viernes, 13 de marzo de 2015

Buenas y malas noticias de los medios de propaganda

Las buenas noticias son que los medios de propaganda escritos (antes llamados periódicos) caen de nuevo: El País ha perdido el 11% de difusión en 2014, ABC el 4’3% y El Mundo el 10’8%. No tengo datos de otros medios de propaganda escrita, pero con esto es suficiente. Entre estos tres medios de propaganda no llegan en la actualidad a los 570.000 lectores diarios.

Así que quienes tenéis obsesión por si publican tal o cual cosa (como ahora sobre Venezuela, por ejemplo) deberíais dedicaros a otra cosa porque no tiene la menor importancia. Lo cierto es que en el Estado español-España cada vez se lee menos aunque se siga manteniendo la ficción de la importancia e influencia de los medios de propaganda escrita. Lo he dicho y lo repito; dejad la droga, dejad de financiar a una burguesía que a través de los medios de propaganda os dice qué pensar, cómo comportaros, qué comer, cómo vestir…

Las malas noticias son que cada vez tiene mayor influencia otro medio de propaganda como la televisión y que la burguesía ha convertido este instrumento en su principal máquina de guerra contra los pueblos. La muy democrática Europa, que ya hace unos cinco años prohibió la emisión para Europa de la televisión Al Manar, de Hizbulá, ahora quiere o prohibir o restringir la presencia de diferentes canales de televisión, como Rusia Today, por ejemplo, por lo que considera “campañas de desinformación” (sic) de la situación en Ucrania. Como si no hubiese desinformación de los medios de propaganda occidentales (antes llamados de comunicación) negando que hay noche y que hay día. Es decir, que en Ucrania hay una junta neonazi en el poder, que se glorifica a los fascistas y que se asienta a los fascistas dentro de las estructuras políticas y militares de Ucrania, como está pasando con los batallones nazis, que se están insertando en la Guardia Nacional dependiente del Ministerio del Interior.

Mirad este reporte de la agencia británica Reuters y echaos a reír cuando se habla de “apoyo a la libertad de prensa y los valores de la UE”. O cuando se habla de que tal o cual periodista ha dimitido de un canal ruso porque la pregunta sería ¿ha habido algún caso similar ante la manipulación occidental? Ni uno. Vuelvo a lo que día tras día se dice de Venezuela.

Os voy a hablar de una película estadounidense, “Bajo el fuego”. Tiene 30 años y cuenta, a su manera, la revolución sandinista en Nicaragua. Pero hay un hecho cierto en ella: la muerte de un periodista estadounidense a manos de las tropas somocistas, Bill Stewart. Era la época en que los periodistas eran tales, cuando se comprometían con la verdad aunque fuese un poco. Hay una frase que os recomiendo encarecidamente en esta película, hacia el final. La película es recomendable verla entera, pero si no queréis ganar tiempo (que es verla) y consideráis que, por el contrario, hacerlo es perder tiempo id al metraje 1:56:00 hasta el 1:58:30. Suficiente. Pero insisto, era otra época donde aún había algún periodista occidental con ética. Aún quedan algunos, pero mueren a manos de los amigos de Occidente y sus "valores".

Esta película me recuerda a mis estancias en Nicaragua, cuando tuve la suerte de conocer a unas monjas estadounidenses de las que ya no hay, poco tiempo más tarde asesinadas por los escuadrones de la muerte en El Salvador; a los Veteranos del Vietnam que enviaban ambulancias a Nicaragua como muestra de solidaridad y rechazo a la política de su país (y que me enseñaron a conocer el country, música que consideraban “popular y campesina”); los paseos por el mercado Roberto Huembes de Managua, las estancias en Solentiname… Puede que algún día os hable de ello.


El Lince

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