Lo bueno, lo malo, el esperpento y la canción
Lo bueno
Os decía hace unos días que la situación en el Donbás (o
Nueva Rusia) es mala, pero aún no desesperada. He visto por ahí que se está
extendiendo un alarmismo que a mi modo de ver no está justificado. La ofensiva
de la junta neonazi de Kiev contra Donetsk y Luganks se ha estancado porque la
resistencia de las milicias ha logrado un vuelco sorprendente en la situación
militar y las pérdidas de Kiev comienzan a ser insoportables para la junta. Por
eso bombardea Donetsk con artillería pesada. Es el producto de la rabia y de la
impotencia. Por lo tanto, esta es una buena noticia.
Aquí os dejo un vídeo gore totalmente, de casquería, pero no
es una película de Wes Craven sino que es real: esto es una guerra y esto es lo
que pasa en las guerras. Lo que aquí vais a ver es el estado en que quedó uno
de los batallones de élite del Ejército ucraniano, la 95 Brigada Aeromóvil.
Disfrutad si tenéis estómago y si tenéis más de 18 años. Pero también pensad en
lo que está ocurriendo: esto era un batallón de élite, es decir, compuesto por
soldados profesionales. Imaginaos ahora a los jovencitos que se creen todo el discurso fascista de la junta de Kiev
sobre que están luchando contra una invasión rusa y que se aprestan, sonrientes,
a servir como carne de cañón a mayor gloria de los oligarcas, de los neonazis de
Kiev y de sus patrocinadores occidentales de EEUU y la Unión Europea.
Otra buena noticia es que las milicias han logrado reponerse y están en condiciones de realizar
algunos contraataques que se han traducido en la recuperación de algunos
puntos estratégicos, como Rodakovo y Zimogorye, en el norte de Luganks, y Marinovka,
al sur de Donetsk y muy cerca de la frontera rusa. Eso alivia la presión nazi
sobre las dos capitales del Donbás. No obstante, al igual que os decía que no
se puede ser alarmista, tampoco se puede ser optimista. La junta de Kiev sigue
contando con una indudable superioridad de material bélico y de hombres, aunque
la baja moral y los desastres militares están haciendo mella en ellos. No
quiero abrumaros con vídeos, pero os puedo poner dos docenas de testimonios de
soldados en los que queda patente su desánimo y una crítica feroz contra los
mandos.
Lo malo
En paralelo con esto, se están produciendo movimientos
políticos que no se pueden explicar muy bien. Los dirigentes que hasta ahora
estaban en los cargos de responsabilidad están dimitiendo uno tras otro y eso
sólo puede tener tres explicaciones.
La primera, que se intensifica
la lucha de clases en el Donbás y hay un reagrupamiento cada vez más claro de quienes
buscan algún tipo de acuerdo con la junta de Kiev y de quienes creen que se
puede contener la ofensiva militar e ir más allá. No es el primero, y vuelve a aparecer el oligarca
local, Rinat Ajmetov, como gran muñidor. Hay que recordar que sobre la
nacionalización o no de los bienes de este oligarca ha habido un duro debate,
aún no acabado, entre los dirigentes del Donbás y que en la redacción de la
nueva Constitución se ha dicho que sí, que se iban a nacionalizar aunque ahora
no está tan claro que ello se haga finalmente.
La segunda, que estamos
ante un debate muy similar al que se produjo en España durante la guerra
nacional revolucionaria de 1936-1939, si lo prioritario es ganar la guerra o avanzar
en la revolución. Los nuevos dirigentes de Nueva Rusia son casi todos
militares, por lo que se da a entender que por lo que se está apostando es por
la victoria (o no derrota) militar porque solo así se puede dar el segundo
paso.
La tercera es que Rusia
se puede estar desmarcando de lo que es una tutela directa sobre los dirigentes
políticos y militares del Donbás (Strelkov, Borodai, Bolotov) para dejar
sin argumentos a quienes argumentan que es Rusia quien está detrás de todo el
conflicto. Los nuevos dirigentes no tienen la ciudadanía rusa, por lo que ya no
se puede mantener ese discurso de cara al exterior, como ocurría hasta ahora.
Eso no significa que Rusia haya dejado solos a los antifascistas, ni mucho
menos, y tampoco hay que hablar de “traición” y cosas por el estilo. Pero sí
estamos en una situación en la que se refuerza el argumento ruso de intervenir
en apoyo a la población del Donbás para evitar la catástrofe humanitaria.
Atención a los movimientos del Kremlin y a lo que pueda pasar con el convoy
humanitario.
Es pronto para hacer algo más que conjeturas, pero no veo
otras razones para explicar lo que está sucediendo a nivel interno. Esta es la
mala noticia, que estas divisiones se profundicen en el tiempo y no fragüen un
sólido liderazgo político y militar. La valentía de los milicianos no puede
sostener por mucho más tiempo una situación interna donde se pueda dar la
sensación que todos están contra todos.
El esperpento
Las milicias antifascistas han logrado parar la ofensiva
neonazi. Cada vez hay mas noticias de que un nuevo grupo de soldados,
integrantes de cuatro brigadas, han sido nuevamente rodeados muy cerca de las
localidades de Rayo Royo y Antracita. Ya os hablé de estas ciudades hace un par
de días. La situación está llevando a que sean capturados coroneles y que
mandos, como el de la 25 Brigada Mecanizada, se haya pasado a las milicias. Con
esta situación ¿cómo creer a todo el coro de estúpidos que se han publicado,
casi con alborozo, la “noticia” de la presencia de vehículos militares rusos en
suelo ucraniano y que dichos vehículos habían sido destruidos por los valientes
soldados de la junta neonazi? Hay periódicos que lo han publicado sin que se
les haya caído la paja del sombrajo. Pero ¿habéis visto alguna prueba? ¿cómo es
que no hay ni una miserable foto? Es la misma estupidez que con el avión
malasio y la responsabilidad de Putin. Y sólo los estúpidos creen lo que dicen
los estúpidos. Si no estuviésemos en una guerra en la que todos los días mueren
personas, sobre todo civiles, sería para reír de este esperpento.
La canción
Y la canción que voy a tararear es un La-la-la ucraniano.
Mirad estas imágenes de un fascista georgiano integrado en las files del Sector
Derecho. La flecha está señalando la bandera de Georgia que portaba con orgullo.
Este fascista se hacía llamar “Doberman” y era conocido en
Georgia por su brutalidad. Recorría los pueblos del Donbás integrado en el Bastallón Donbás, que junto con el Batallón Azov está financiado, surtido y armado por el oligarca Igor Kolomoiski y lo integran los nazis del Sector Derecho. "Doberman" humillaba a los
pobladores y disfrutaba, como véis, “poniendo su culo en la cara de Putin cantando canciones”.
La-la-la-la-la…
Así es como terminó. Así que esta canción la podemos titular
“Canción para un fascista”. Aquí tenéis dos vídeos sobre el mismo hecho. En el
primero, no hay más que cadáveres. En el segundo, se puede ver a los heridos y
también a un miliciano que coge el teléfono de uno de los muertos y llama a los
padres para comunicarles que su hijo ha muerto en una guerra que los
antifascistas no provocaron. Puede que los padres estuviesen orgullosos de su
hijo fascista. O puede que no. En cualquier caso, ahora ya no tienen hijo. Pero
hay un hecho que os quiero mencionar: la llamada de este miliciano supuso que
los nazis del Sector Derecho tuviesen que reconocer, por primera vez desde que
iniciaron la agresión al Donbás, la muerte de sus militantes.
Como dije también hace unos días, ¡bien por las milicias! La-la-la-la-la.....
El Lince
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