El convoy humanitario: una excelente maniobra de Rusia
Voy con lo prometido y con una pequeña introducción.
1.- La situación en el Donbás (Nueva Rusia) está dando un vuelco
considerable: la junta neonazi está a la defensiva y las milicias (ya caracterizadas
en algunos lugares como Ejército de Nueva Rusia) a la ofensiva. Hace dos días
os hablaba del avance hacia Yelenovka, la antesala de Mariupol. Es decir, las
milicias van a llegar al mar. Imaginaos lo que supone eso. Ya controlan varios
puestos fronterizos con Rusia –por uno de ellos entraron los camiones del
convoy humanitario- y ahora controlan una parte del mar Azov. El flujo de
armamento y material va a ser ya imparable e incontrolable por mucho que haya
sectores oligárquicos rusos que están poniéndose muy nerviosos con los éxitos
militares de los antifascistas. Por una vez, y espero que sirva de precedente,
el Partido Comunista de la Federación Rusa está realizando una excelente labor
en este sentido.
2.- La junta neonazi había previsto que su ofensiva contra
las ciudades de Donetsk y Luganks finalizase el 24 de agosto, para hacer
coincidir la caída de estas ciudades con el llamado Día de la Independencia y,
lo más importante, para que pudiese acudir a la reunión de Minsk (Bielorrusia) con la carta de la derrota de las
milicias antifascistas. Además, antes de que termine el mes tiene que negociar
un nuevo tramo de ayuda económica con el FMI. Todo le ha salido al revés y
acude a esa reunión en una posición débil, por mucho que todo el mundo quiera que
no sufra una derrota colosal. Habrá que ver qué se dice en las Repúblicas
Populares de lo que se acuerde en Minsk porque algo tiene que salir de allí
obligatoriamente. Además, la imagen
de los soldados y nazis prisioneros desfilando por Donetsk ha sido distribuida
por todo el mundo y es una humillación para Kiev en toda regla, que ahora
se desgañita hablando de violación de la IV Convención de Ginebra. Aquí tenéis
un vídeo muy ilustrativo, de ellos, de la gente y de sus gritos, desde
fascistas hasta asesinos y cómo en el vídeo púdicamente han tapado con pitos
los mayores exabruptos.
3.- Las milicias han
pasado a la ofensiva en todos los frentes: han liberado siete pueblos en
Donetsk, tienen rodeado a la mayor parte del Octavo Cuerpo de Ejército y los colaboracinistas
de Kiev están huyendo de Mariupol ante el temor de que esta ciudad sea tomada
por los antifascistas. Aquí tenéis un vídeo de cómo están las cosas y el pánico
que hay. Mariupol tuvo durante un corto espacio de tiempo un poder dual, el de
la República Popular de Donetsk y el de Kiev, que se resolvió en favor de los
neonazis con una matanza al estilo de la Casa de los Sindicatos de Odesa. De
ahí el pánico que muestran ahora.
Sin embargo, creo que la milicia cometería un error táctico
si entrase ahora en esta ciudad, sin dejar que la manzana se pudriese sola. La
desmoralización está llegando a todos los sectores filonazis, no sólo a los
soldados sino a los propios batallones fascistas. Incluso los medios de
comunicación ucranianos (pocos y con cuentagotas) se tienen que hacer eco de
los dramáticos llamamientos de estos fascistas para que alguien acuda a
socorrerlos. Se conocen mensajes, y están publicados por los servicios de
inteligencia de los Berkut, la policía del antiguo presidente Yanukovich,
disuelta por los neonazis y que ahora apoyan la lucha del Donbás antifascista,
en los que el llamado vicepresidente de Estado de Dniepopetrovsk, la región que
controla el oligarca Igor Kolomoiski, pidiendo casi con desesperación al
ministro de Defensa permiso para retirar de los combates al Batallón “Donbass”,
armado y financiado por Kolomoiski y compuesto en su totalidad por nazis del
Sector Derecho. Los mensajes son claros: hay que retirar al Batallón debido
a las fuertes pérdidas de hombres y equipo. Una muestra de sus bajas ya os
la puse aquí. El los próximos días os ofreceré más información con fotos de pasaportes y documentaciones de muertos y prisioneros de la juntas neonazi.
4.- Se confirma mi primera impresión, que Moscú estaba
desmarcándose de lo que sería una tutela directa sobre los dirigentes políticos
y militares del Donbás (Strelkov, Borodai, Bolotov) para dejar sin
argumentos a quienes argumentan que es Rusia quien está detrás de todo el
conflicto. Los nuevos dirigentes no tienen la ciudadanía rusa, por lo que ya no
se puede mantener ese discurso de cara al exterior, como ocurría hasta
ahora. Los nuevos dirigentes ya pueden firmar cualquier acuerdo que
consideren oportuno con Kiev e, incluso, con Europa y Rusia. Por eso hay que
prestar atención a lo que salga de Minsk.
Estas son unas primeras impresiones, pero lo que me parece
ahora más relevante es la magistral
jugada de Rusia con el convoy humanitario. Sigo manteniendo que Rusia
tiene decidida la intervención, pero que ésta está diseñada en diferentes
fases y puede que no sea necesaria si las cosas van en lo militar como ahora.
Hay varios hechos que lo ponen de manifiesto:
a) El objetivo principal de Rusia es el fin de
la guerra y la negociación. Lo ha sido siempre, desde el inicio del
conflicto y no hay más que leer todos los planes que ha presentado al respecto.
Todos se han desoído. Hasta ahora,
cuando ha demostrado que está en disposición e ir más allá de la mera retórica.
De repente aparecen las opiniones de significados dirigentes europeos
que mantienen lo mismo que viene manteniendo Rusia desde hace tres meses. De
repente, la Cruz Roja vio la necesidad de la ayuda, de repente los
medios de comunicación hablaron de la guerra, de repente Merkel se
mueve y habla de negociaciones, de repente los europeos hablan de
federalización… Salvo que Rusia quiera,
estos movimientos ya llegan tarde por la derrota militar de la junta neonazi. Aquí
hay que referirse a la lucha oligárquica que hay en el Kremlin y si estos
oligarcas están asustados o no con el movimiento popular en el Donbás. Esto aún
es pronto para saberlo, al menos para mí.
b) Rusia pone en igualdad con la UE a la Unión
Euroasiática. Son estas entidades quienes van a negociar en Minsk, con
Poroshenko o bien como invitado de piedra o como la voz de EEUU. Porque, y esto
es relevante, EEUU no va a estar
presente en Minsk. O bien ha sido un veto ruso o bien no le interesa a EEUU
o bien hay una pequeña rebelión dentro de la UE una vez ha visto que las
sanciones agrícolas que ha impuesto Rusia hacen mucho daño. Diréis que esto es
una perogrullada, pero el hecho de que no esté EEUU es muy relevante de cómo
están las cosas porque hasta ahora EEUU ha hecho todo lo posible por
boicotear cualquier diálogo, desde la intervención militar –sí, como lo leéis
con armamento, instructores y aviones- hasta el apoyo político a los neonazis
de Kiev.
c) Tanto la iniciativa del convoy como el
marco en el que se puso en marcha dejan claro que Rusia no va a consentir más
matanzas. El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunciando
que el convoy iba a llegar a Luganks era muy claro: al
convoy le acompañaría un contingente de paz “si era necesario”. ¿Qué es
un contingente de paz? Pues soldados, así de claro. Leed esta noticia y veréis que la cosa no tiene vuelta atrás.
d) Con
este paso, absolutamente magistral, Rusia ha dejado bien claro que nadie la vas
a ningunear. Si el apoyo a los
antifascistas ha sido hasta ahora encubierto, con la iniciativa de envío del
convoy –y ya está en marcha el segundo- ha puesto de manifiesto que está
dispuesta a ir hasta donde haga falta en el Donbás porque, técnicamente,
el envío del convoy sí ha sido una violación de la soberanía de Ucrania
desde el punto de vista del derecho internacional y se ha hecho de forma
consciente, deliberada y añadiendo la advertencia/amenaza del envío de soldados
si no era permitido su tránsito.
e) Todo
ello ha redibujado de nuevo el mapa político, que hoy se está discutiendo en
Minsk. Y si no hay acuerdo, el
movimiento del convoy, y del segundo que ya se está planificando, no son más
que la antesala de un segundo movimiento por parte de Rusia: el
reconocimiento de las repúblicas populares de Nueva Rusia.
El Lince
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