El primer movimiento
Mientras la estela del barco de Syriza sigue dejando bien claro que su rumbo está muy lejos de cualquier historia mínimamente emancipatoria, mal que les pese a los progres, hay otros que bogan en sentido contrario.
Os dije que Portugal tiene tradición combativa, lo que no se puede decir del Estado español (España para los de otras latitudes) en la historia reciente. Si dejamos al margen la valiente lucha en defensa de la II República y en el franquismo, en el Estado español hay bastante conformismo. Portugal es otra cosa. En los últimos cinco o seis años ha habido más movilizaciones en Portugal que en el Estado español y, después de Grecia, ha sido el lugar donde más resistencia han tenido las medidas económicas impuestas por la troika, ahora llamada púdicamente "las instituciones".
Os dije que la troika, y Alemania, tienen que solucionar ya el tema griego porque el vaso se está desbordando y el siguiente va a ser Portugal. Pues bien, en Portugal ya se ha hecho el primer movimiento: el Partido Comunista Portugués, que hegemoniza la Coalición Democrática Unitaria (CDU) que tan buenos resultados alcanzó en las últimas elecciones, ha pedido públicamente un referéndum para la salida del euro y para la nacionalización de la banca. El lenguaje con el que se pide no puede ser más claro: "Si hay una lección del proceso de Grecia, con todas sus contradicciones y ambigüedades, es que hay que estudiar, y preparar al país, para la salida del euro y el colocar este evidente problema [el euro] como una necesidad real. No considerarlo es irresponsable. Portugal tiene que tener soberanía presupuestaria, tipo de cambio y política monetaria. No podemos seguir siendo un país encadenado a las actitudes discrecionales de Bruselas y Berlín, ni ser rehenes de los chantajes del BCE o el Eurogrupo".
O sea, un lenguaje que está en las antípodas del de Syriza o el de Podemos, como veis.
En Portugal habrá elecciones en octubre de este año, por lo que este movimiento marca el terreno de forma muy clara y obliga al resto de partidos, de la derecha y de la otra derecha, a reforzar el discurso euro-fanático. Entramos en unos meses apasionantes.
Mientras, Syriza sigue con su estrategia de amagar y no dar. Para contentar a su gente, horrorizada por la propuesta que acaban de presentar -que es más de lo mismo, igualita a la que presentaron antes del referéndum- el ministro de Energía ha vuelto a amenazar a la emperatriz Merkel con la espada de Damocles rusa. Barajando la posibilidad de una salida del euro, remota, remotísima, este flamante ministro ha dicho que van a "relanzar la política independiente" de Grecia con el acuerdo de tránsito de gas con Rusia y ha recordado que el 18 de junio se firmó en San Petersburgo un memorando de entendimiento para añadir la parte griega al oleoducto que se está construyendo con Turquía. Es un memorando modesto, de unos 2.000 millones de dólares, pero que en la situación griega es algo más que agarrarse a un salvavidas.
Grecia quiere que el oleoducto no tenga nombre turco por su territorio, sino que se denomine Gasoducto del Sur, dice que puede estar operativo en el 2018 y que con él se crearán 20.000 puestos de trabajo.
Hay que mencionar que este hombre, Panagiotis Lafazanis, pertenece al ala más izquierdista de Syriza y que tal vez haya dicho ésto para dejar clara la postura de su sector, para que Tsipras "no malgaste" el voto no del pasado referéndum porque "los griegos dijimos no, no un sí humillante".
Desde luego, no es eso lo que está pasando ahora mismo. Syriza se humilla y humilla, aunque aún queda toda esta semana para saber si definitivamente se rinde sin siquiera una contrapartida simbólica.
El Lince
Grecia: sin ilusiones en victorias «de papel»
ResponderEliminarEl domingo 5 de julio se realizó el referéndum convocado por el gobierno de Syriza, para decidir si se aceptaban las condiciones impuestas por la troika (el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea) para renovar los préstamos. Como es conocido, se impuso el rechazo con el 62% de los votos.
El triunfo del «No» fue caracterizado por gobiernos latinoamericanos, movimientos y partidos nacionalistas, y la mayor parte de la izquierda, como un gran triunfo. «Los trabajadores y el pueblo griego derrotaron las presiones del imperialismo, de los banqueros y de la patronal griega y su campaña del miedo». «La troika ha sido derrotada». «El pueblo griego le dijo No a los buitres». Palabras más, palabras menos, estas expresiones fueron generalizadas. Sin embargo, conocidos los resultados del referéndum, los líderes de la troika afirmaron que no retomarían las negociaciones si Tsipras no presentaba una oferta «realista». Y el BCE dijo que no aumentaría la asistencia a los bancos griegos, a la vez que endureció las condiciones de los . Dada la presión sobre los depósitos, y la escasez de cash, los bancos griegos continuaron cerrados toda la semana. Paralelamente, las encuestas decían que la mayoría de los griegos desea permanecer en el euro.
Finalmente ayer, 9 de julio, el gobierno de Tsipras presentó una nueva propuesta, que es muy similar a la que se rechazó en el referéndum. A fin de que se tengan los elementos de juicio:
Objetivos fiscales: están alineados con la exigencia de la troika; el superávit primario (esto es, sin pago de los servicios de la deuda) pasaría del 1% del PBI en 2015 al 3,5% en 2018.
Impuestos: el gobierno griego acepta eliminar descuentos del 30% en el IVA gradualmente en las islas, hasta 2016 (la troika exigía que fuera inmediatamente); plantea mantener el IVA para hoteles en el 13%, en lugar del usual 23%. El gobierno acepta aumentar los anticipos de impuestos a los ingresos de las empresas para fines de 2017 (los acreedores pedían que fuera desde fines de 2016); eliminar el tratamiento impositivo preferencial a los granjeros desde 2017 (la troika también quería que fuera desde 2016. También se compromete a crear una agencia de recaudación autónoma, como exigían los acreedores.
Pensiones: acuerda con los acreedores en eliminar los beneficios de pensiones anticipadas; prevé ahorros en pensiones de 0,25% a 0,5% del PBI en 2015 y 1% en 2016, que era la propuesta previa. Acepta elevar la edad de jubilaciones a 67 años para 2022 si una persona tiene 40 años de aportes al sistema. Acepta implementar una cláusula de «déficit cero» para fondos suplementarios; la diferencia con la propuesta de la troika es que esta quería que se aplicara inmediatamente y el gobierno pide hacerlo desde octubre. Grecia también acepta suprimir una asignación suplementaria a pensiones bajas para fines de 2019 y empezar a disminuirlas desde marzo de 2016, en lugar de hacerlo desde ahora, como pedía la troika.
Gasto militar: el gobierno griego propone cortar el gasto militar en 100 millones de euros en 2015 y 200 millones en 2016. Los acreedores piden que sean 400 millones inmediatamente. Como compensación, el gobierno propone aumentar los impuestos a los yates de lujo.
Legislación laboral: el gobierno acepta la exigencia de la troika de no tocar los cambios que ya se hicieron en el mercado laboral. Y se compromete a revisar las regulaciones laborales, incluidos los convenios colectivos.
Privatizaciones: se pondrán en venta las acciones del Estado en Hellenic Telecommunication Organization y se acepta la venta de aeropuertos regionales.
Como puede verse, los cambios con relación a la propuesta anterior de la troika son apenas perceptibles. La mayor variante está en que Grecia pide un préstamo de 53.500 millones de euros por tres años.
Sin ilusiones en victorias «de papel», ni en socialismos burgueses
ResponderEliminarLa propuesta del gobierno griego está siendo discutida, al momento de escribir esta nota, en el Parlamento. El ala izquierda de Syriza –40 parlamentarios sobre 149- estaría rechazándola, y propone salir del euro. Pero Tsipras se acaba de dirigir al Parlamento diciendo: «Tenemos mandato del pueblo griego para traer un acuerdo mejor. No tenemos mandato para sacar al país de la eurozona» (tomado del sitio web del New York Times, 10de julio de 15). Esto es, las alternativas son salir del euro –una salida capitalista «a lo Argentina 2001»-, que parece perder terreno; o aceptar, con variantes menores, el esquema de la troika (que es aceptado también por buena parte del establishmentgriego).
Como dice el dicho, «de la sartén al fuego».
En este sentido, en la nota anterior 1 , afirmaba: «…con el referéndum que se ha convocado el Gobierno pone al pueblo en la alternativa de elegir entre la permanencia en el euro, con el costo de la aceptación de las condiciones de la troika, o la vuelta al dracma. Todo hace pensar que se trata de un chantaje para que la gente vote la permanencia en el euro, y acepte más ajuste. En cualquier caso, las dos alternativas se mantienen en los marcos del capitalismo, y ninguna pondrá fin a los padecimientos. Cualquiera de ellas significa más explotación».
Esta afirmación, junto a mi caracterización de la política de Syriza como un «remedo del “socialismo burgués” que criticaban Marx y Engels», ha suscitado un rechazo bastante virulento de alguna gente. Es que muchos izquierdistas creen firmemente en las «victorias antiimperialistas» de papel, y están dispuestos a abrirle crédito al primer oportunista que se cruce por su camino. Como siempre, el pretexto es el «apoyo crítico para acompañar la experiencia de las masas». Lo cual queda muy elegante y es lo «políticamente correcto» por excelencia.
Pero los inversores no se impresionaron demasiado con la «victoria antiimperialista» del referéndum. El lunes y martes los mercados apenas estornudaron por el asunto griego (más impacto tuvo la caída de China), y hoy viernes están aplaudiendo con una suba de los precios la propuesta del gobierno de Syriza. Por supuesto, es prematuro predecir cuál va a ser el desenlace final (la propuesta tiene que ser aceptada por los 19 países del euro, Alemania en primer lugar). Sin embargo, es significativo que Donald Tusk (presidente del Consejo Europeo), el FMI y los gobiernos de Obama y Hollande, hayan planteado que es posible y necesario llegar a un acuerdo. En palabras de Tusk, «una propuesta realista de Atenas debe ser emparejada con una propuesta realista de los acreedores para la sustentabilidad de la deuda».
Por eso todo indica que se estirarían los plazos de pago, y se negociaría algún más o menos en ítems particulares. Se trata entonces de una discusión acerca de qué tajada corresponde a cada uno, y hasta dónde se puede tirar de la cuerda. Y con algunas cuestiones en disputa que no atañen a los trabajadores; por ejemplo, los gastos militares o los impuestos a los yates de lujo, y similares (por eso es una abstracción hablar sin más del «pueblo griego», por encima de las clases sociales).
ResponderEliminarDesde el punto de vista político –y también ideológico- reafirmo entonces que lo importante es no depositar ilusiones en las «habilidades» del reformismo burgués, aunque se disfrace de «socialista». La maniobra de Tsipras con el llamado al referéndum para rechazar la casi misma propuesta que ahora presenta a la troika, encierra esa enseñanza: no hay que engancharse en los carros del triunfalismo pequeño burgués «progre» y fácil. O triunfalismo de papel, como lo llamé más arriba. Hay que entender que las relaciones sociales de producción y de cambio no se modifican con referéndums. Las relaciones sociales ejercen una coerción objetiva que, en situaciones de crisis capitalistas, solo se vencen con la fuerza. Para que lo entienda cualquier reformista «ad usum»: hoy no hay referéndum griego que obligue a un banquero alemán o francés a poner euros en un banco griego, si no está decidido a hacerlo. Y no hay forma de enfrentar una crisis del nivel de la griega con papeletas electorales.
En alguna nota anterior planteé que la izquierda debería tomarse en serio una recomendación de Marx: aprender a luchar sin ilusiones. Entendiendo por «ilusión» una esperanza sin fundamento real de lograr lo que se anhela. Para esto, lo primero es presentar las cosas de forma realista. Es que no hay nada más desmoralizador que llevar a las masas a callejones sin salida. Y no hay nada más estúpido que convertirse en comparsa por izquierda de la desmoralización organizada. Es el primer paso, además, para avanzar hacia la independencia de clase.
Rolando Astarita
10 de julio de 2015 Fuente: https://rolandoastarita.wordpress.com/
http://boltxe.info/2015/07/11/grecia-sin-ilusiones-en-victorias-de-papel/
INFORME DE LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIO DE DERECHOS HUMANOS DE COREA
ResponderEliminarSe pensaban que donde mas le iba a doler, su punto mas vulnerable, eran los Derechos Humanos, pero la verdad es que ningun pais capitalista puede darle lecciones a la RPDC.
Yanquilandia con el mayor numero de poblacion carcelaria (mas que en los peores momentos para la URSS, tanto que hablan... ), con los policias asesinando a los afroamericanos incluso por la espalda, con su tortura y sus guantanamos; los europeos con su cinismo y represion, provocando 20000 suicidios en los ultimos cuatro años en el estado español, con presos politicos y leyes mordaza, apoyando mercenarios y nazis, etc, etc, etc.
Por otro lado un pais que garantiza vivienda, salud, educacion (con el objetivo de que toda la poblacion tenga grado universitario, el trabajador continuamente se esta formando,...),alimentacion, cultura, deporte,...
Precisamente, con el tema.de los Derechos Humanos se comprueba que no hablamos de un conflicto entre paises sino entre dos mundos: el Socialismo y el Capitalismo.
Soluciona los problemas de los DDHH y son muchos en casa y luego si se hace alguna critica con la verdad y el respeto.
Interesante informe para conocer este pais socialista y por lo menos para escuchar la version de la otra parte.
Viva la RPDC !
Viva el Socialismo !
http://odiodeclase.blogspot.com.es/2015/07/informe-de-la-asociacion-de-estudio-de.html?m=1