El nuevo acuerdo de Minsk en el Donbás: entre Escila y
Caribdis (2)
No soy un genio, pero me mantengo en lo que dije en la primera entrega del análisis sobre el nuevo acuerdo de Minsk. Después del sobresalto inicial con que fue recibido por algunos,
que no tienen en cuenta la situación del Donbás como, por ejemplo, la
disparidad en armamento y disponibilidad de tropas sobre el terreno, ahora que
se van asentando las cosas y las reflexiones se comienza a ver que el acuerdo
es, objetivamente, favorable al Donbás. Se comienza ver que “las fuerzas del
neoconservadurismo mundial no están a favor” del acuerdo, que es “altamente
favorable a la parte rusa” o que “después de Minsk, Ucrania tiene todas sus
obligaciones detalladas y sujetas a un calendario preciso”. Son cosas que
publican los medios de la burguesía. ¿Por qué será? Pues porque hacen algo que
no solemos hacer nosotros: tener en cuenta la geopolítica.
El nuevo acuerdo de Minsk sobre el Donbás es geopolítica en
estado puro. Claro está que no se ha recogido así en el documento, pero cuando
tres dirigentes políticos como Putin, Merkel y Hollande (Poroshenko no cuenta,
es un pelele neonazi en manos de EEUU) dedican varios días a un acuerdo de este
tipo es que se está poniendo en juego algo muy grande. La guerra, por ejemplo.
Como os decía en la primera parte de este análisis, la UE –que ha obligado a
firmar a los neonazis de Kiev- ha tenido que optar entre Escila y Caribdis. Os cuento brevemente la historia, que me vino a la mente
ayudando a mi hija con sus estudios de griego. Según la mitología, Escila vivía
en los acantilados y Caribdis era un peligroso remolino. Los marineros tenían
que atravesar un pequeño estrecho que estaba flanqueado por esos dos peligros,
pero tenían que optar por arrimarse a uno u otro para poder pasar, intentando que
su elección fuese la del peligro menor dado que los dos peligros eran
igualmente difíciles de superar. Es decir, que la UE ha obligado a los neonazis
de Kiev a optar entre una mala paz y entre una guerra que estaban perdiendo con
claridad pese a la abrumadora superioridad armamentística y de tropas con que
contaban.
Os comenté también que había fracasado el nuevo reclutamiento lanzado por los neonazis para la
ofensiva final que pretendían llevar a cabo después del invierno, pero las
presiones para responder a la recuperación por las milicias del aeropuerto de Donetsk
llevó a que realizasen una ofensiva, limitada, que ha sido catastrófica como se
está poniendo de manifiesto en Debaltsevo. A pesar de ello, la junta neonazi
había logrado reunir casi 100.000 combatientes (50.000 del Ejército, 35.000 de
la Guardia Nacional y 8.000 “voluntarios”, es decir, los batallones nazis como
el “Azov” o “Donbás”, entre otros, además de los policías y fuerzas especiales
del Ministerio del Interior). Frente a estos números, las milicias podían
oponer unos 20.000 combatientes, suponiendo que en Donetsk haya los mismos que en
Luganks puesto que se calcula que en el Ejército del Sur-Este de Luganks está
compuesto por unos 9.000 combatientes. Esta es una de las razones por las que
en las dos repúblicas se puso en marcha la movilización voluntaria y que sólo en el primer día de la misma supuso que se
inscribieran 4.500 personas. La diferencia entre unos y otros, pese a estas
cifras, es que los reclutas del Ejército combaten a la fuerza y sólo son de
fiar los nazis, mientras que en el Donbás se combate por su tierra, por su
cultura, contra el fascismo y tienen una motivación mucho mayor. Esta es una de las razones por las
que EEUU está enviando asesores militares para formar y entrenar tanto al Ejército
como a la Guardia Nacional.
No hay que perder de vista nunca que si las milicias han
llegado hasta aquí es por su firmeza, capacidad de combate e ideas claras de lo
que quieren, pero también por el armamento que ha llegado desde Rusia. Es el
famoso “Voentorg”, que se podría traducir como flujo constante y que se ha
mantenido, con algunos altibajos, durante todo este tiempo. Por ejemplo,
durante el primer acuerdo de septiembre, el “Voentorg” fue casi suprimido
totalmente y las milicias se vieron obligadas a recuperar todo el material
abandonado por los neonazis para repararlo en la medida que pudieran. Pero esa
situación duró exactamente 10 días, en cuando se constató que la junta de Kiev
no iba a cumplir un acuerdo que, entonces sí, era totalmente favorable a sus intereses. Ahora se va a producir la misma
situación, aunque no se va a dar el primer paso hasta constatar que los
neonazis sí están haciendo sus deberes, es decir, cumplir el acuerdo. Para los
pesimistas y críticos con el acuerdo les recuerdo, valga la cacofonía, el punto
9 del mismo en el que se dice que “de acuerdo con los representantes” de
Luganks y Donetsk se gestionará el control de las fronteras y que, traducido,
significa lisa y llanamente que las fronteras seguirán en sus manos siempre y
cuando quieran. Por lo tanto, y como con el primer acuerdo, el “Voentorg” va a
seguir abierto y que nadie dude que será así.
Esto deshace una de las críticas contra Putin. Ni ha dejado
ni va a dejar solas a las milicias. Como tampoco es cierto que las controle del
todo. Tanto Zajarchenko como Plotniski no van a hacer nada que moleste a Rusia,
ni siquiera el tan idolatrado por algunos Strelkov, pero tanto uno como otro
tienen que bregar con sectores de las milicias claramente anti-oligárquicos,
como la Brigada “Pritzrak” en Luganks o el Batallón “Kalmius” en Donetsk que
siempre han sido muy críticos con este tipo de acuerdos y con la falta de acción
contra los oligarcas locales.
Y vamos con la geopolítica. El Ministro de Asuntos Exteriores
de Alemania ha dicho que lo logrado en Minks “no es lo que se llamaría un gran
avance” (para los intereses europeos y de la junta de Kiev), “pero sí tuvo al
menos el mérito de reducir la tensión”. ¿Alguien se ha fijado que dos horas después de la firma del acuerdo,
dos horas, el FMI anunció un crédito a Ucrania de 17.500 millones de dólares?
Sin una cierta tranquilidad este desembolso no se hubiese producido. Este
dinero es imprescindible para sacar de la bancarrota al país y para, también,
eliminar las tensiones sociales que se estaban produciendo, tímidas, pero
significativas, en varias zonas de Ucrania. Y dado que se escalará durante 4 años,
queda por ver si se renueva o no si la junta neonazi vuelve a las andadas e
incumple lo acordado. Por eso os decía que los plazos que aparecen en el
acuerdo, como que en un mes tienen que aprobarse determinadas leyes y demás, se
cumplen o no y, lo más importante, el contenido de esas leyes, aunque eso le
dará igual al FMI. Pero el FMI está
controlado por EEUU, no por Alemania o Francia. Por eso este es otro factor
a tener en cuenta. EEUU no tiene el
menor interés en rebajar la tensión, pero la UE (y no toda, Gran Bretaña, Polonia y los
países bálticos, por ejemplo, quieren a toda costa la guerra contra Rusia) no quiere que vaya a más. Diréis que se
han aprobado más sanciones contra Rusia, pero son irrelevantes y sólo es una
cuestión de cara a la galería.
Otro de los brazos de
EEUU es la OTAN. En el acuerdo se recoge una reforma de la Constitución,
que no se va a producir. ¿Alguien cree que la OTAN va a consentir que Ucrania
sea neutral? Porque si el Donbás sigue formando parte de Ucrania, el Donbás nunca va a consentir la presencia
de la OTAN después de lo acontecido. Aquí sí que Rusia va a presionar con
fuerza al Donbás: nunca, jamás, acaso, ni va a aceptar la presencia de la OTAN
en sus fronteras. Pero mientras esta situación se produce, tiene que actuar con
prudencia, impulsando acuerdos por aquí e impidiendo su derrota militar por allá.
Eso es el “Voentorg”.
Tanto Alemania como Francia, casi me atrevería a decir que
es al revés, Francia y Alemania, son conscientes de ello y que una situación así
va a arrastrar a sus países al desastre. Recomiendo que leáis la prensa
burguesa francesa. Hace un año EEUU sancionó a un banco francés con 9.000
millones de euros por hacer negocios con Cuba y ahora resulta que EEUU y Cuba
normalizan relaciones diplomáticas, aunque no se haya levantado el bloqueo. Con
la crisis de Ucrania, Francia no puede vender un porta helicópteros a Rusia
porque quedaría mal ante sus “socios”, pero las arcas francesas necesitan
desesperadamente ese dinero. Hollande ya ha dicho que si los acuerdos se cumplen, ese barco, ya construido, será entregado a Rusia "en breve plazo". ¿Os tengo que recordar que Hollande ha declarado en público
que apoya la autonomía e, incluso, la federalización de las repúblicas de Donetsk
y Luganks? Merkel no va tan lejos, por supuesto, pero sabe que es un proceso
irreversible.
En Donetsk, Luganks y Rusia (incluso en Ucrania, con mucha
cautela para no ser considerados traidores) se está publicando que Poroshenko
salió varias veces de la sala de negociaciones para hacer llamadas telefónicas
a EEUU y al Estado Mayor de su Ejército para lograr el visto bueno a este
acuerdo, que se le vio demudado, tembloroso y sudoroso. Eso quiere decir que no
tuvo más remedio que plegarse a lo que tanto Rusia como Francia y Alemania
planteaban. Hay quien dice que este no
es el primer acuerdo que se discutió, sino un segundo porque Poroshenko dijo
que el primero no se podía firmar tal cual estaba redactado. Eso indica que si
se han bajado las posturas, tanto Alemania como Francia estaban dispuestas a
obligar a Ucrania a ir mucho más allá.
Desde septiembre para acá la relación de algunso países de
la UE, como Alemania y Francia, con la junta neonazi de Kiev ha cambiado desde
el apoyo incondicional a una frustración apenas contenida. La UE necesita con
urgencia una salida “digna” (para ella) de la situación y se encuentra, también,
ante el dilema de Escila y Caribdis. Porque su Escila es Rusia y su Caribdis es
EEUU.
Un último apunte. Los neonazis han roto todos y
cada uno de los acuerdos que han firmado, desde el ya lejano acuerdo con
Yanukovich sobre las elecciones hasta el primer acuerdo de septiembre, por lo
que este segundo acuerdo tiene pocas posibilidades de que se cumpla. Pero ahora
sus heridas son mucho más profundas que antes y va a tardar más tiempo en
reponerse. El plazo para una nueva guerra es ahora el verano. Seis meses es ya un
tiempo prudente para que algunas tropas entrenadas por EEUU se hayan formado,
para que algunas armas se hayan repuesto, para volver a insistir en la idea de
un nuevo reclutamiento…
Pero en ese tiempo, también Donetsk y Luganks se van a
fortalecer, las milicias se van a dotar de una estructura más centralizada, se
irá camino de un verdadero Ejército (Luganks lleva ventaja en este sentido, con
el Ejército del Sur-Este en marcha en el que la “Pritzrak” está al mando) y os
recuerdo que están creándose tres brigadas mecanizadas, que van a permitir controlar más rápidamente mayores extensiones de territorio, y no van a tener problemas con las armas y municiones porque, en estos
momentos, el “Voentorg” está a pleno rendimiento. Se van a fortalecer las
estructuras políticas y se va a tener un control más fuerte de las zonas recién
liberadas. Y está el pueblo, cada vez más motivado, cada vez más fortalecido.
Como diría Machado, “golpe a golpe, verso a verso”.
Una prueba del estado de ánimo de la población del Donbás la tenéis en este vídeo. Es un mensaje claro a los neonazis y un llamamiento a las familias normales ucranianas para que rechacen la movilización. Aunque es lo suficientemente expresivo, es de agradecer que alguien lo pudiese traducir.
El Lince
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