domingo, 10 de agosto de 2014

Los colaboracionistas de Ramala hacen gala de su sumisión a Occidente y marean la perdiz con la Corte Penal Internacional

Un paso adelante, dos pasos atrás y vuelta a la posición inicial: sumisión a Occidente. La llamada Autoridad Palestina de Ramala está mareando la perdiz sobre si presenta o no una demanda contra Israel en la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra por la matanza, otra más y aún inacabada, de Gaza. Las declaraciones son contradictorias sobre si se va a presentar finalmente o no. Por una parte, el llamado presidente palestino, Mahmoud Abbas –un presidente ilegal puesto que su mandato termino ¡en 2009!-, ha ordenado que dicha demanda se paralice; por otra, el llamado Ministro de Justicia dice que es una cuestión que depende de él y que aún no ha dado orden alguna en ese sentido.

El 6 de agosto tanto Abbas como Leila Chahid, la representante de la colaboracionista AP ante la Unión Europea afirmaron que habían “congelado” la demanda. Una demanda que ha sido preparada por 130 especialistas en derecho internacional por lo que tiene plena cabida ante los estatutos de la CPI. El argumento de los colaboracionistas es que esa demanda puede volverse en contra de las organizaciones palestinas. Hamás ha dicho que no le incumbe si se da el caso porque están bajo la ocupación de Israel y que tienen todo el derecho a defenderse de esa ocupación. Recuerdan también, con toda razón, que esta misma jugada hicieron los colaboracionistas después de la agresión de 2008-2009.

La diferencia entre entonces y ahora es que esta vez se menciona el crimen de colonialismo, lo que representa una amenaza importante para Israel porque no se vería sólo afectado este país, sino las empresas extranjeras que operan en los Territorios Ocupados porque se convierten en cómplices de esa colonización y, por lo tanto, son también objeto de sanciones políticas y penales.

Los colaboracionistas dudan en dar el paso porque perderían el favor de sus patrocinadores y sostenedores y no sirve de excusa en que Palestina no forme parte de la CPI. Tampoco el estado nazi de Israel, pero tiene miedo.

Abbas es ilegal, Charid es ilegal, los parlamentarios de Ramala son ilegales puesto que muchos de ellos, vinculados a Hamás, están en las cárceles del estado nazi de Israel y en no pocos casos han sido detenidos con el apoyo de la policía de los colaboracionistas. Todos gobiernan sobre un campo de ruina política y moral. Como el gobierno de Vichy en la Francia ocupada por los nazis alemanes durante la II Guerra Mundial, es un gobierno que no representa a los palestinos.

Lo último, que no lo penúltimo, que han hecho los colaboracionistas ha sido rechazar en las conversaciones de El Cairo que Gaza tenga puerto marítimo, una de las 10 reivindicaciones de Hamás, argumentando que es algo que compete a la AP y que eso debe ser abordado en otra fase de la negociación.

Desde luego, y como ya dije antes, la única solución que tiene Palestina es derrocar a sus corruptos, comenzando por los colaboracionistas de Ramala. Ya se hizo en las elecciones de 2006 por las buenas y no sirvió, luego tendrá que ser por las malas. Es fácil decirlo desde aquí, sentado tranquilamente ante el ordenador, pero no veo otra solución y el pueblo palestino es, en su mayoría, digno.

Tiene que confiar en su fuerza, en su determinación y tener claro que no puede fiarlo todo a una legislación internacional que, sobre el papel, le favorece pero que se queda en papel mojado. Durante decenas de años el derecho internacional ha sido un instrumento de dominación y su máximo representante, el Consejo de Seguridad de la ONU, no es más que la representación de la ley del más fuerte. Desde la guerra contra Irak en 2003 no es más que un foro de charlatanes, inmorales y adicto a los dobles raseros. Hoy es Gaza. Hoy es el Donbás ucraniano. Hoy es la muestra palpable de una institución en quiebra. Palestina y el Donbás son las pruebas evidentes. Sin embargo, y siguiendo el discurso posibilista es cierto que el derecho internacional puede convertirse en una herramienta que puede ser usada contra los poderosos. En este caso, contra el Israel nazi.


Nosotros podemos hacer poco, pero sí algo. Todas aquellas personas que se han movilizado por la matanza de Gaza –y que no lo han hecho en igual medida con el Donbás ucraniano, pese a que la cifra de muertos ya supera los 10.000 aunque claro, no sale en los medios ni burgueses ni “alternativos” y, por lo tanto, no está de moda- tenemos que sumarnos al boicot a los productos israelíes y presionar a “nuestros amados líderes” para que firmen peticiones como ésta que os adjunto (molestaos en pinchar). Menos discursos y más práctica.

Mientras, os ofrezco tres cosas: la primera, una muestra de la propaganda que se está publicando en los muy democráticos medios de comunicación y que es asumida por nazis, carcas y progres: los "escudos humanos de Hamás". Lo dijeron en todas las matanzas anteriores y lo volverán a decir sin vergüenza alguna. He aquí la muestra, publicada en el periódico The Guardian, el periódico supuestamente "progre" de Gran Bretaña.


Y se insiste en lo de Hamás es una "organización terrorista". Pues bien, aquí os dejo dos vídeos donde se pone de manifiesto que Hamás ataca a militares y que está en su derecho de hacerlo. Son tres los tanques que hay, dos están parados y un tercero se aproxima por la derecha del vídeo en el momento del impacto del cohete en uno de los tanques.



En este segundo caso, se ve a un comando palestino 

infiltrarse en Israel a través de un túnel y atacar una base militar israelí cerca del kibuz de Nahal Oz.. La operación, como veis, se llevó a cabo a plena luz del día y terminó con el resultado de cinco soldados israelíes muertos y un miliciano de Hamás.

El discurso occidental está vacío. El de Israel es, simplemente, nazi, como lo es el de la junta neonazi de Kiev que llama “Operación Antiterrorista” a la ocupación del Donbás y que ya ha causado 10.000 muertos como dicen algunos, pocos, diputados dignos que quedan en Ucrania y que os comentaré dentro de un par de días.

Mientras, aquí continúo con la galería de “terroristas” asesinados por los nazis israelíes, amparados, financiados y alentados por EEUU y la Unión Europea. Estos eran sus rostros, vidas y esperanzas antes de que fueran segados por el nazismo israelí.

Qusai Issam al-Batsh, de 12 años

Ibrahim Majed al-Batsh , de 18 años

Anas Ala al-Batsh, de 10 años

Amal Alaa al-Batsh , a 1,5 años de edad

 Manar Majed al-Batsh , 13 años

Ahmad Saad Eddin Abu Sweirej, 23 años

Mohammed Ziyad Ghanem, de 25 años

Mahmoud Anwar Abu Shabab , de 16 años

Fares Mohammed al-Hamaida, 23 años, Mahmoud al-Atiya Hamaida, 24 años, y Mohammed Mohammed al-Bakri, 23 años

Yousef Abu Mustafa , de 20 años

Asesinos, asesinos de razones, asesinos de vidas que nunca, nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días y que en la muerte os persigan nuestras memorias, memorias.



El Lince

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