La semántica de una pompa de jabón
Grecia y el Eurogrupo han llegado a un acuerdo. ¿Quién ha
ganado y quién ha perdido? Tsipras acaba de salir en televisión diciendo que
han ganado ellos. El ministro de Finanzas alemán dice que han ganado ellos. ¿Quién tiene razón? Pues a pesar de los bien intencionados y de quienes creen aún
en los Reyes Magos y en las hadas (por aquello de que se puede lograr un cambio
social y económico a través de las elecciones) quien ha ganado ha sido el
Eurogrupo y quien ha perdido ha sido Syriza. La función histórica de la
socialdemocracia es hacer el juego sucio al capitalismo. Syriza puede decir lo
que quiera, pero la realidad es la que es y la verdad es la que es, la diga
Agamenón o su porquero.
Cuando los dos dicen que han ganado los dos se están
remitiendo a la semántica. En el acuerdo firmado, a cuyo texto se agarra como a
un clavo ardiendo Tsipras, hay dos
cuestiones semánticas que hacen mantener la ilusión de que Syriza ha ganado:
no aparece la palabra “troika” –que ha sido sustituida por “instituciones”-
y el “programa actual” en el que se exigía a Grecia continuar con las
privatizaciones ha sido sustituido por “arreglo actual”. Buscadlo por ahí. Esto es lo que está vendiendo Syriza entre su gente.
Os dije aquí que Syriza no
es otra costa que Keynes en estado puro y que no iba a plantear ninguna cuestión
que ofendiese al capitalismo; también os dije aquí
que todo lo que se ha dicho de las elecciones en Grecia y de las propuestas de
Syriza iban a durar lo mismo que una pompa de jabón, que es bonita cuando se
hace pero que rápidamente explota. Pues ahora Syriza vuelve a hacer pompas de
jabón envueltas en la semántica para que parezca que así van a durar un poquito
más. Pero una pompa de jabón sigue siendo una pompa de jabón.
La realidad es que Syriza ha cedido en todo. El
acuerdo de Bruselas para ampliar el programa de la UE para Grecia significa una
derrota humillante para el gobierno de Syriza. La imposición alemana
defendiendo intransigentemente los intereses mezquinos de la oligarquía
financiera prevaleció y da testimonio de la imposibilidad de un giro social
dentro de las estructuras de poder de la UE. Tomad nota de este punto, crucial, del acuerdo:
"Las autoridades griegas se comprometen a abstenerse de cualquier desmantelamiento de medidas o cambios unilaterales en las políticas y reformas estructurales que podrían afectar negativamente a los objetivos fiscales, la recuperación económica o la estabilidad financiera, según la evaluación de las instituciones".
"Las autoridades griegas se comprometen a abstenerse de cualquier desmantelamiento de medidas o cambios unilaterales en las políticas y reformas estructurales que podrían afectar negativamente a los objetivos fiscales, la recuperación económica o la estabilidad financiera, según la evaluación de las instituciones".
A ver, chicos y
chicas de Syriza y quienes les apoyáis, chicos y chicas ¿dónde está el triunfo
si es la UE quien tiene que dar el permiso para hacer o deshacer?
Hay que reconocer a Syriza su postura audaz
frente a la oligarquía europea, especialmente la alemana, pero ante la
resistencia lógica de la oligarquía en vez de continuar empujando ha cedido sin
pudor. Grecia no ha jugado la única baza fuerte que tiene, la salida del euro porque eso no está en la esencia de la coalición de fuerzas que es Syriza donde el componente socialdemócrata es mayoritario. En la coyuntura actual griega,
esta baza hubiese tenido, sin duda alguna, un respaldo masivo de la población
pero eso es, precisamente, lo que a asustado a Syriza.
Syriza ha tratado de mantener la ilusión de que basta con
votar para que las cosas cambien (que tomen nota los de Podemos) y otra vez,
como tenía que haber quedado claro tras el golpe de estado contra Salvador
Allende en Chile, queda patente que no hay posibilidad alguna de tránsito pacífico hacia el
socialismo si es que era el socialismo por lo que apuesta Syriza. No se puede
mantener el equilibrio entre dejar la austeridad y permanecer en el euro.
Sólo cuando la gente comience a entender que el lenguaje de
la fuerza es el único que entiende la oligarquía, dado que es el que ella
utiliza, será posible avanzar. En el acuerdo entre Grecia y el Eurogrupo se han
dado cuatro meses para llegar al acuerdo final. En este tiempo Syriza va a
hacer una impresionante obra de ingeniería para convencer a sus votantes de que
es el único camino posible. Es decir, Syriza va a hacer todo lo posible para
que no haya una radicalización del pueblo griego que, aunque muy pequeña, ya se
comenzó a ver en las elecciones con el ascenso tanto del KKE como de Antarsya (ver otra vez aquí).
La actitud de Syriza tiene un antecedente en Islandia, donde
todo ha vuelto a la normalidad. También el pueblo se rebeló, también el pueblo
creyó a la socialdemocracia abandonando la presión en las calles al calor de
promesas como aceptar las demandas populares, etc. Los impedimentos
institucionales no se hicieron esperar. Y como se juega en terreno del
adversario, con árbitro del adversario y con las reglas del adversario, todo se
perdió. Razón de Estado, lo llaman. Islandia es hoy lo mismo que era hace
cuatro años, solo que con un rostro más “humano” del capitalismo. Quienes
creyeron en la pompa de jabón se convirtieron en la presa que evitaba que el
movimiento popular se desbordase del cauce que las “instituciones” marcaban.
Hoy ya no queda nada de protesta en Islandia.
La diferencia es que en Grecia sí hay una izquierda que
pelea, incluso con alguna ramificación en Syriza. Pero las moquetas del poder
son cómodas y una vez que se pisan ya cuesta mucho volver a pisar el rudo
asfalto. Que se lo digan a los de Izquierda Unida, por ejemplo. Syriza va a aceptar el acuerdo y su programa “de izquierda radical”
quedará en el papel aunque haya alguna cuestión meramente técnica o social, como la ayuda a los más pobres o la readmisión de unas trabajadoras muy luchadoras. La gente volverá a sentirse frustrada y las fuerzas
derechistas se consolidarán de nuevo, bien alrededor de la derecha tradicional
o de los neofascistas. Francia y Noruega son un ejemplo evidente, además de la propia Grecia.
Por el momento, Syriza ya ha reprimido su primera
manifestación. Un grupo de 300 personas se personó en el centro de
detención para extranjeros de Amygdaleza coreando consignas de solidaridad y
exigiendo al gobierno que cumpla con su compromiso de cerrar este tipo de
centros. Como dice este periódico, muy cercano
a Syriza, “la policía hizo un uso limitado de productos químicos y de la porra”.
Pues qué bien.
Pero voy a ser un poco optimista y a pensar que se ha
perdido una batalla, pero no la guerra. Voy a pensar que en estos cuatro meses
Syriza va a ir más allá de la semántica para justificar sus pasos dado que las
condiciones exactas de Europa para su programa de hambre aún están por
definirse. Voy a pensar que Syriza es consciente de la enorme cantidad de apoyo
que tiene, que no va a capitular y que tiene algún otro plan que no sea la UE.
Voy a pensar que, a pesar de Zizek, Syriza no quiere jugar
sino construir una nueva sociedad.
Y dos cosas finales.
A) Zizek, tan locuaz en muchas
ocasiones, ahora está sorprendentemente callado.
B) Podemos debe estar que no
le llega la camisa al cuerpo viendo lo rápido que se está diluyendo su referente
político.
El Lince
Pues vaya que tenían razón los del KKE no queriendo pactar con Syriza.
ResponderEliminarEl acuerdo acaba de firmarse, dale tiempo a Zizek jaja
La socaldemocracia, ha sido, es, y será, el bombero del capital; esto vale para cualquier pais o época. El capital va a seguir utilizando esta baza que tan buenos resultados le da en tiempos de crisis, o cuando tiene un enemigo exterior que le hace la competencia; por ejemplo en su dia, la Unión Soviética.
ResponderEliminarLos pueblos tienen que aprender de sus propias experiencias; no sirven las de los otros, y además, cuando el látigo del capital es usado con saña. Es duro que sea así;pero es la verdad desgraciadamente.