miércoles, 24 de mayo de 2017

El engaño que oculta el miedo

Hay un refrán castellano que dice que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, lo que en román paladino significa que la mentira tiene las patas cortas y en seguida se la pilla. Trump sigue de gira por ahí y sigue diciendo eso de que Irán es el malo malísimo, que el país no tiene el gobierno que se merece (y va el tío y lo dice en Arabia Saudita y en Ramala, donde se asienta el tipo más corrupto que existe casi en el planeta: el que dicen presidente palestino Mahmoud Abbas). Como os dije, el discursito contra Irán está sonando a música celestial en los oídos sauditas y también en los israelíes. No obstante, sí ha habido una diferencia entre la música que ha sonado en Riad y en Tel Aviv, puesto que aquí Trump a colocado en el mismo nivel a Irán que a Hizbulá y a Hamás como las grandes amenazas a combatir.

Es decir, que lo que temen (porque eso es lo que hay detrás de todo) es el fortalecimiento del "eje de la resistencia" contra Israel -Irán, Siria, Hizbulá y organizaciones palestinas como Hamás, la Yihad Islámica o el Frente Popular para la Liberación de Palestina- que se está viendo muy fortalecido con la guerra de Siria y con la tenaz resistencia del gobierno sirio en la guerra que se lanzó contra este país hace ya seis años. Pero esta guerra la están perdiendo sus patrocinadores (empezando por Arabia Saudita) y por eso ahora todo el "eje de la resistencia" está pasando a ser de forma abierta y pública el gran enemigo común de sauditas e israelíes, mucho más cercanos de lo que nos creemos (y de sus grandes señores y de sus pequeños vasallos).

El fortalecimiento del "eje de la resistencia" es una amenaza directa no sólo contra el régimen fascista de Israel sino contra la satrapía de Arabia Saudita. Por eso están haciendo causa común: por el miedo. Y eso pone de relieve con toda su crudeza que aquello de que los países árabes son solidarios con Palestina es ya más viejo que el pleistoceno. Llevan años en otra onda y ahora con la excusa de Irán están visibilizándolo de forma clara: su enemigo, si es que alguna vez lo ha sido, no es Israel.

El colocar al mismo nivel a organizaciones no estatales (Hizbulá, Hamás, Yijad Islámica, FLPL) que a estados (Irán, Siria) indica que sus propios estados son débiles (sobre todo el saudita) y por eso tienen que buscar alianzas, arropar sus intereses con discursos sectarios (el apartheid judío contra los árabes en el caso israelí, el sectarismo religioso wahabita en el caso saudita) y realizar movimientos bélicos. No son actos de fuerza, lo son de debilidad. Como he dicho muchas veces, EEUU sólo es valiente con los pequeños -y aún así salió con el rabo entre las piernas de Vietnam- pero no tendría mucho que hacer en un enfrentamiento directo con Rusia o con China, ni siquiera dando el primer golpe nuclear. Israel salió triunfante en tres guerras contra los estados árabes pero salió con el rabo entre las piernas en dos ocasiones contra Hizbulá. Arabia Saudita sale siempre con el rabo entre las piernas cuando se mete en una guerra directa. Si hay un inútil total guerreando es él, por eso siempre utiliza la compra de mercenarios para sus guerras (ahora mismo en Yemen hay más soldados sudaneses, del Golfo o pakistaníes que saudíes y son los primeros quienes están muriendo como moscas con el uniforme y la bandera saudita como mortaja). En el penúltimo golpe recibido sufrieron 130 bajas, de ellas muchas sudanesas. Estas son algunas de las decenas de fotos que lo prueban.



Dudo mucho que los estadounidenses de a pie sepan quién es Hizbulá, algo saben de los malos malísimos que son los palestinos (que tienen la desfachatez de no irse de una tierra históricamente suya) y algo saben de Siria y de Irán, aunque a buen seguro que no mucho. Si hay un pueblo ignorante en el planeta, ese es EEUU. Y no es algo que diga yo de oídas. Ya os conté que hace unos años, yendo hacia Guatemala, hacía escala en Atlanta y una simpática funcionaria de aduanas, al verme blanquito entre tanto indio, me preguntó que dónde estaba España y yo contesté que "en el sur de América Latina, entre Argentina y Chile". "¡Ah, no lo sabía!", respondió con una sonrisa. Por supuesto que yo también sonreí y le dí las gracias muy efusivamente. A lo que voy, que son unos ignorantes de cartel. Uno de sus principales medios de propaganda, The New York Times, suele hacer una encuesta sobre dónde está tal o cual país, sobre todo cuando hay un conflicto en el que se involucra EEUU. Comenzó a hacerlo en 2014 con Ucrania, lo volvió a hacer en 2015 con Siria y ahora lo ha vuelto a hacer con Corea del Norte. Una de las preguntas es muy fácil: ¿dónde está Corea del Norte? Esta es la respuesta.


Como veis, son muy pocos quienes saben de qué se está hablando. Dice este medio de propaganda que sólo el 36% situó bien el país en el mapa, pero casi el 80% respondió que era una amenaza para EEUU. Pues con estos mimbres se está tejiendo ahora la gira de Trump y su histrionismo antiiraní (y antishií o antichiita).

Entre la ignorancia y la mentira solo hay una parada, el miedo. Y eso es lo que hay en Arabia Saudita, que lo intenta ocultar diciendo que está muy contenta porque tiene un documento oficial, en el que aparecen los nombres de 35 países musulmanes en los que se considera enemigos a Irán y al resto de mencionados. Pero resulta que varios de los países que acudieron a Riad al llamado de Arabia Saudita dicen ahora que fueron engañados puesto que nunca se les dijo que de allí saldría un documento y que para lo único que se les convocó fue para tratar el tema y no para rubricar documentos definitivos. Irak, Argelia, Líbano, Senegal y Pakistán han expresado su malestar por el engaño (sic), dicen que la declaración se hizo después de que las delegaciones hubiesen abandonado la sala y que ellos no se adhieren a la misma a pesar de estar señalados en ella como firmantes. Tres de esos países, Irak, Argelia y Libano han considerado el hecho como "vergonzoso" puesto que el primer ministro saudí, Adel al-Jubeir, les había asegurado que no habría documento alguno.

Sobre todo, porque una cosa es el documento que dicen se aprobó y otra el que ha sido publicado. En el primero se decía que la OTAN sunní (o sunita, para que lo entendáis mejor) se desplegaría "allá donde fuera necesario", pero en el que se puede leer se mencionan países concretos, como Siria e Irak, Una vieja aspiración saudita, reiterada justo antes de este viaje de Trump y que indica cuál es el verdadero carácter de estos simpáticos muchachos con la decapitación como principal deporte: su primer ministro, ese que engaña a países, dice que ha sido siempre "evitar que las zonas liberadas caigan bajo el control de Hizbulá, Irán o el régimen".

Modos y maneras que indican en manos de quién estamos. Porque la pregunta que os haréis es si es EEUU quien manda o es Arabia Saudita. Pues es Arabia Saudita, que utiliza sus millones para ser elegido, si rubor alguno por parte de los países que defienden los "valores occidentales", para la Comisión de los Derechos de la Mujer de la ONU (en un país donde no son nadie, ni siquiera para conducir), que controla los medios de propaganda como pocos (como reveló WikiLeaks) y que amenazó a EEUU con sacar todos los fondos de este país si se le vinculaba con los atentados del 11 de septiembre. Como os dije la última entrega, EEUU está colapsando y está haciendo el testamento para que sus más fieles vasallos se vean recompensados.

No obstante, insisto: los sauditas tienen miedo pese a toda su fanfarria y su bravuconada. Frente a Hizbulá, y no digamos Irán, no tienen nada que hacer. Son incapaces de derrotar a los yemeníes, que combaten, literalmente, en sandalias cuanto más cuando se enfrenten a alguien de la talla de Hizbulá o de Irán. Son como los estadounidenses, valientes con los débiles y cobardes con los fuertes.

Por eso toda esta historia es más parafernalia que realidad. Cuando se tiene miedo, como lo tienen los sauditas, todos los demás lo huelen. Por lo tanto, todos los planes, por muchos documentos que se muestren, por mucho que se hable de la OTAN sunní y demás, tienen muy difícil aplicación. Desde hace muchísimos años ha habido intentos similares: Pacto Conjunto de la Defensa de la Liga Árabe, Organización de Defensa del Oriente Medio, Consejo de Cooperación del Golfo... y todos han sido un desastre y han acabado en los libros de historia. Alguno aún sigue vivo, pero ¿a que nunca habéis oído hablar de ellos? De una u otra manera todos hacían referencia a lo mismo: unos a Israel y otros a Irán. Con Israel no sirvieron para nada, fueron derrotados y ahora son ccasi amigos. Con Irán pasó lo mismo, puesto que todos los países árabes (con la excepción de Siria, y eso a lo mejor nos lleva a entender en por qué del apoyo iraní a Siria ahora) apoyaron a Irak en su guerra de ocho años contra Irán y también perdieron. Es decir, todos los pactos y acuerdos suscritos hasta ahora han sido inútiles. También lo serán en esta ocasión.

El Lince

1 comentario:

  1. Para mí ha sido hasta cierto punto revelador la frase que ha usado el Lince de que EEUU es valiente contra los débiles y cobarde contra los fuertes porque la propaganda de Hollywood los hace ver como invencibles y ciertamente apegándose a la historia no ha sido así.

    ResponderEliminar