Buenas y malas noticias de los medios de propaganda
Las buenas noticias son que los medios de propaganda
escritos (antes llamados periódicos) caen de nuevo: El País ha perdido el 11% de difusión en 2014, ABC el 4’3% y El Mundo
el 10’8%. No tengo datos de otros medios de propaganda escrita, pero con
esto es suficiente. Entre estos tres
medios de propaganda no llegan en la actualidad a los 570.000 lectores diarios.
Así que quienes tenéis obsesión por si publican tal o cual
cosa (como ahora sobre Venezuela, por ejemplo) deberíais dedicaros a otra cosa
porque no tiene la menor importancia. Lo cierto es que en el Estado
español-España cada vez se lee menos aunque se siga manteniendo la ficción de
la importancia e influencia de los medios de propaganda escrita. Lo he dicho y
lo repito; dejad la droga, dejad de financiar a una burguesía que a través de
los medios de propaganda os dice qué pensar, cómo comportaros, qué comer, cómo
vestir…
Las malas noticias son que cada vez tiene mayor influencia
otro medio de propaganda como la televisión y que la burguesía ha convertido
este instrumento en su principal máquina de guerra contra los pueblos. La muy
democrática Europa, que ya hace unos cinco años prohibió la emisión para Europa de la televisión Al Manar, de Hizbulá, ahora quiere o prohibir o restringir la presencia de
diferentes canales de televisión, como Rusia Today, por ejemplo, por lo que
considera “campañas de desinformación” (sic) de la situación en Ucrania. Como si no hubiese desinformación de los medios de propaganda occidentales (antes llamados de comunicación)
negando que hay noche y que hay día. Es decir, que en Ucrania hay una junta
neonazi en el poder, que se glorifica a los fascistas y que se asienta a los
fascistas dentro de las estructuras políticas y militares de Ucrania, como está
pasando con los batallones nazis, que se están insertando en la Guardia Nacional
dependiente del Ministerio del Interior.
Mirad este reporte de la agencia británica Reuters y echaos a reír cuando se habla de “apoyo a la libertad de prensa y los valores de la
UE”. O cuando se habla de que tal o cual periodista ha dimitido de un canal
ruso porque la pregunta sería ¿ha habido algún caso similar ante la manipulación
occidental? Ni uno. Vuelvo a lo que día tras día se dice de Venezuela.
Os voy a hablar de una película estadounidense, “Bajo el fuego”. Tiene 30 años y cuenta, a su manera,
la revolución sandinista en Nicaragua. Pero hay un hecho cierto en ella: la
muerte de un periodista estadounidense a manos de las tropas somocistas, Bill Stewart.
Era la época en que los periodistas eran tales, cuando se comprometían con la
verdad aunque fuese un poco. Hay una frase que os recomiendo encarecidamente
en esta película, hacia el final. La película es recomendable verla entera,
pero si no queréis ganar tiempo (que es verla) y consideráis que, por el
contrario, hacerlo es perder tiempo id al metraje 1:56:00 hasta el 1:58:30.
Suficiente. Pero insisto, era otra época donde aún había algún periodista occidental con ética. Aún quedan algunos, pero mueren a manos de los amigos de Occidente y sus "valores".
Esta película me recuerda a mis estancias en Nicaragua, cuando tuve la suerte
de conocer a unas monjas estadounidenses de las que ya no hay, poco tiempo más
tarde asesinadas por los escuadrones de la muerte en El Salvador; a los
Veteranos del Vietnam que enviaban ambulancias a Nicaragua como muestra de
solidaridad y rechazo a la política de su país (y que me enseñaron a conocer el country, música que consideraban “popular
y campesina”); los paseos por el mercado Roberto Huembes de Managua, las estancias en Solentiname… Puede que algún día os hable de ello.
El Lince
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