miércoles, 7 de junio de 2017

Todos en el mismo barco

Bueno, hay varios temas de los que hay que ocuparse porque vengo hablando de ellos con regularidad y soy de esa especie a la que le gusta seguir los temas y no dejarlos colgados. Son Filipinas (donde los islamistas de Maute aún siguen controlando la ciudad de Marawi 16 días después de tomarla), Corea del Norte (donde la ONU acaba de aprobar una nueva resolución con más sanciones), Siria (donde EEUU ha vuelto a atacar a las fueras progubernamentales, dejando con el culo al aire a Rusia), la reunión mañana de la Organización de Cooperación de Shanghai (que acoge a India y Pakistán como miembros de pleno derecho y aceptará a Irán como tal para su incorporación plena el año que viene)...

Pero me decido por algo que ya os adelanté al analizar la gira de Trump y esa solemne estupidez de la que hablaban los medios de propaganda de "OTAN árabe", y a la que yo denominé OTAN sunní porque es eso y no otra cosa, y lo que había detrás de todo ello así como los movimientos de unos y otros de respuesta. Y os dije algo mas que se confirma cada minuto: todo lo que había y hay detrás es el intento desesperado, y último, por debilitar y/o destruir al eje de la resistencia contra Israel.

Primero os dije que todo había sido un inmenso engaño por parte de Arabia Saudita al resto de países árabes e islámicos con el famoso documento en el que se considera a Irán como una amenaza y cómo algunos de esos países no se consideran vinculados al mismo. Segundo, os comenté que pese a documentos como ese la bronca interna entre los sunníes era de tal tamaño que se preveía una ruptura con Qatar, como así ha sido. Tercero, que toda esa bronca con Qatar tenía como eje la consideración de los Hermanos Musulmanes (lo que en Palestina es Hamás) como "organización terrorista". Y cuarto, que todo ello es el humo que no permite ver que para los países sunníes hoy no hay otro enemigo que el eje de la resistencia contra Israel (Irán, Siria, Hizbulá y algunas organizaciones palestinas que, no hay que olvidarlo, están combatiendo en las filas del gobierno de Siria en contra de los patrocinados por Occidente y los sátrapas árabes) porque lo que quieren todos los sunníes, de forma desesperada, es la normalización plena de relaciones con Israel.

Desde hace muchos años, desde la victoria de Hizbulá contra el régimen fascista de Israel en la guerra del verano de 2006, los sátrapas árabes, ese modelo de democracia que defiende Occidente, vienen estableciendo contactos y construyendo puentes con Israel. Desde los aparatos de seguridad hasta compañías aéreas y contratos comerciales. Sólo faltan las relaciones políticas y eso solo se puede dar si hay una derrota previa del eje de la resistencia puesto que de no hacerlo así no seria aceptado por la población de esos países. Por eso hay que comenzar con el enfrentamiento sectario, sunníes contra shíies, convertir a estos como el gran enemigo (y a quienes con ellos tienen algún tipo de relación, como ha podido ser en algún momento Hamás) y destruirlos. Como tenemos muy mala memoria, hay que recordar que desde los principios de la guerra en Siria, la "contra" amparada y financiada por Occidente (tanto con armas como con dinero) siempre dijo que una vez derrocado Bashar al-Assad la "nueva Siria" anunciaría la ruptura con Irán, con Hizbulá y normalizaría relaciones con Israel (pese a que este país mantiene ocupada una franja de tierra siria como son los Altos del Golán).

Ya se asume como normal, sin ningún tipo de trapicheo oculto. Los Emiratos Árabes Unidos e Israel trabajan juntos contra Irán. Arabia Saudita envía periódicamente generales a Israel y participan de forma conjunta en foros de seguridad. Egipto y Jordania tienen relaciones diplomáticas desde hace mucho tiempo. Marruecos y Omán tienen oficinas comerciales. Pero ninguno de esos países tiene unos vínculos semejantes con Irán, por ejemplo. El propio Israel lo dice abiertamente: "estamos en el mismo barco".

No pueden estar juntos oficialmente porque aún queda un escollo por resolver, Palestina. Los árabes consideran a Palestina su grano en el culo, el grano que les impide sentarse junto a Israel y todo lo que están haciendo de forma oficial o soterrada tiene como finalidad ir eliminando esos granos para lograr el gran objetivo: normalizarse con Israel.

Si como muestra vale un botón, ayer se produjo un hecho histórico: el Canal 2 de la televisión israelí realizó una entrevista en directo con un político saudita para hablar de todo ello. Nunca se había producido un hecho así y el saudita terminó su intervención afirmando: "es la hora de un nuevo Oriente Medio, basada en el amor, la paz y la convivencia y negando el odio, la violencia y el extremismo". Ni una palabra sobre Palestina dijo en toda la entrevista. Ni sobre la ocupación de territorios. Nada. Aquí paz y después, gloria.


La guerra en Siria la tienen perdida. Sólo los EEUU impiden, por el momento, que se establezca un corredor shií desde Teherán hasta Damasco puesto que han hecho de la zona de Al-Tanf (sur de Siria, en la frontera con Irak) el tapón que lo impide, por el momento, y esta es la razón de los ataques, dos en tres semanas, contra las fuerzas progubernamentales sirias que avanzan por esa zona con el objetivo declarado de controlar toda la frontera con Irak.

Los intentos de enviar gas a Europa a través de Siria, que es el origen de la guerra, ya están olvidados no sólo con la derrota de la "contra" sino con el acuerdo entre Rusia y Turquía para hacer operativa la "Corriente Turca" a partir del año que viene. Qatar ya no tiene nada que ofrecer ni ningún valor que defender, ni siquiera a los palestinos aunque fuese indirectamente como su apoyo de Hamás (a su vez miembro de los Hermanos Musulmanes).

Así hay que interpretar la crisis de ahora con Qatar que, por cierto, acaba de expulsar de su territorio a los representantes de Hamás, una de las  condiciones impuestas por Arabia Saudita para anular el bloqueo a que está sometido Qatar.

Qatar volverá al redil y los palestinos volverán a estar un poco más solos. Todo a mayor gloria de Israel, que no quiere el fortalecimiento no ya de Siria, sino de Hizbulá y, de rebote, de los palestinos. Es decir, el fortalecimiento del eje de la resistencia que quita el sueño a unos y otros. Por eso todos están en el mismo barco (y se hacen carantoñas), para ver si pueden dormir.

El Lince

1 comentario:

  1. En el 4º párrafo desde el final mencionas por dos veces la frontera de Siria con Irán; supongo que te refieres a Iraq

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