Grecia es hoy una zona de guerra en Europa. Como el Donbás ucraniano, solo que aquí, por ahora, no hay tiros explícitos. Y en una guerra no puedes quedarte al margen, como está haciendo el Partido Comunista (KKE). No tengo muy clara su postura, si va a apoyar el voto nulo -como todos sus documentos dan a entender- o finalmente va a optar por el no en el referéndum. Quien sí lo tiene claro es el Frente de la Izquierda Anticapitalista (Antarsya, que significa "motín"). Os voy a hablar de este frente un poco. Αντικαπιταλιστική Αριστερή Συνεργασία για την Ανατροπή (ΑΝΤ.ΑΡ.ΣΥ.Α.) se traduce literalmente como Cooperación Anticapitalista de Izquierda para el Derrocamiento y está formado por 9 organizaciones. Se creó en el año 2009 y cuenta con un respaldo muy limitado, aunque en ascenso: en las elecciones que ganó Syriza, en enero de este año, Antarsya pasó del 0'33% al 0'64%. El KKE, por ejemplo, pasó del 4'5% al 5'5%. Ambas formaciones son las únicas a la izquierda de Syriza.
Antarsya tiene un segmento militante muy joven, no está tan implantado como el KKE en el movimiento obrero y cuenta con una trayectoria muy reciente. Pero Antarsya es quien está movilizando todos sus efectivos en pro del voto "no" en el referéndum. Prácticamente no hay un día que en Grecia no haya una acción atribuida a Antarsya, desde las clásicas como manifestaciones hasta las tomas de sedes europeas o enfrentamientos con la policía. Aquí tenéis la ocupación que realizaron ayer de la sede del Parlamento Europeo en Atenas, de donde quitaron la bandera de la UE y colocaron la pancarta que veis exponiendo que su "no" va contra la troika y contra la claudicación de Syriza al haber aceptado la práctica totalidad de condiciones de la troika pese a seguir adelante con el referéndum.
Y así cada día y en muchas ciudades de Grecia. Antarsya desde el primer momento ha hecho campaña por el "no", un no doble e, incluso, triple "para no convertirnos en los esclavos del siglo XXI".
Esta frase es la que me lleva a escribir y a hablar de ellos porque tienen toda la razón. Grecia es hoy una zona de guerra abierta. Hasta ahora ha sido una guerra de guerrillas, incluso una guerra de posiciones en la que "las instituciones", o sea, la troika, han ido avanzando mientras que Syriza ha ido retrocediendo porque nunca ha tenido la voluntad de resistir hasta el final, al estilo de Aris Velujiotis, del que os hablé. Durante todo este tiempo Syriza ha dicho por activa y por pasiva que iba a hacer todo lo que quisiera la troika, pero que pedían una quita de la deuda aunque fuese casi simbólica. Ahora resulta que el FMI reconoce que sí, que Syriza tiene razón y que la deuda es impagable por lo que la quita es obligada. Esto es de cajón, pero se ha estado negando hasta ahora porque lo que se quiere, simple y llanamente, es hundir a Syriza. Destruirla para hacer de los griegos, un pueblo combativo donde le haya, esclavos como lo somos los españoles, o los franceses, o ...
El FMI nunca ha tenido al menor intención de llegar a un acuerdo con un gobierno, digamos algo díscolo. Nunca ha tenido la menor intención de dialogar, sino de imponer, que es a lo que está acostumbrado. Pero el FMI no actúa solo. Lo hace con la connivencia del BCE y de la CE, por lo que frente a ellos sólo hay una postura: o aceptar la esclavitud o morir en la pelea. Como hicieron hace 70 años Aris y su gente. Pero Syriza no quiere morir en la pelea, sino moderar esa esclavitud o mitigarla en algo.
El FMI, el BCE y la CE no dudan en bombardear a los abuelos, a las abuelas negando sus pensiones y dificultando así que millones de familiar en Grecia no tengan, literalmente, casi que comer. Dicen que la culpa es del gobierno, pero la culpa es de estos asesinos, de esta nueva tropa de choque del nazismo que impera en Europa desde hace tiempo. Un nazismo que, hasta ahora, era "suave" pero que con el caso de Grecia se muestra tal cual es.
La campaña contra Syriza, dentro y fuera de Grecia, es implacable. Cada vez que compráis un periódico, que veis una televisión, que escucháis una emisora de radio estáis apoyando una bala que va directamente contra el pueblo griego. Grecia, con independencia de Syriza, o a pesar de Syriza, es hoy la vanguardia. Si con Grecia no nos queda claro que la UE no tiene reparos en declarar la guerra a uno de los suyos, es que no tenemos claro nada de nada. Cuando en esa guerra se utilizan como tanques a los medios de propaganda, lo que hay que hacer es destruir esos medios, dejar de financiarles. Por cierto, dentro de unas semanas la OTAN celebrará sus mayores ejercicios militares de los últimos años en España sin que los progres hayan dicho nada de nada. Los medios de propaganda apenas hablan de las manifestaciones en favor del "no" o de acciones como las de Antarsya, pero han dedicado cinco horas de su programación televisiva (cinco horas) del miércoles para hablar del "sí". Imaginaos los periódicos, como éste por muy amarillo que sea. La foto central es de un anciano llorando, con su pan en las manos y una cola ante los cajeros. ¿Manipulación? pues claro, pero multiplicarlo por cien o por mil.
Si pierde el "no" vamos a asistir a una nueva ocupación de Grecia por los nazis, que ahora no son solo los alemanes, sino toda la Unión Europea. Y si pierde el "no" será porque una parte muy importante de los griegos están muy a gusto siendo esclavos.
El miedo de los nuevos nazis es evidente, pese a su abrumadora superioridad en todo; armas, hombres y propaganda. Las bolsas siguen bajando, la volatilidad del euro se está acelerando y el miedo al contagio en Italia y España, incluso en Francia, es evidente. Sólo podemos apoyar a Grecia desde lejos, vernos reflejados en ella, esperando que haya un claro "no", un doble "no" incluyendo a Syriza por no haberse atrevido a dar el único paso posible, la salida del euro, cuando ganó las elecciones en enero.
He defendido que es muy raro que los gobiernos pierdan los referendos que organizan, aunque hay excepciones como la del Chile de Pinochet en 1988. Pinochet perdió y eso fue el inicio del fin de la dictadura tal y como estaba establecida (aunque aún continúan muchas de sus disposiciones en todos los ámbitos). Entonces el Partido Comunista de Chile votó "no" pese a que lo que se votaba era la reelección de Pinochet en un marco que era la Constitución de 1980 que el mismo Pinochet aprobó tras su golpe militar y el asesinato de Allende. El PCCh podría haber optado también por el doble "no", a Pinochet y a la constitución y sus votos ser considerados como nulos. Pero no lo hizo.
Así que pese a mis críticas a Syriza, en este caso nada de ambigüedades: si fuese griego votaría "no" aun sabiendo que esta postura refuerza a Syriza y sus claudicaciones. Syriza se está rompiendo, el gobierno se está rompiendo (4 diputados de su socio en el gobierno, Anel, han anunciado que votarán "sí"). Votaría no porque la aristocracia, la oligarquía a la que no se combate, a la que Syriza trata con guante de terciopelo como con las navieras, dice cosas como la que ha dicho un tipo de un partido "de centro", Potami, (que sería como el equivalente a lo que en España es Ciudadanos): "los pobres, en condiciones extremas, toman decisiones equivocadas". Este es el pensamiento real de toda esta gentuza a la que no hay que respetar.
He leído en los medios de propaganda griegos, digamos que en los menos beligerantes, que la decisión del referéndum no fue de Tsipras, sino de Varoufakis, porque Tsipras no lo tenía claro, quería seguir negociando y negociando. No sé. Está claro que con el referéndum o se refuerza "democráticamente" la postura de Syriza o se legitima "democráticamente" una claudicación general. Syriza es lo que es, una entidad socialdemócrata y se comporta como tal. Podía haber metido en cintura al sistema bancario mucho antes imponiendo controles de capital para evitar la fuga que se ha producido y se habría evitado el miedo de los jubilados. Syriza está derrotada, aunque tal vez gane unas nuevas elecciones si se convocan porque haya salido el "sí". Entonces veríamos la correlación de fuerzas real dentro de Syriza, si los sectores aparentemente más de izquierda se mantienen dentro o se van a otra parte.
Ya lo dije antes: sólo cabe esperar que el "no" refuerce al sector más consciente y combativo de Grecia, que no está en Syriza precisamente. Y me voy a mojar: espero que el sector que salga reforzado sea Antarsya. Porque Grecia es hoy nuestra vanguardia en esta zona de guerra que es hoy Europa, al igual que los antifascistas del Donbás son nuestra primera línea, en la lucha contra el fascismo que se está extendiendo por la llamada Unión Europea.
El Lince
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