida por una bala banderista. La
misma bala que mató a la madre hirió también a la niña en la pierna. La niña
permaneció durante diez días junto al cuerpo de su madre y sobrevivió comiendo
grano. Finalmente, un profesor ucraniano la rescató. El hombre sabía a ciencia
cierta cuál podía ser el precio de ese acto de generosidad hacia los extranjeros. En esa
misma zona, los banderistas habían asesinado a dos niños ucranianos simplemente
porque habían sido adoptados por una familia polaca. Agarraron por las piernas
a Stasik Pavlyuk, de tres años, y golpearon su cabeza contra la pared.
Cualquier ucraniano que no mostrara su
odio a los liberadores soviéticos corría el riesgo de encontrar ese mismo final.
Ivan Revenyuk, alias Gordiy, miembro de la Organización de Ucranianos
Nacionalistas (OUN, liderada por Stepan Bandera) testificaría más adelante:
“Una noche trajeron a una chica de unos 17 años, o quizá menos, una chica
normal del pueblo de Khmyzovo. La acusaban de haber asistido a fiestas junto
con otras chicas cuando el Ejército Rojo estaba destinado en el pueblo. El
miliciano Kubik (comandante del batallón Tury de la OUN) pidió permiso para
interrogarla personalmente. Exigió que confesara haberse relacionado con los
soldados enemigos. La chica juró por Dios y por todos los santos que no había
ocurrido nada inapropiado. Él le contestó con una sonrisa: “vamos a ver”,
mientras afilaba una estaca con un cuchillo. Después la empaló clavando la
estaca en sus genitales.
Una noche bandidos atacaron al pueblo
de Lozovoye, de población de etnia ucraniana, y asesinaron a más de 200 de sus
habitantes en menos de dos horas. En casa de la familia Dyagun, los banderistas
apuñalaron a tres niños. Al pequeño, Vladislav, de cuatro años, le cortaron las
piernas. En casa de la familia Makukha, los asesinos encontraron dos niños:
Ivasik, de tres años, y Josif, de diez meses. El pequeño se despertó en mitad
de la noche y sonrió al extraño que lo levantaba enseñando sus pequeños dientes
de bebé. Ese carnicero sin compasión abrió la cabeza del niño con un cuchillo y
después regresó a por su hermano, al que mató con un hacha.
Otra noche, los banderistas
secuestraron a toda una familia en el pueblo de Volkovyia y los llevaron al
bosque, donde los torturaron solo por placer. Cuando se dieron cuenta que la
mujer estaba embarazada, le abrieron el vientre y arrancaron el bebé para
reemplazarlo por un conejo vivo.
“Su brutalidad excedía incluso el
sadismo de las SS alemanas. Torturaron a nuestra gente, a nuestros campesinos.
¿Acaso no sabemos cómo asesinaron a niños pequeños, golpeando sus cabezas
contra las paredes y aplastando sus cerebros? Estos asesinos cometieron
terribles atrocidades”, afirmaba Yaroslav Galan (escritor y periodista
ucraniano que expuso los crímenes de los partidarios de Bandera y que fue
asesinado en 1948 en su propia casa de Lvov. Se encontró su cuerpo cortado por
un hacha).
Otros grupos ucranianos, como la
facción Melnyk de la OUN (Andrey Meknyk, fundador de la OUN en los años 20, y
que se oponía al nazismo y a la violencia, fue expulsado de la OUN por Bandera,
la facción Bulba-Borowets (que se negó a participar en el genocidio polaco), el
Gobierno de la República de Ucrania Occidental en el exilio, o la Organización
Herman (conservadora y monárquica) con base en Canadá, han denunciado con
dureza las atrocidades cometidas por los banderistas.
Aunque ya sea demasiado tarde para las
víctimas, algunos de los participantes en estas atrocidades comienzan a
arrepentirse de sus crímenes. En junio de 2004, una mujer mayor se acercó a los
editores del periódico de Lugansk “Sovetskaya Luganschina” y, al entregarles un
paquete, les explicó que cumplía con la última voluntad de una amiga
recientemente fallecida. Su amiga, que había nacido en Volhynia y que había
participado en las actividades de los banderistas, se había arrepentido de sus
actos al final de su vida y decidió que su confesión supondría al menos un
pequeño paso para pagar por sus pecados.
“Yo, Nadezhda Timofeevna Vdovichenko, natal de
Volhynia… Ruego el perdón póstumo para mí y para mi familia. Cuando lea esto yo
ya no estaré (confió en que mi mejor amiga cumpla con su misión de entregar mi
testimonio).
Éramos cinco hermanos en nuestra familia, todos nosotros ardientes
banderistas: mi hermano Stepan, mis hermanas Anna, Olya, Nina y yo. Todos nos
unimos a Bandera. Durante en día descansábamos en nuestras cabañas. Por la
noche, conducíamos o caminábamos a pueblos de la zona. Teníamos órdenes de
estrangular a cualquiera que albergara a rusos capturados, así como a esos
rusos. Pero eso era tarea de los hombres. Las chicas solo ordenaban las ropas
de la casa, los bienes, cuidábamos del ganado de quienes eran asesinados:
matábamos a los animales, los despellejábamos, los preparábamos, los
cocinábamos… Una vez, en una sola noche en Romanovo, estrangularon a 84 seres
humanos. En realidad, estrangularon a los adultos y a los mayores. A los niños
simplemente los cogían por las piernas y los golpeábamos contra la pared. Al
terminar, nos íbamos. Nos sentíamos fatal por nuestros hombres: tenían tanto
trabajo con esta tarea tan dura, que durante el día apenas podían recuperar las
fuerzas para volver a matar la próxima noche. Algunos trataban de esconderse.
Si no encontrábamos hombres, empezábamos con las mujeres.
En el pueblo de Verkhovka, la esposa de Tilimon Kovalchuk se negó
a decirnos dónde estaba su marido. Ni siquiera quería abrir la puerta, ero la
amenazamos y tuvo que dejarnos pasar. Le dijimos: “solo queremos hablar con tu
marido, no vamos a haceros daño”. Dijo que estaba escondido en el pajar. Lo
arrastramos fuera y le golpeamos hasta la muerte. Tenían dos niños, dos niños
muy buenos: se llamaban Stepan y Olya, de doce y catorce años. La chica,
simplemente la abrimos por la mitad. Eso nos libró de tener que matar a la
madre, que murió de un infarto ahí mismo. Nos llevábamos a los hombres fuertes
y sanos para nuestras filas: estrangular no es una tarea fácil. Dos hermanos de
Verhkovka, Nicolay y Stepan, se negaron a estrangular a nadie y huyeron a su
casa. Los condenamos a la pena de muerte. Cuando fuimos a su casa a por ellos,
su padre dijo: “Si os vais a llevar a mis hijos, llevadme a mí también”. Nos
llevamos a toda la familia. De camino, la hermana, Nadya, nos rogó que
dejáramos ir a Nicolay. Nicolay le contestó: “Nadya, no te humilles. Bandera
nunca ha mostrado clemencia a nadie”. Matamos a Nicolay, su padre, su madre y
Nadya. Dejamos a Stepan y nos lo llevamos. Estuvo encarcelado dos semanas, en
invierno, en una granja sin nada para calentarse, sin otra ropa que su ropa
interior. Era golpeado con varas a diario. Queríamos que confesara dónde se
escondían los demás miembros de la familia. Pero era fuerte y no les traicionó.
La última tarde, después de que le pegáramos una vez más, pidió ir a las
letrinas. El guardia lo llevó, pero en medio de una tormenta de nieve,
consiguió escabullirse y huir. La gente local, Petro, Rimarchuk, Zhabsky, Puch,
nos dieron toda la información.
Nos informaron de que en Novoselki, en la región de Rivne, una
chica se había unido a Komsomol (organización juvenil del Partido Comunista).
Se llamaba Motrya. La llevamos a Verkhovka. Un hombre mayor, Zhabksy, le
arrancó el corazón cuando todavía estaba viva, mientras cronometraba cuánto
tiempo seguía latiendo una vez arrancado. Más tarde, después de que llegaran
los rusos, sus hijos quisieron que se erigiera un monumento, alegando que había
luchado por Ucrania.
Había una chica judía. Tenía un hijo pequeño y había escapado del
gueto. La capturamos en una emboscada den el bosque y la matamos ahí mismo… Uno
de nuestros chicos banderistas se hizo amigo de unas chicas polacas. Cuando se
supo, le ordenaron que las matara. Obedeció ahogándolas en el río. La madre
vino gritando, llorando, preguntando si alguien había visto a sus hijas
desaparecidas. Le dije “no. Pero vamos juntas a buscarlas”. La llevé al mismo
lugar en el que habían ahogado a sus hijas y la empujé a la corriente. Teníamos
órdenes de matar a todos los judíos, polacos, rusos, cualquier prisionero de
guerra que hubiera escapado y quienes les hubieran ayudado. Había que matarlos
a todos sin clemencia. Fuimos tras la familia Severin y los estrangulamos a
todos. Pero su hija no estaba allí, vivía con su marido en otro pueblo. Cuando
volvió y se encontró a sus padres muertos, comenzó a desenterrar todos los
bienes que la familia había escondido. Los banderistas aparecieron, se llevaron
todos los bienes y la enterraron en la misma caja que había desenterrado. Dejó
a dos niños en casa. Si los hubiera llevado con ella, ellos también habrían
acabado en la misma caja.
En nuestro pueblo había un hombre llamado Kubluyk. Lo habían
enviado (las autoridades soviéticas) a la ciudad de Kotov, en la región de
Kivertsky, para trabajar. No llevaba ni una semana cuando le cortaron la
cabeza. Su vecino, Vasily, que estaba enamorado de Sonya, la hija de Kybluyk,
la protegió. Los banderistas le dieron la orden de matarla, o si no…
Vasily le dijo a Sonya: “Voy al bosque a por leña. Ven conmigo. Y ella lo hizo.
Cuando volvió, estaba muerta. Su explicación fuer que la mató un árbol al caer.
En nuestro pueblo había un hombre muy vejo, Timofey Oytsyus. La
gente le respetaba como a un profeta, porque nunca se equivocaba en sus
predicciones. Cuando llegaron los alemanes, hasta ellos se hicieron eco de su
fama. Le visitaban respetuosos y le preguntaban por su futuro. Él les dijo: “no
me atrevo a enterarme, porque ¿qué pasa si es malo? ¿Me mataréis?”. Con ayuda
de un traductor, los alemanes prometieron no hacerle daño dijera lo que dijera.
Entonces, el vejo se quedó pensativo y dijo: “Llegaréis con rapidez a Moscú,
pero huiréis de Moscú aún más rápido”. Los alemanes cumplieron su promesa y le
dejaron ir. Pero cuando el viejo les dijo a los banderistas que sus asesinatos
de ucranianos inocentes no les darían la victoria, le golpearon salvajemente
hasta la muerte.
Ahora quiero hablar de mi familia. Mi hermano Stepan era un
ferviente seguidor de Bandera, aunque el resto no nos quedábamos atrás. Todos
luchamos por los banderistas, incluso yo, que estaba casada. Cuando vinieron
los rusos, empezaron a detener a gente y a enviarla al exilio. Nuestra familia
quedó proscrita. Mi hermana Olya hizo un trato con los soviéticos antes de
partir y cooperó con ellos. Los soviéticos la dejaron ir, pero esa misma noche
llegaron los banderistas y la estrangularon. Mi padre, mi madre y mi hermana
Nina acabaron en Rusia. Mis padres ya eran mayores y estaban débiles y mi
hermana, la única capaz de trabajar, se negó a trabajar para “los rusos”.
Incluso le ofrecieron un trabajo digno como secretaria, pero les contestó que
nunca aceptaría nada soviético, ni siquiera un bolígrafo. Siguieron intentando
convencerla diciendo “vale, no quieres trabajar. Bien. Podemos dejar que
vuelvas a casa si aceptas cooperar con nosotros y ayudarnos a llevar ante la
justicia a los asesinos”. Firmó el trato sin pensarlo mucho y sin intención de
cumplirlo. En cuanto pisó el pueblo, los banderistas la estaban esperando.
Convocaron una reunión secreta en la que le condenaron a muerte “para mostrar a
todos qué espera a los traidores”. Nunca he podido saber qué le hicieron.
Toda mi vida he soportado esta carga en mi corazón: creí a Bandera
y hubiera matado a cualquiera que dijera una palabra equivocada sobre los
banderistas. ¡Qué Dios los condene para toda la eternidad! ¿Cuántas vidas
inocentes pudieron destruir? ¿Y ahora exigen que se les llame “defensores de
Ucrania”? ¿De quién estaban “defendiendo” a Ucrania? ¿De su propia especie?
¡Desalmados! ¿Cuánta sangre hay en sus manos, a cuánta gente quemaron viva?
Incluso aquellos que entonces fueron enviados al exilio no quieren volver a la
maldita tierra de Bandera.
Os pido por favor, que perdonéis mis pecados”.
Publicado en “Sovetskaya Luganschina”,
en enero 2004.
A continuación, una lista sobre las
atrocidades contra la población civil que han sido documentadas, las torturas y
asesinatos cometidos por la Organización de Ucranianos Nacionalistas y el
Ejército Insurgente Ucraniano, todas ellas documentadas por las investigaciones
oficiales.
1.
Clavar clavos en el cráneo.
2.
Arrancar cabelleras.
3.
Golpear el cráneo con un hacha.
4.
Golpear la frente con un hacha.
5.
Clavar una bayoneta en la sien de una víctima.
6.
Grabar un águila en la frente.
7.
Arrancar un ojo.
8.
Arrancar los dos ojos.
9.
Amputación de la nariz.
10.
Amputación de la oreja.
11.
Amputación de las dos orejas.
12.
Empalar a un niño.
13.
Atravesar la cabeza, de oreja a oreja, con un alambre.
14.
Amputación de labios.
15.
Amputación de la lengua.
16.
Rajar el cuello.
17.
Rajar el cuello y arrancar la lengua a través de la herida.
18.
Rajar el cuello e insertar objetos en la herida.
19.
Arrancar dientes.
20.
Romper la mandíbula.
21.
Arrancar la boca de oreja a oreja.
22.
Taponar la boca mientras el detenido aún vive.
23.
Cortar el cuello con un cuchilo o una hoz.
24.
Golpear el cuello con un hacha.
25.
Arrancar la cabeza con un hacha.
26.
Rotar la cabeza 180º.
27.
Aplastar la cabeza.
28.
Decapitación con la hoz.
29.
Decapitación con guadaña.
30.
Decapitación con hacha.
31.
Apuñalar el cuello con hacha.
32.
Apuñalar la cabeza.
33.
Apuñalar el cuello con hacha.
34.
Arrancar trozos de piel de la espalda.
35.
Golpes con bayoneta en la espalda.
36.
Romper costillas.
37.
Golpear el corazón con cuchillos o bayonetas.
38.
Amputación del busto (mujeres) con la hoz.
39.
Amputación de genitales (hombres) con la hoz.
40.
Cortar el cuerpo en dos con una sierra de carpintero.
41.
Apuñalar el cuerpo de la víctima con cuchillo y bayoneta.
42.
Apuñalar embarazadas en el vientre.
43.
Adultos: rajar el vientre y sacar los intestinos.
44.
Rajar el vientre de embarazadas con avanzado estado de gestación
y reemplazar el feto con un gato, conejo.
45.
Rajar el vientre y verter agua dentro.
46.
Rajar el vientre e introducir piedras en la herida para tirar a
la víctima al río.
47.
Rajar el vientre de embarazadas e introducir cristales rotos.
48.
Arrancar los tendones.
49.
Introducir barras de hierro ardiendo por vagina o ano.
50.
Introducir piñas por la vagina.
51.
Introducir estacas afiladas por la vagina y empujarla hasta que
saliera por la boca.
52.
Abrir el torso femenino con tijeras de jardinero desde el cuello
a la vagina, arrancando los intestinos.
53.
Colgar a la víctima por los intestinos.
54.
Insertar una botella de cristal por la vagina y romperla.
55.
Insertar una botella de cristal por el año y romperla.
56.
Rajar el vientre, llenándolo de pienso de animales, para que
sean estos los que arranquen los intestinos.
57.
Amputación de brazos.
58.
Apuñalar la palma de la mano.
59.
Amputación de dedos con un cuchillo.
60.
Amputación de manos.
61.
Quemar la palma de la mano con carbón del horno.
62.
Arrancar el talón.
63.
Arrancar el pie.
64.
Fracturar los huesos de las manos.
65.
Fracturar los huesos de las piernas.
66.
Serrar el torso con sierra.
67.
Amputación de ambas piernas con sierra.
68.
Verter carbón ardiendo sobre las piernas.
69.
Clavar las manos a una mesa, los pies al suelo.
70.
Clavar las manos y los pies a una cruz en una iglesia católica.
71.
Golpear el cráneo con un hacha.
72.
Cortes con hacha por todo el cuerpo.
73.
Mutilar el cuerpo con un hacha.
74.
Romper huesos de las extremidades.
75.
Clavar la lengua de un niño a la mesa para que el niño quede
colgando de la mesa.
76.
Mutilar el cuerpo de un niño.
77.
Rajar el vientre de un niño.
78.
Clavar a un niño a la mesa con bayoneta.
79.
Colgar a un niño por sus genitales.
80.
Golpear las articulaciones de piernas y brazos de un niño.
81.
Asfixiar a un niño cubriendo su boca con trapos.
82.
Arrojar a un niño a un pozo.
83.
Arrojar a un niño a una casa en llamas.
84.
Aplastar la cabeza de bebés.
85.
Empalar a un niño.
86.
Colgar a un cura por los pies en el púlpito de una iglesia
católica.
87.
Colgar a una mujer de un árbol y amputar el busto, la lengua,
rajar su vientre y arrancarle los ojos.
88.
Clavar a un niño a la puerta.
89.
Colgar a un niño de un árbol.
90.
Colgar a víctimas de los árboles por los pies.
91.
Arrojar a la víctima a una fogata mientras chicas bailan y
cantan alrededor.
92.
Apuñalar el cuerpo con una estaca.
93.
Atar a la víctima a un árbol y usarla como blanco de disparos.
94.
Arrojar a la víctima desnuda en el bosque.
95.
Asfixiar a la víctima.
96.
Arrastrar un cuerpo atado por el cuello.
97.
Atar a una mujer de pies y manos y rajar su busto.
98.
Rajar el torso con cadenas.
99.
Arrastrar un cuerpo atado a una carreta por la carretera.
100.
Arrastrar el cuerpo de una madre y sus hijos por la carretera
(atados los unos a los otros)
101.
Atar a una víctima con alambre.
102.
Atar a varias víctimas juntas con alambre.
103.
Atar un cuerpo con alambre y verter agua helada.
104.
Enterrar un cuerpo hasta el cuello.
105.
Enterrar un cuerpo hasta el cuello y decapitarlo.
106.
Desgarrar el cuerpo atándolo a dos caballos en dirección
opuesta.
107.
Arrojar a adultos a una casa en llamas.
108.
Prender fuego a una víctima.
109.
La antorcha de Nero, prender fuego a la paja que rodea a la
víctima.
110.
Apuñalar a la víctima por la espalda y dejar ahí el cuchillo.
111.
Arrojar a un bebé al fuego.
112.
Arrancar la piel de la cara.
113.
Clavar estacas en las costillas.
114.
Colgar a la víctima de un alambre.
115.
Arrancar la piel del cuerpo de la víctima y verter tinta o agua
hirviendo en las heridas.
116.
Atar a la víctima a un pilar y usarla como blanco de lanzamiento
de cuchillos.
117.
Atar las manos con alambre.
118.
Infligir heridas mortales con una pala
119.
Clavar las manos al umbral de la puerta de una casa.
120.
Arrastrar por la carretera a una víctima con las piernas atadas.
Frente al revisionismo y al reescribir la historia que se está haciendo por parte de la junta nazi de Kiev, aquí está otro documento histórico sobre la proclamación del llamado Estado Independiente Ucraniano y más abajo su traducción. Sobran las palabras. Y esto es lo que se está rehabilitando en Kiev ahora con el apoyo y aquiescencia de EEUU y sus vasallos de la Unión Europea.
Acta de proclamación del Estado
independiente ucraniano, Lviv, 30 de junio de 1941
Gobierno Ucraniano, 1/41
Asamblea Nacional de los Ucranianos
Yaroslav Stetsko, Vice líder de la OUN, proclama después de 23
años de cautiverio el acta del Estado ucraniano
Por voluntad del pueblo de Ucrania, la Organización de
Nacionalistas Ucranianos, liderada por Stepan Bandera, proclama la restauración
del Estado ucraniano por el que se han sacrificado generaciones enteras de los
mejores hijos de Ucrania.
La Organización de Nacionalistas Ucranianos, que bajo el liderazgo
de su fundador y líder Yevhen Konovalets ha emprendido en las últimas décadas
de esclavitud Moscovita-bolchevique una persistente batalla por la libertad
nacional revolucionaria ucraniana, llama a todo el pueblo de Ucrania a no
deponer las armas hasta que todas las tierras de Ucrania estén unida bajo un
Gobierno Soberano de Ucrania.
Las autoridades soberanas de Ucrania garantizarán al pueblo de
Ucrania orden y prosperidad, el pleno desarrollo de todas sus fuerzas y la
satisfacción de todas sus necesidades.
En las tierras occidentales de Ucrania se establece un Gobierno
ucraniano que queda subordinado al Gobierno Nacional de Ucrania que se
establecerá en la capital de Ucrania – Kiev de conformidad con la voluntad del
pueblo ucraniano.
El Estado ucraniano trabajará en estrecha colaboración con la Gran
Alemania Nacional-Socialista que, bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler,
está estableciendo un nuevo orden en Europa y el mundo y está ayudando al
pueblo de Ucrania a liberarse de la ocupación Moscovita.
El Ejército Revolucionario Nacional Ucraniano, que se formará en
las tierras de Ucrania, seguirá luchando con el Ejército Alemán contra la
ocupación de Moscú, por un Estado soberano y unido y un nuevo orden en el mundo
entero.
¡Viva el Estado Soberano de Ucrania! ¡Viva la Organización de
Nacionalistas Ucranianos! ¡Viva el líder de la Organización de Nacionalistas
Ucranianos, Stepan Bandera!
¡GLORIA A UCRANIA! ¡GLORIA A LOS HÉROES!
Yaroslav Stetsko
Presidente de la Asamblea Nacional
Como ya os dije, repetid conmigo, con EEUU y con sus
vasallos de la Unión Europea: no hay nazis en Ucrania, no hay nazis en Ucrania,
no hay nazis en Ucrania...
P.D.- Si no fuese trágico, sería hasta cómico: el Jardín Botánico de Kiev ha publicado un anuncio en el que pone a la venta helechos, ficus, aloes, papayas, guayabas, piñas, lilas, orquídeas... porque no tiene presupuesto para mantener en condiciones los invernaderos y son plantas que se van a perder este invierno.
En una audaz operación, los policías Berkut, anti-nazis, depurados por la junta nazi de Kiev, han logrado sabotear los paneles publicitarios de Kiev y han colgado las matanzas que se han producido en el Donbás.
El Lince
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