jueves, 15 de octubre de 2015

La realidad y la hipótesis

La masacre de Ankara es ya historia. Una nueva ley aprobada de urgencia por el gobierno impide cualquier referencia a la misma. La prohibición "estará vigente hasta la finalización de la investigación del ataque" y afecta "a todo tipo de noticias, entrevistas, crítica en todo tipo de medios de comunicación, en internet y en las redes sociales". Así que se acabó. No hay noticia, no hay acto. Lo saben muy bien los medios de propaganda: lo que no se publica, o no se dice, no existe.Teniendo en cuenta que ninguna de las matanzas que ha habido en Turquía contra las fuerzas de izquierda se ha aclarado, hablar de ésta será delito.  Puede que haya algún rebelde, puede que alguien se atreva a desafiar la norma. Puede que si lo hace, incluso se pueda llevar algún premio de derechos humanos de algún parlamento europeo ¡es broma, otra cosa que nunca sucederá!

La norma se refuerza con otra orden dada a la policía: debe retirar todas las pancartas, fotos, etc, de la matanza, así como mesas y carteles de los partidos políticos que hagan mención a la misma "porque viola la ley Nº 298 relativa a los prodecimientos electorales". Erdogan disolvió el parlamento al no conseguir su partido, el AKP, mayoría absoluta en las elecciones de junio y se van a celebrar el 1 de noviembre. Es decir, ahora mismo se está en campaña electoral así que cualquier partido que hable de la matanza incumple la ley.

Esta es Turquía, el "modelo de democracia islámica" que defienden EEUU y sus vasallos de la Unión Europea. Nada extraño porque en muchos países de la UE hay leyes similares. En el Estado español (España, para los de otras latitudes) se acaba de aprobar una ley muy parecida y que se conoce como "ley mordaza" y en virtud de la cual hacer una foto de un vehículo policial aparcado en zona de minusválidos, por ejemplo, tiene una condena de 600 euros (unos 670 dólares). Es sólo un ejemplo gráfico, para que constatéis cómo se fascistiza cada vez más la tan alabada, por algunos, Europa.

Ayer el primer ministro Davutoglu volvió a insistir en la vinculación del PKK en la matanza. Y hoy todos los medios de propaganda lo vuelven a resaltar. Pero se hace mención del PKK no tanto como organización kurda, sino como "organización marxista-leninista". Así, en uno de los principales medios de propaganda de Turquía, el periódico "Star", vinculado al AKP se dice que "es un error enfocar la situación contra la amenaza islámica" -en referencia al llamado Estado Islámico- "y enfocarlo en una guerra religiosa" -en referencia al enfrentamiento entre sunníes y shiíes- en vez de "la guerra secular de los marxistas".

Este es el meollo de la cuestión. Las matanzas que se vienen produciendo en Turquía son todas contra la izquierda. Pero no una izquierda cualquiera, ni siquiera aquella que se titula así y que no es más que simple socialdemocracia, sino contra la izquierda combativa, contra la izquierda revolucionaria que, en estos momentos, se articula principalmente alrededor del HDP. El HDP se ha convertido en el aglutinador de las diferentes expresiones de la izquierda turca, aunque su principal componente es kurdo. Por ejemplo, consiguió 3 de sus 80 parlamentarios en Estambul.

Estos fueron los resultados de los principales partidos que concurrieron a las elecciones de junio y las zonas hegemónicas de cada uno.




Os lo aclaro un poco; el AKP es un partido básicamente rural (aunque ostente la alcaldía de Estambul, por ejemplo), el CHP es el socialdemócrata y está más implantado en las zonas industriales gracias a su vinculación con las centrales sindicales, el MHP es una organización conservadora "nacionalista" -parecida al Anel griego que forma parte del gobierno de Syriza- y el HDP es hegemónico en toda la zona kurda.

En porcentajes, el AKP consiguió el 40'9%, el CHP el 25%, el MHP el 16'3% y el HDP el 13'1%. Fue la presencia del HDP la que impidió que el AKP lograse la mayoría absoluta, y es lo que busca desesperadamente. Antes de la matanza de Ankara se habían publicado encuestas muy preocupantes para el AKP, que bajaba dos puntos que eran los que subía el CHP, mientras que el MHP y el HDP se quedaban prácticamente igual. Eso significa una cosa: el AKP no conseguiría la anhelada mayoría absoluta. En ese contexto es en el que se produce la matanza. Para el AKP "la izquierda avanza" y eso es algo que una sociedad islámica no pude aceptar. De ahí la insistencia en vincular al PKK con la matanza y, sobre todo, realzar su ideología marxista. Y el continuar con los bombardeos al PKK pese a que este partido anunció un cese de sus ataques y que sólo realizaría "acciones de autodefensa".

Pero hay otro factor a tener en cuenta: Turquía ha perdido todo su predicamento internacional. Hay que recordar que el primer dirigente que visitó Túnez tras la huída de Ben alí a Arabia Saudita fue Erdogan. Hay que recordar que el primer dirigente que visitó Libia tras el asesinato de Gadafi fue Erdogan. Hay que recordar que el primero que alentó al derrocamiento de Bachar al-Assad en Siria fue Erdogan. Hay que recordar que Turquía quiso "escarmentar" a la UE y a EEUU ante el constante rechazo que sufre su candidatura de ingreso en la UE acercándose a Rusia con el acuerdo de gas denominado "Turk Stream" (ahora parado). Todo eso se ha ido al garete y hoy Turquía está empezando a ser irrelevante en el plano internacional.

Y aquí va mi hipótesis: el Ejército turco está comenzando a ponerse nervioso. Muy nervioso. Considera que Erdogan está ya amortizado y que existe el peligro real de que el AKP sea incapaz de gobernar después de las elecciones de noviembre por lo que se pondría en riesgo la cohesión del Estado. Sobre todo, con la cuestión kurda una vez que EEUU ha decidido apoyar de forma abierta a los kurdos sirios del PYD, rama del PKK.

El Ejército turco no es una maravilla, pero sí es profundamente laico y, sobre todo, práctico. Es, como se dice en Turquía, "kemalista", es decir, seguidor de los principios del fundador de la Turquía moderna, Kemal Ataturk. El Ejército turco ha sido purgado por el AKP en los 12 años que lleva en el poder, muchos de sus más prestigiosos generales han sido enjuiciados y condenados por "intentos de golpes de Estado" que, si se pensaron, fueron parados por EEUU. Hay mucho malestar entre los militares y los rumores de movimientos son constantes en estos meses ante la inestabilidad del gobierno. La campaña contra el PKK tiene como objetivo el tenerles contentos. Pero eso no basta.

No tengo la menor duda de quién está detrás de la matanza de Ankara, como tampoco qué es lo que se busca: por una parte, asustar a la izquierda más revolucionaria; por otra, hacer ver a la población que Erdogan está sobrepasado por los acontecimientos y que hay que buscar un sustituto, aunque sea dentro del AKP. Un sustituto más dialogante, más proclive a llegar a un acuerdo con los socialdemócratas. En otro medio de propaganda turco he leído que un tal Henri Barkey "experto en Oriente Medio" de un centro académico estadounidense, dicen que también vinculado con la CIA, ha dicho que "Erdogan está sobrepasado por los acontecimientos, que es la causa de la polarización de la sociedad y que EEUU está muy preocupado con la situación actual".

La matanza de Ankara es obra del Estado turco, con Erdogan a la cabeza. Pero el Estado turco está, claramente, buscando una alternativa para recuperar el terreno perdido tanto a nivel interno como, sobre todo, a nivel exterior.

Y mientras espero a las elecciones del 1 de noviembre para probar mi hipótesis, una muestra más de la rebelión popular en Turquía en protesta por la matanza. Los estudiantes de la Universidad de Estambul aguando la fiesta al rector en la inauguración del año académico: arrojaron pintura roja y el rector, asustado, llamó a la policía y el acto se hizo "en privado" (sic), en una sala a la que solo accedieron algunos cargos y profesores vinculados al AKP ante el boicot del resto y del alumnado.





El Lince


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